El bullying, un fenómeno que nos afecta a todos

El bullying, un fenómeno que nos afecta a todos

Diego Fernando Rivera

I.T.D

Ciencias económicas y políticas

Profesora Sandra Viviana Gallego Carmona

Noviembre 2022

El bullying, un fenómeno social que nos afecta a todos

Actualmente de manera directa o indirecta, nuestra sociedad fomenta la discriminación. La diversidad de costumbres en las distintas culturas, implica a veces que lo que, a mí, por ejemplo, me parece correcto, para otros pueda no serlo. La tolerancia juega un papel muy importante en la aceptación de tal diversidad.

El bullying es una forma de discriminación y una forma de violencia ya sea de manera verbal, psicológica, emocional o física, donde el acosador se aprovecha de cualquier vulnerabilidad o debilidad de su víctima para manipularla, torturarla y casi ahogarla. Lastimosamente es un fenómeno común en nuestras sociedades modernas principalmente en las escuelas; sus manifestaciones pueden ser muy diversas: palizas, insultos y humillaciones constantes, el fomento del desprecio grupal, el robo o la destrucción de útiles escolares la “ley del hielo” (exclusión social selectiva), e incluso el abuso sexual.

Las víctimas de este comportamiento de acoso (a veces cercano al criminal y al psicópata) experimentan múltiples etapas de vulnerabilidad, impotencia y situaciones emocionales amenazantes que juegan un papel importante en la formación de la psique y la personalidad. El maltrato escolar se produce a una edad temprana y la duración del tratamiento es continua y necesaria, por lo que no se deben subestimar las consecuencias.

Debido a la cantidad de ira y frustración que esta situación nos puede generar, esperamos una solución y comenzamos un nuevo ciclo de ataques, generalmente contra un tercero (pasando de víctima a victimario) o contra nosotros mismos. La destrucción de la autoestima, la promoción de conductas destructivas o las frecuentes consecuencias traumáticas del bullying requieren un trabajo psicoterapéutico, mejor en la adolescencia o la edad adulta. Pero no sólo las víctimas directas se ven afectadas por la persecución. Este comportamiento refleja las percepciones de los grupos criminales de que la violencia es un medio poderoso para tratar con los demás y la insuficiencia e ineficacia de las leyes, las instituciones y la solidaridad.

Hasta hace poco tiempo se ha venido a generar estudios sobre lo que es el bullying y lo que ha provocado en los niños, niñas y adolescentes visto como un problema de intervención de padres de familia, docentes, instituciones educativas, colaborando conjuntamente ante una situación que no se puede dejar de lado, los educadores por consiguiente deben de despertar tomar conciencia, comprender la gravedad del acoso estudiantil que se está generando en las instituciones educativas del país, y tratar de mitigarlo enseñando a los y las estudiantes valores sociales, la forma de resolver conflictos o problemas haciéndoles crear conciencia del daño físico, psicológico, social, que viene a generar hacer bullying a alguno de sus compañeros o si por lo contrario son víctimas del bullying.

Dentro del tema del bullying, como estudiantes debemos de estar atentos a los abusos presentes dentro de las aulas, tomando en cuenta que no debemos de cerrar los ojos a una realidad que es latente cada día, en base a esta situación debemos de trabajar con nuestros compañeros para implementar trabajos en equipo y de forma colaborativa formar ambientes de armonía dentro de nuestro salón de clase.

Como padres se tienen dos lados diferentes uno cuando el hijo es el acosador o lo contrario es el acosado. Es fundamental entonces que los adultos intervengan en las situaciones de bullying, si no, el daño puede ser tan profundo y doloroso que atraerá aún más problemas tanto a la víctima como a los victimarios. Mejor será aún, que padres y profesores cuenten con algunas estrategias para prevenir situaciones como éstas, como, por ejemplo:  apoyar emocionalmente a su hijo y decirle que le ayudarán a superar el problema, participar tanto los padres del niño/a o joven acosado, como los de los padres del acosador.

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