El Voto Electronico

El objetivo del siguiente trabajo es analizar y poder generar una opinión acerca de las implicaciones del voto electrónico, los beneficios y dificultades que este conlleva, y la aplicabilidad que tiene en nuestro país.

Para fines de comprensión retomaremos el concepto de voto electrónico, según Julio Téllez Valdés; para él, el voto electrónico "es el acto preciso en el cual el remitente del voto deposita o expresa su voluntad a través de medios electrónicos (urnas electrónicas) o cualquier otra tecnología de recepción de sufragio".

Lo que hoy es un tema de interés social remonta sus inicios a una variedad de inventos que han permitido sufragar electrónicamente, teniendo sus primeros indicios en el siglo XIX cuando nacieron propuestas para hacer más claras y seguras las elecciones, dando como resultado la creación de el “registro de voto electrográfico”, el primer mecanismo electrónico para recolectar votos patentado por Thomas Alva Edison.

Desde la fecha mencionada hasta el día de hoy se han hecho consideraciones para propiciar un mecanismo electrónico con la capacidad de poder cubrir la totalidad de las características que potencializan el voto electrónico, entre las que se encuentran la autenticidad, accesibilidad, el anonimato, la comprobabilidad, la confiabilidad, la veracidad, la facilidad de uso y la reducción de costos, entre muchas otras.

Se ha pretendido pues agilizar el procedimiento, al mismo tiempo que se tiene una mayor cobertura dentro del territorio a un menor costo pero con un grado de confiabilidad mayor, lo cual tiene como propósito generar credibilidad en los ciudadanos al momento de emitir el voto para la elección de representantes políticos, reconstruyendo así la confianza en la democracia.

De todos los sistemas hasta ahora creados para cumplir con el fin primordial de poder realizar el voto a través de sistemas electrónicos se pueden señalar diversos mecanismos como por ejemplo:

Los de red pública de registro directo electrónico, en el que se usan boletas electrónicas y transmiten los datos de la votación desde el lugar de la votación a otro lugar a través de una red pública. En Brasil, la India, Venezuela y Estados Unidos los votantes usan, en todas las elecciones, máquinas de votar DRE (por sus siglas en inglés, Direct-Recording Electronic voting machine) que recogen y cuentan los votos en una sola máquina.

Otros sistemas, denominados híbridos, incluyen aparatos electrónicos de marcar boletas (por lo común sistemas de digitación sobre la pantalla similares a un DRE) u otras tecnologías de asistencia para imprimir una boleta de papel verificable por el votante y el uso posterior de una máquina distinta para la tabulación electrónica.

Más recientemente, algunos sistemas incluyen un marcador electrónico de boletas (EBM, por sus siglas en inglés) que permite a los votantes hacer su selección usando una pantalla para digitación similar a un DRE.

A través de otros sistemas se puede votar por internet, tanto en un entorno controlado (poll side internet voting) o en entorno remoto o no controlado (remote internet voting). En el voto electrónico presencial, el ciudadano debe acudir a un centro de recepción de voto o casilla electoral. Ésta puede operar mediante: urna electrónica con sistema óptico, urna electrónica con pantalla digital o urna electrónica de identificación biométrica, utilizando huella digital.

Ahora bien la implementación de los mencionados sistemas a tenido también una evolución bastante larga y no a sido aceptada en la totalidad de los países, por diversas razones entre las que sale a relucir la necesaria reforma a los sistemas electorales clásicos desde el aspecto legislativo hasta el de aplicabilidad, mismo que es difícil y escabroso.

Por ejemplo en nuestro país la transición al voto electrónico inició en el año 2001 cuando el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Coahuila (IEPCC); a partir de la publicación de la Ley de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales para el Estado de Coahuila, publicada en noviembre de 2001, que en su artículo 171, posibilitó la utilización de sistemas electrónicos para recoger la votación, inició el proyecto denominado democracia digital, presentándose el primer prototipo de urna electrónica en marzo de 2003 y para el 25 de septiembre de 2005, Coahuila fue la primera entidad de la federación en utilizar 42 urnas electrónicas para recibir la votación, de las cuales

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