Ensayo Juego

Introducción

En el presente documento hago una descripción breve sobre la conceptualización que se tiene sobre el juego, cuáles son sus implicaciones y variaciones, para lo cual tomo en cuenta las diversas teorías que autores como Piaget, Delval, Chetau, entre otros, exponen sobre el tema. Lo que me llevó a efectuar dicho análisis, es el interés que poseo en cuanto al tema, pues al ser docente del nivel de preescolar, adquiero la responsabilidad de practicar dicha actividad para enriquecer los aprendizajes de los niños y me preocupo por hacerlo de manera correcta.

Divido el ensayo en dos capítulos, siendo el primero concepto de juego, en donde describo qué se entiende por juego, que habilidades humanas se desarrollan al practicarlo, y cuáles son sus implicaciones.

Por otro lado, en el capítulo II el juego en el nivel de preescolar, explico qué papel toma dicha actividad en los salones de clases, cuáles son los tipos de juego que se practican y los resultados que he obtenido con los alumnos, mediante su aplicación.

En las conclusiones, describo de manera general cual es la concepción que me formé en cuanto al juego y sus implicaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos.

En el apartado de referencias bibliográficas menciono cuales fueron los autores a los que me remití para desarrollar dicho análisis.

Finalmente, agrego un espacio para los anexos, en los cuales mediante fotografías, demuestro cuales son las formas de juego que los pequeños emprenden en el nivel de preescolar.

Capítulo I. Concepto de juego

Cuando hablamos sobre el juego nos resulta difícil encontrar una descripción exacta, pues los beneficios que se obtienen al practicarlo en varios momentos y formas, son diversos; además, todo depende de la organización, las personas involucradas, edad, la imaginación, etc. Generalmente, al escuchar hablar sobre juego, inmediatamente pensamos en diversión, sin analizar los demás beneficios que nos proporciona, por tal motivo, considero necesario encontrar una descripción que me permita sustentar y enriquecer el trabajo que desempeño como docente en el nivel de preescolar, pues empleo el juego como un recurso para favorecer aprendizajes.

Cabe mencionar, que gracias al análisis efectuado a las diversas teorías que los autores aportan en relación al juego y sus implicaciones; me permite tener un panorama más amplio sobre la conceptualización del mismo, las variaciones e implicaciones, siendo interesante lo que aporta Delval en cuanto a ello, pues describe que:

“El juego consistirá en un ejercicio preparatorio o un preejercicio para el desarrollo de funciones que son necesarias para los adultos y que el niño ensaya sin la responsabilidad de hacerlas de manera completa”. En el juego, el niño se interesa más por los procesos que por los productos de su actividad, lo cual le permite ejercitarlos con toda libertad, sin las trabas de tener que alcanzar un fin”. (1994, p. 14).

Esto me permite conocer que el juego es una actividad básica para que los niños desarrollen las habilidades mentales necesarias para la construcción de los conocimientos, habilidades y actitudes, que utilizarán a lo largo de su vida, ante diversas situaciones; siendo interesante el hecho de que ponen en práctica sus competencias de una manera natural, pues no hay preocupación por obtener consecuencias negativas, sino que la atracción primordial de los párvulos recae en el proceso, en todas aquellas acciones planeadas y/o imprevistas, las cuales fueron emprendidas para conseguir las metas que se plantearon y replantearon.

Gracias a esto, rectifico que el juego es un ideal para la construcción de aprendizajes significativos, favorecimiento del lenguaje, pensamiento, reflexión; aunado al hecho de que tanto el proceso, como el resultado, son acciones que benefician el desarrollo integral de los pequeños; pues los niños siempre encontrarán éxito en sus actuares, siendo o no, lo que ellos esperaban, “El juego es placentero, divertido. Aun cuando no vaya acompañado por signos de regocijo, es evaluado positivamente por el que lo realiza […] El juego es espontáneo y voluntario. No es obligatorio, sino libremente elegido por el que lo practica” (Garvey, 1983, p. 90).

Considero que dichas cuestiones me dan referentes necesarios para identificar de manera más específica en qué consiste el juego, cuáles son sus implicaciones y beneficios; por lo cual, comprenderemos porque los niños pasan la mayor parte de su tiempo jugando, explorando e inventando actividades lúdicas y sobre todo, porque es considerado un recurso favorable para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Capítulo II. El juego en el nivel de Preescolar.

