Ensayo Desigualdad y Pobreza Chile

Baja productividad: ¿Culpa de la informalidad?

Gabriela Janet Norman Nava

Introducción

La productividad es un tema que acecha a todas las naciones alrededor del mundo. Cada día miles de empresas se esfuerzan por incrementarla y los mismos gobiernos buscan estrategias para impulsar este índice. Sin embargo, ¿cómo está Chile en cuanto a productividad? A lo largo de este ensayo se describirá un panorama breve sobre el tema, pero, sobre todo, se pondrá en discusión la afirmación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sobre una causa particular en materia laboral que afecta directamente la productividad en Chile.

La informalidad

En los últimos años, Chile ha enfrentado una desaceleración en la productividad que lo ha llevado a que un trabajador promedio produzca menos de la mitad que un trabajador norteamericano (Comisión de Productividad, 2014). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico afirma que la baja productividad en Chile se debe (entre otros factores) a la presencia excesiva de contratos informales y temporales. Según el Estudio Económico Chile 2018, que la OCDE presentó el pasado 26 de febrero en Santiago, “la productividad estancada en niveles bajos y la desigualdad merman la capacidad de Chile para acercarse a los niveles de vida promedio de la OCDE” (El Economista América, 2018).

Para combatir este problema, el organismo internacional sugiere principalmente reducir los costos de despido de los trabajadores con contrato indefinido, especialmente las elevadas indemnizaciones, con la finalidad de que crezca el número de empleados contratados indefinidamente y se otorgue mejor capacitación, lo que permitiría incrementar la productividad y los salarios.

Se considera que la sugerencia es muy oportuna, ya que al reducir los costos de despido e indemnizaciones provocará una menor rotación del personal, lo que se traduce a una mayor permanencia en la empresa y por lo tanto una búsqueda de crecimiento y carrera interna que llevará a un incremento productivo, además, los recursos bien focalizados permitirán a los trabajadores el acceso a capacitaciones de calidad en diferentes materias y a la especialización de su trabajo.

Sustento de lo anterior lo demuestra un estudio de la misma organización, donde por medio de gráficos compara países latinoamericanos, por dar un ejemplo está México que su proporción de trabajadores informales es del 70% comparado con Chile que es del 31% y el crecimiento promedio de la productividad laboral del 2003 al 2013 es de 0.3% para México y 2.5% para Chile (OECD, 2016). Esta es una de las muchas comparaciones que afirman que los contratos informales y temporales son causas importantes para la reducción de la productividad.

En ese mismo estudio, se demuestra que los trabajadores informales en América Latina tienen menor calidad en los ingresos que los trabajadores formales (captura tanto el nivel medio de ingresos como la desigualdad en la distribución), así como mayor inseguridad por salario bajo y mayor incidencia de jornadas laborales prolongadas (OECD, 2016). Entonces, además de que los contratos informales generan una baja productividad, también incrementan la desigualdad generada por las empresas y comerciantes con una carencia de preocupación por la responsabilidad social. A su vez, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2017), a través de su libro Desiguales plantea que

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