Frutillas

Antes de darle inicio a este proyecto nuestro grupo se encargó de buscar la información necesaria para poder brindarle un buen cuidado a nuestros plantines de frutillas, nos dividimos los materiales que cada uno iba a obtener y luego en el colegio fuimos acomodando todo. Compramos tres plantines de frutillas, dos de los plantines los pusimos en un cajón de manzanas, que previamente lo habíamos tapado con una tela llamada friselina y le habíamos agregado una cantidad escasa de tierra; el tercero lo dejamos apartado tapado con un cono hecho de cartulina negra para que no tenga contacto con la luz y además no le administramos agua en ningún momento. A medida que pasaba el tiempo las plantas iban muriendo por falta de cuidado por parte de nosotros 3, las hojas se secaban, el tallo se hacía cada vez más oscuro y las flores que estaban se marchitaron. Además de por la falta de cuidado otros factores que influyeron para que los plantines mueran fueron la poca cantidad de tierra que le agregamos al cajón y también la mala manera en la que esparcimos la tierra en la que originalmente estaban los plantines, nosotros cortamos la maceta en la que se encontraban y automáticamente los agregamos al cajón, sin descomprimir la forma que la tierra tenía, las dos plantas tenían forma de maceta y sus raíces estaban comprimidas, por lo cual esto dificulta aún más que crezcan de manera adecuada.

Luego de cierta cantidad de tiempo nos pusimos de acuerdo para comprar dos plantines más para sustituir a los anteriores que estaban muertos, el tercero lo dejamos permanecer intacto ya que igualmente no teníamos que regarlos ni exponerlos a la luz del sol. Sacamos toda la tierra que estaba en el cajón y los plantines muertos, desechamos todo, incluida la tela friselina y pusimos una bolsa de papas, luego la tierra nueva, hicimos dos agujeros lo suficientemente grandes para que entren adecuadamente los plantines nuevos, los alejamos uno del otro y a uno solo le agregamos abono natural.

Nuestro abono natural lo hicimos a partir de cáscara de huevo, para esto primero rompimos 3 huevos y apartamos a un lado la cáscara, la hervimos para poder separar la membrana fina que se encuentra pegada a la cáscara, posterior a esto lo que hicimos fue moler la cascara, primero la pisamos y como seguían estando algo grandes de tamaño las metimos a una licuadora y de esta forma quedaron hechas polvo y ya eran adecuadas para usarlas como abono natural.

Pusimos el polvo en la tierra de uno de los plantines y con el paso del tiempo, y la dedicación que le pusimos, pudimos observar cosas que con los primeros plantines no fuimos capaces de visualizar ya que, como mencione con anterioridad, no los cuidabamos bien y gracias a esto no dieron frutos siquiera; algunas de las cosas que observamos que con los primeros no pasó es que a medida que pasaban las semanas las flores comenzaban a adaptar

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