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Ensayo Asia y África


Enviado por   •  5 de Junio de 2019  •  Ensayos  •  1.840 Palabras (8 Páginas)  •  127 Visitas

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Segundo parcial de Historia de Asia y África - UNQ segundo semestre de 2018

Responder en no más de 6 páginas (tamaño A4, tipo de letra Times New Roman 12, interlineado 1.5).

En el sigo XX, se genera la desintegración de la dominación colonial en las regiones de Asia y África, a partir de una serie de procesos sociales, políticos y económicos, liderados por las elites. El período postcolonial que se vincula con “el legado colonial”, no debe ser visto como una consecuencia directa del proceso colonización, sino que es necesario tener en cuenta los diferentes factores para entender cómo se dio este proceso histórico, que cuenta con particularidades que se dieron en las diferentes regiones. La hegemonía de las metrópolis en el territorio durante período colonial, influyó y generó las condiciones para una nueva configuración de Estados independientes, en los cuales a continuación, se identificará cómo la burguesía nativa encuentra una nueva forma de legitimar su predominio y conservar su privilegio sobre el resto de las clases sociales.

  La politización de África se veía ya reflejado en el siglo XIX, y se profundiza luego de la segunda Guerra Mundial: El Panafricanismo, que paradójicamente surge fuera de África, es un movimiento americano llevado adelante por intelectuales negros que buscan integrar a las personas afro-americanas a la vida política y social, sectores en los cuales no tenían igualdad por la instalación del discurso racista, y por la continuidad de la esclavitud en algunas regiones de Estados Unidos. A pesar del intento de una unidad en el pensamiento, no lograron tener una perspectiva en común acerca de cuál era la dirección correcta para llevar adelante esta integración. Mientras que unos afirmaban que los afro-americanos deberían volver a África, donde allí  si se integrarían, otros agregaban que esto no era posible, ya que allí no tendrían sentido de pertenencia cultural, y proponen la reivindicación y unidad política mismo en América.

Este “sentido de pertenencia” no era algo concreto tampoco en África, ya que se encontró interferido desde el siglo XIX por tradiciones impuestas por Europa, con el propósito de instrumentar la tradición y de esta forma garantizar la hegemonía de los colonos. El objetivo de construir un sistema administrativo que fluya en dirección a los intereses de la metrópoli, se dio por la inflexibilidad de estas tradiciones, que contaban con una serie de reglas y procesos que redefinían las relaciones entra los que mandaban y obedecían, pero que permitía a los africanos pertenecientes al sector burgués que integren la clase gobernante del África colonial, y de esta forma extender la formación en un contexto neotradicional (Ranger, 1983). Esta “invención de la tradición”, fue un factor fundamental en la formación de Estado-nación.

Como afirma Bayart, la colonización tuvo un papel constitutivo en la formación de conciencia nacional, como también en las relaciones de dominación y diferenciación política, arraigada muchas veces a la cuestión étnica. La conciencia nacional fue difundida por la burguesía, y luego del proceso de independencia, este sector buscó apoyo de las burocracias occidentales, que garantizaron su predominio económico en la región. Con respecto a la economía de África, fue ignorada por la elite, no hubo interés en generar las condiciones para un desarrollo industrial y una mejora de infraestructura para la producción manufacturera, sino que, por el contrario, continuaron poniendo énfasis en la producción agrícola.

Para mantenerse en la estructura política, la burguesía nacional solo actúa de cierta forma como un “agente de negocios”, dando acceso al flujo de capital extranjero en la región,  lo cual le otorga la seguridad necesaria para mantener su preeminencia, sin correr el riesgo de involucrarse en las cuestiones sociales, como tener el objetivo de buscar una unidad nacional sólida. Por otro lado, el proletariado muestra ser incapaz de llevar adelante una revolución social, ya que no logra una unidad política consistente, mientras que tampoco han logrado ninguna mejora económica luego de la independencia. Frantz Fanon sostiene en Los Condenados de la Tierra haciendo referencia al caso argelino: “Si el poder quiere sacar al país del estancamiento y conducirlo a grandes pasos hacia el desarrollo y el progreso, tiene, en primer lugar, que nacionalizar el sector terciario […]. Nacionalizar el sector terciario es organizar democráticamente las cooperativas de venta y compra. Es descentralizar esas cooperativas, interesando a las masas en la gestión de los asuntos públicos. Todo esto […], no puede realizarse sino politizando al pueblo”. Este proceso que anhelaba Fanon que sucediera, no ocurrió, y de hecho en la actualidad, el pueblo junto con sus tradiciones, sigue siendo catalogado como un factor que va en contra del progreso.

En el caso de la India,  la elite luego de la independencia si tuvo el objetivo de generar un desarrollo económico y un cambio social. Allí también el movimiento nacional surge como producto del colonialismo: Anteriormente, no existía en la India un sentido de unidad política, como tampoco había una identificación cultural única. Lo único en común entre las regiones que lo conformaban, eran su situación de colonia británica. El objetivo de una unificación, comenzó a desarrollarse con la formación del Congreso Nacional en 1885, y posteriormente, con la corriente nehruista.  

El Congreso, fue en sus comienzos articulado por los liberales ingleses, y conformado por la elite, quienes se identificaban como el actor modernizador de la región,  y con el objetivo de reforzar su papel de colaborador, la institución fue para ellos una herramienta legitima para determinadas exigencias a la metrópoli, sin embargo esta última, no daba relevancia a las cuestiones que la elite nativa planteaba. En consecuencia, el discurso en la etapa temprana del Congreso tiene un tono anticolonialista, ya que da cuenta de la discriminación hacia ellos y sus intereses, y de las acciones administrativas y económicas británicas solo para su propio beneficio. Posteriormente con el fracaso de las negociaciones, este discurso se fue radicalizando, ya que el poder colonial no pudo justificar su dominación ni sus prácticas a través de argumentos racionalistas, y los nativos buscaban mediante el nacionalismo, implementar una unidad política. El problema con este objetivo, es que la India como unidad, estaba definida como un conjunto desde el exterior, y territorialmente, estaba definida según las anexiones británicas. Determinadas identidades no tenían una base territorial, y tampoco hay un desarrollo económico integrado. Las dos grandes zonas industriales modernas se encontraban en Calcuta, junto con los tres distritos que lo rodean, y la región de Bombay, donde más de la mitad de la población industrial hindú se encontraba concentrada allí.

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