Focault Y Deluxe
GaalSavino13 de Junio de 2015
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Wolf “Harold Garfinkel o la evidencia no se cuestiona”
La etnometodología tiene como objeto de estudio empírico las actividades prácticas, las circunstancias de cada día, el razonamiento sociológico que habitualmente desplegamos en los asuntos ordinarios.
El análisis trata de los hechos sociales como realizaciones; en aquello que normalmente se ve como “cosas”, “datos” o “hechos”, el etnometodólogo ve, y trata de ver, los procesos mediante los cuales se crean y sostienen de manera constante las características de escenarios socialmente organizados.
Los ambientes en los que nos movemos, hablamos, actuamos, las personas con las que estamos en interacción, representan para nosotros un universo normal, al cual aplicamos conocimientos comunes, dados por descontado: las prácticas, los métodos con los que planteamos la normalidad, continuidad y estabilidad de la realidad social de la vida cotidiana, son el objeto de estudio de la etnometodología.
Esta analiza las prácticas y los modos en que los individuos construyen la estabilidad de su mundo social y a la vez lo hacen descriptible, observable, objeto de informe. Para la etnometodología, la naturaleza regulada de las relaciones sociales es secundaria respecto al trabajo con el que se establece un mundo de sentido común. La etnometodología se presenta común viaje por el mundo del sentido común.
Garfinkel afirma que el término etnometodología indica el estudio de la actuación práctica en la vida cotidiana y de los fenómenos problemas, resultados y métodos que acompañan el uso de tal actuación. Cinco puntos caracterizan el estudio etnometodologico:
1) Analiza cualquier coyuntura social, según el punto de vista por el que cada elemento de sentido, de hecho, de método, es la realización lograda de acciones prácticas, y esto para cada caso particular de investigación, sin excepciones.
2) Los sujetos de una ordenación social organizada están continuamente comprometidos en el decidir, reconocer, evidenciar el carácter racional de su forma de actuar. toda observación sobre la racionalidad del comportamiento en la vida cotidiana (por ejemplo: “prueba adecuada”, “referencia adecuada”) es una interpretación acerca de fenómenos de organización sobre conjuntos de prácticas realizadas por los sujetos.
3) Toda propiedad “racional” de la acción, todo aspecto del sentido de una actividad, de su factibilidad, objetividad, explicabilidad, de su comunicabilidad, es considerada como una realización contingente de prácticas comunes organizadas socialmente.
4) Toda situación organiza las actividades que la componen de modo que forme un contexto coherente de actividades prácticas explicables. Los modos en que se organiza una situación coinciden con los métodos que utilizan los sujetos para poner de manifiesto que los caracteres de la situación consisten en conexiones claras, coherentes, proyectadas, coordinadas, etc. Las personas, en las ocasiones ordinarias de sus interacciones, descubren, demuestran, manifiestan las apariencias de organizaciones coordinadas, coherentes, claras, elegidas y proyectadas.
5) Una constante realización de las actividades organizadas de la vida cotidiana es la de demostrar la racionalidad de las expresiones y de las acciones indexicables (específicas de un contexto particular). También para los etnometodólogos el centro del análisis es la vida cotidiana, pero esta vez observada a partir de los modos, los métodos con los cuales se construye un escenario de sentido común, un ambiente social cuyos caracteres son los de una realidad preexistente, dada, indiscutible.
El tema crucial de la etnometodología es el análisis de los modos comunes en que los individuos hacen racionales y explicables sus experiencias de todos los días. La etnometodología es una sociología de la vida cotidiana.
Lo que diferencia el estudio etnometodológico de otras sociologías es que el centro de su indagación es el proceso con que los miembros sociales producen y sostienen un sentido de la estructura social en la cual interaccionan. Garfinkel afirma que el carácter “obvio” y “natural” del mundo social en que los actores operan, es el resultado de prácticas sociales difundidas que constituyen el elemento esencial de la competencia de sujetos socialmente educados.
La objetividad y la realidad de lo que sucede en cada situación dada depende del hecho de que los miembros ven la ocasión presente como colocada en un orden social estable, objetivo. El carácter organizado de cada ocasión social depende reflexivamente de sí mismo. El sentido del individuo de vivir en un mundo real compartido con los otros es el fundamento de su existencia en el mundo.