Al ingresar a un jardín de niños, se puede visualizar a los pequeños jugando en diferentes momentos y espacios; con diversa organización, materiales y fines. Todo depende de los tiempos disponibles, la imaginación que posean, recursos que haya a su alcance, pero sobre todo, de la libertad que se les dé. Por lo tanto, es necesario que los pequeños tengan varias oportunidades para emprender dicha actividad, experimenten sus variaciones y desarrollen diferentes habilidades; pues cada forma de juego aporta cuestiones diferentes.

Es por ello, que en los centros educativos, se ve al juego como un recurso primordial y necesario para potenciar al aprendizaje de los alumnos, porque permite el desarrollo de las capacidades humanas de una manera integral, sencilla y práctica, pues en sus planes y programas de estudio que rigen la educación, especifican que el juego es, “El juego propicia el desarrollo de competencias sociales y autorreguladoras por las múltiples situaciones de interacción con otros niños y los adultos. Mediante éste, las niñas y los niños exploran y ejercitan sus competencias físicas, e idean y reconstruyen situaciones de la vida social y familiar en que actúan e intercambian papeles” (SEP, 2011, p. 21).

Gracias a ello, y a las experiencias que como docente he adquirido, considero al juego como una estrategia indispensable y exitosa para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje de los pequeños; pues es una actividad en la que los niños utilizan, enriquecen y transforman sus conocimientos, habilidades y valores de una manera natural, sencilla y placentera; pues al estar en contacto con el medio ambiente, sus iguales y adultos, tienen la oportunidad de dialogar, comparar, observar, tomar acuerdos, reflexionar, etc., logrando así la construcción de aprendizajes significativos, que podrán ser aplicados en otro contexto a lo largo de su vida.

Soy consciente que cada forma de juego permitirá que se construyan ciertas competencias, pues los niños desarrollan acciones diversas, su libertad está condicionada por ciertas cuestiones, o bien, son guiados o no, por alguien. Por ende, procuro que en diseño de las situaciones de aprendizaje, el juego se vea involucrado de diversas maneras y tenga una funcionalidad específica, es decir, tener claro que harán los alumnos, que materiales emplearán, que tanto intervendré, etc. Por tal motivo, me resulta interesante las aportaciones que hace Delval en cuanto a los tipos de juego, porque me da información relevante para enriquecer mis saberes docentes, identificar en qué consisten, saber cómo podré emplearlos en las planificaciones, o bien, como permitir que los niños tengan mayores oportunidades de ejecución, pero sobre todo sustentar mi trabajo y emprenderlo de una manera congruente.

Cabe mencionar, que durante mi trabajo docente he favorecido los diversos tipos de juego, en los cuales los pequeños desempeñan funciones específicas y obtienen resultados diversos, pues como los mismos autores lo plantean, las implicaciones son diversas. En cuanto, a ello puedo decir que el juego simbólico, en el cual “El niño reproduce escenas de la vida real, modificándolas de acuerdo con sus necesidades. La realidad a la que está continuamente sometido en el juego se somete a sus deseos y necesidades” (Delval, 1994, p. 26); me ha permitido atender las habilidades emocionales de los niños, pues han podido autorregular sus sentimientos y actitudes al adoptar el rol de adulto, padre/madre, profesional, reflexionar en torno a sus acciones, entablar diversos diálogos, etc. Es muy común observar que durante los tiempos libres de los niños, desarrollen este tipo de juegos, pues la libertad que adquieren es total, lo cual les permite organizar sus ideas, de tal modo, que enriquecen sus competencias.

Por otro lado, los juegos de reglas, me resultan un recurso favorable para atender cuestiones en donde la atención, memoria, regulación, lenguaje e interacción entre iguales, se vean más comprometidos, pues “los juegos de reglas son de carácter social se realizan mediante reglas que todos los jugadores deben respetar. Esto hace necesaria la cooperación, pues sin la labor de todos no hay competencia, pues generalmente un individuo gana o un equipo pierde” (Piaget, 1994, p. 26). Esto los lleva a la necesidad de tener que respetar los acuerdos que se establecieron, para que se alcancen los objetivos propuestos, y en sí, el juego pueda funcionar.

Cabe mencionar, que este tipo de juego es el que me apoya más el trabajo en el aula, pues procuro relacionarlo con juegos de lotería, memorama, boliche, pirinola, cajero, entre otros, en donde se tienen que

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