Enseñar y aprender en el siglo XXI: el sentido de los aprendizajes escolares.

Enseñar y aprender en el siglo XXI: el sentido de los aprendizajes escolares

Sin duda la educación  debe ser considerada  una herramienta de transformación social, ya que  brinda herramientas para afrontar  y superar las dificultades que se presentan debido a la globalización, por lo que se han realizado varias reformas al sistema educativo, buscando con ello ofrecer a los alumnos una educación de calidad, aunque no siempre se logran resultados positivos. " El argumento inicial en este punto es que el desvanecimiento del sentido de la educación escolar tiene que ver fundamentalmente con el hecho de que los sistemas educativos actuales responden a grandes trazos a una realidad, a un escenario social, económico, político y cultural, muy diferente del que hoy tenemos" (Coll, s.f., p. 3). Es decir que la educación que se imparte actualmente no responde completamente a las demandas del siglo XXI, ya que muchas veces lo que se enseña en el aula no les sirve a los alumnos fuera de ella, por ello el sistema educativo debe buscar responder a las necesidades actuales de los jóvenes.

     En México se adoptó el método por competencias, lo que es oportuno para el desarrollo de habilidades, destrezas y competencias para la vida. A pesar de ello, no todos los maestros promueven este método, ya que es más fácil para ellos dar una clase magistral, porque no invierten más horas de trabajo para preparar una planeación didáctica que permita el desarrollo de competencias. De acuerdo con Coll algunos maestros se quejan ante lo que perciben como una ampliación o una modificación substancial de sus responsabilidades y sus funciones como docentes (p. 6). Esto ha ocasionado una resistencia al cambio, porque no hay una apertura  y disposición por parte del profesorado para mejorar sus clases y nos hacen notar su poca capacidad de adaptación ante la globalización.  Por lo que todos los actores de la educación deben comprometerse con su labor.

     Según Coll existen  tres dimensiones transversales que están presentes en todos los niveles de la organización y el funcionamiento de los sistemas de educación, las cuales son las dimensiones relativas para qué, qué y  cómo de la educación escolar (p.6). La primera se refiere al para qué enseñar, qué finalidad tiene, teniendo en cuenta esto, la educación tiene el objetivo de preparar a los niños y jóvenes para el futuro aunque no se sabe con certeza los cambios que pueda haber en nuestra sociedad. La segunda se enfoca, al qué se debe enseñar, qué contenidos se impartirán en el aula y qué competencias se esperan que los alumnos desarrollen. Por último, el cómo, es decir que se necesita para  llevarlo a cabo, qué infraestructura o recursos, qué estrategias o metodología se utilizarán para llegar a los objetivos.

     Por otro lado Coll afirma que hay  tres ejes que a su parecer son  esenciales  para hacer frente a las dificultades generadas por el desvanecimiento progresivo del sentido de la educación escolar y neutralizar sus efectos negativos (p.7). El primer eje tiene que ver con redefinir los objetivos de la educación, en donde tienen que participar todos los implicados en ella, los cuales deben hacer un análisis de la situación y dar posibles soluciones a los problemas que se encuentren. El segundo eje tiene que ver con la actualización del currículo escolar, en donde las competencias tienen que tener prioridad, y por último el tercer eje que tiene que ver con la descentralización del sistema educativo, todo esto con la finalidad de mejorar la educación.

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