Estres Laboral

ESTRÉS LABORAL EN LOS SUPERVISORES

Chile presenta a nivel de cifras, preocupantes indicadores negativos en salud mental. En la última Encuesta Nacional de Salud se logró establecer que 2 de cada 10 chilenos presentaban síntomas depresivos como para provocar algún grado de incapacidad funcional. Al comparar eso con la estadística internacional, el promedio en estudios similares, hay 4 veces más prevalencia de síntomas depresivos en la población de chilenos adultos que en el resto de la población mundial. La gran minería no ha quedado exenta de este fenómeno, los turnos mineros, el aislamiento y la soledad que puede provocar el estar lejos de las familias por periodos determinados de tiempo, influyen en cuadros de stress que si no son tratados a tiempo pueden llegar a transformarse en depresión. Para los trabajadores que entran en la categoría de supervisores, el hecho no es ajeno. Si bien no poseen los grados de enfermedades físicas de los operarios, mucho de ellos, presentan cuadros preocupantes de estrés producido básicamente por las diversas aristas que conlleva el trabajo propio de la minería y la responsabilidad que subyace de sus cargos. Indicadores de gestión, metas por cumplir, personal a cargo, y una total responsabilidad en la toma de decisiones que pueden llevar a perder la fuente laboral son los aspectos que generan un creciente malestar mental en los supervisores.

CHILE UN PAÍS BRUTALMENTE ENFERMO

El siquiatra Santiaguino Rodrigo Paz, acuñó esta frase hace unos años, haciendo referencia al creciente nivel de malestar mental que tienen los trabajadores del país. Para el profesiona,l “Chile tenía cierta forma de trabajar, una cierta forma de funcionar y con el golpe militar se instala esto que se ha llamado modelo neoliberal, que cambia totalmente esta forma de vida. ¿Y en qué consiste este modelo? Básicamente en dos o tres cosas: primero, el Estado es subsidiario, lo que significa que las iniciativas en Salud, Vivienda, Educación, previsión social son entregadas a particulares y el Estado sólo interfiere cuando los particulares no pueden resolver estos problemas. ¿Qué significa en la práctica?, que cada chileno tiene que arreglárselas por su cuenta y eso ha generado un sentimiento de desconfianza, de inseguridad, de desprotección total. La gente siente que ya no hay nada, ni nadie, que lo pueda proteger. Si eso se conecta con otro fenómeno propio del neoliberalismo, que es la individualización, entonces, ya no hay sindicatos, no hay colegios profesionales, no hay federaciones estudiantiles -sólo en el último tiempo han asumido mayor vitalidad- pero claramente, tenemos un tejido social pobre. Todas las iglesias están debilitadas, los sindicatos, las juntas de vecinos, la gente comienza a replegarse en sus casas”. Comentó.

A su vez, sostiene que “El sistema neoliberal además, ha puesto la exigencia que las mujeres entren masivamente al mundo laboral y tienen que dejar a sus hijos precozmente en salas cunas y todos sabemos

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