Uno de los procedimientos usados por Garfinkel para explicar el papel de las asunciones de sentido común empleadas en la vida cotidiana, es el de obstaculizar, romper las practicas y las expectativas que automáticamente ejecutamos y planteamos para hacer comprensibles las escenas de interacción.
Normalmente en las interacciones cotidianas se postula que el interlocutor entenderá que se usan expresiones cuyo significado está ligado a la ocasión específica, que un enunciado se puede utilizar para aclarar algo que ya se ha dicho o para anticipar la comprensión de algo que se dirá a continuación.
El análisis etnometodológico de los conocimientos de sentido común y de la actitud natural trata de describir el punto de vista del sujeto, su percepción de la realidad social.
La etnometodologica es así el estudio de los conocimientos de sentido común que usamos en las practicas cotidianas, incluidos los resúmenes, las explicaciones, las glosas con que reconstruimos la racionalidad de tales prácticas.
“La actitud natural ve los caracteres de las situaciones sociales particulares como productos de la sociedad que está alrededor, mientras la actitud etnometodologica ve los elementos de la sociedad que hay alrededor como productos de particulares situaciones sociales”.
Por actitud natural, Garfinkel entiende el “mundo del sentido común”, el “mundo cotidiano” como es conocido y visto por el sujeto en el alcance de los fines prácticos de sus acciones.
Cuando un acontecimiento, acción, estudio, se presenta como “conocido en común con los otros”, pertenece en consecuencia a “lo que saben todos”.
Un acontecimiento forma parte del mundo de sentido común cuando: a) el sujeto asume, b) asume que su interlocutor asuma, c) asume que del mismo modo que él asume respecto al interlocutor, el interlocutor asume, respecto de él.
La Reflexividad
La reflexividad es una práctica cotidiana: esto es, desde el punto de vista de la etnometodologia, que el uso cotidiano, normal del lenguaje, representa inevitablemente, y al mismo tiempo, tanto una descripción de las escenas de interacción social como un elemento de estas mismas escenas que aquél consigue ordenar. Un enunciado no “transmite” sólo una cierta información, sino que al mismo tiempo crea un contexto en el cual la información misma puede aparecer.
El conocimiento de sentido común de los hechos de la vida social es para los miembros de la sociedad un conocimiento institucionalizado del mundo real.
Las actividades con que los miembros producen y tratan escenas de acontecimientos cotidianos organizados son idénticas a los procedimientos que los sujetos usan para hacer tales escenas “explicables”. El carácter reflexivo de las prácticas de resumen (justificaciones, explicaciones, exposiciones) constituye el punto crucial de este enfoque.
La atención sobre el concepto de reflexividad hace necesario subrayar que “los procedimientos de descripción, sus resultados y los usos de sus resultados son elementos integrantes del mismo orden social que tales procedimientos ayudan a describir”.
Cuando se describe una situación social, la selección de los elementos de la descripción misma es percibida por el destinatario como medio para localizar aquello que el locutor está tratando de hacer comprensible con su descripción, y a la vez aquello que se percibe como fin del locutor puede ser usado por el destinatario para comprender un elementos de la misma descripción.
Hay una unión de reflexividad entre el acto de seleccionar un elemento de una descripción y el acto de comprender el fin práctico por el que éste es seleccionado.
Del concepto de reflexividad deriva el interés de los etnometodólogos por todo aquello que se refiere a los métodos que los sujetos utilizan para describir, hacer resúmenes de acciones, dialogar. Desde este punto de vista, el problema de “capturar” los procesos de construcción y negociación de la realidad requiere una fuerte atención sobre el uso del lenguaje en los ambientes estudiados. Grabación de las conversaciones, cuidadas descripciones etnográficas de las escenas de interacción, identificación de los conocimientos de sentido común usados por los sujetos estudiados y por el investigador que los estudia, para comprender el sentido de las acciones de los sujetos, constituyen así etapas obligadas para todo trabajo etnometodologico.
La indexicalidad.
Las expresiones idexicales son lógicamente las que marcan la inserción de las frases y de su significado en la ocasión, en la situación en que se enuncian: la naturaleza indexical del discurso indica que éste está marcado por las referencias de persona, espacio, y tiempo que lo sitúan en un contexto. La naturaleza indexical del discurso común y de las prácticas cotidianas es ineliminable, es una actividad situada.
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