GIROS, RUPTURAS Y RELACIONES DE ELEMENTOS CONCEPTUALES Y TEORICOS DEL CIRCUITO ECONOMICO SOCIAL RESPECTO A LA ECONOMIA FEMINISTA

ENSAYO DE ECONOMIA

Yajaira Jazmín Guamán T.

María Belén Orozco C.

ENERO 2019

GIROS, RUPTURAS Y RELACIONES DE ELEMENTOS CONCEPTUALES Y TEORICOS DEL CIRCUITO ECONOMICO SOCIAL RESPECTO A LA ECONOMIA FEMINISTA

INTRODUCCION

        En el presente ensayo tiene por objeto analizar los conceptos que entrelazan vínculos entre una economía solidaria, que tiende a la visión de la búsqueda del buen vivir, misma que se complementara con percepciones de una economía feminista.

Este analisis comprende en primera instancia la conceptualización de economía a partir de:

“la institucionalidad del proceso económico dota al proceso de unidad y estabilidad; crea una estructura con una función determinada en la sociedad (…) centra el interés en los valores, los motivos y la política (…) la inclusión de lo no económico es vital” (Polanyi, 1976, pág. 161).

En este marco de analisis de Polanyi, postula que: “el termino económico es un compuesto de dos significados que tienen raíces independientes. Los llamaremos significado substantivos y significado formal” (Polanyi, 1976, pág. 155), siendo el significado substantivo el punto de partida para la economía solidaria y de analisis para el presente ensayo.

En el segundo capítulo comprende el analisis de los Circuitos Económicos Solidarios Interculturales (CESI), que promueven la búsqueda del buen vivir en base a los principios: reciprocidad, distribución, vincularidad y autonomía, este último, se vuelve un desafío por la razón del marco del capitalismo es decir frente “a un mundo globalizado en donde priman los conceptos utilitaristas de maximización de la ganancia que produce una concentración de la riqueza cada vez mayor, donde el consumo superfluo y exacerbado es parte de la cotidianidad y donde las leyes están al servicio de la transnacionalización de la economía” (Jimenez, 2016, págs. 110-111), sin embargo en el caso ecuatoriano tiende a una cultura de reciprocidad y solidaridad asentada sus bases el trabajo comunitario motivo por lo cual se aprovechar y potenciar.

En el tercer capítulo se reflexiona y analiza la construcción del enfoque de la economía solidaria, mencionando las esencialidades en las que se origina esta economía, allí destacamos como base de la explicación el texto de Coraggio.

En el cuarto capítulo se analiza a la economía feminista como un proceso determinado con base histórica que busca replantear la metodología que existe en la producción capitalista, desde las realidades de América Latina (países periféricos) a países centrales, en donde existen diversos términos relacionados a un proceso de integración e igualdad de género que se sitúan en una sociedad determinada en base al funcionamiento particular de la sociedades que serán descritos en el presente ensayo.

En el quinto capítulo se comprende la relacion, giros y rupturas entre la economía solidaria y la economía feminista desde el enfoque que va desde  “afirmar una (casi) completa convergencia hasta criticar la debilidad de la economía solidaria para integrar la dimensión transformadora de las relaciones de género, pasando por visiones que hablan de una complementariedad de principios entre economía solidaria y feminismos” (Vega, 2017: 127), aludiendo que las mujeres son las protagonistas o actores en la economía solidaria, por la razón de que logran la igualdad de género de la mano del empoderamiento, “Muñoz, a partir del análisis de iniciativas de economía solidaria en las que participan mujeres (…) permite plantear la inclusión del género en la economía y fortalecer marcos para una justicia de género” (Vega, 2017, pág. 126), tomando en cuenta el rol de las mujeres que han tenido en el tiempo en el marco de una sociedad dominado por el patriarcado, y para la ruptura de esta dominación se parte de que valorice más el trabajo reproductivo siendo así punto de ruptura con la división sexual del trabajo.

CAPITULO I

1. Economía.-

        Para tener una mayor comprensión de los fenómenos económicos, se hará en el marco de la perspectiva crítica de Polanyi autor heterodoxo en donde expresa que “el sistema económico es, pues, un proceso institucionalizado” (Polanyi, 1976, pág. 159), en donde “desarrolla sobre el ser humano, caracterizada por inscribir las prácticas sociales de los sujetos dentro de procesos culturales de socialización y acuñación de comportamientos, todo ello en relacion a la forma en que las diferentes sociedades históricas organizan la provisión colectiva del sustento humano” (Sanchez, 1999, pág. 28).

La transición de los fenómenos económicos de acuerdo a las relaciones sociales y culturales es la base de las diferentes sociedades, hoy en día se habla de una economía de mercado “fundada en la socialización de una mentalidad capitalista dedicada a obtener ganancias mediante la maximización del beneficio obtenido en el intercambio de todo tipo de mercancías y servicios (incluyendo el trabajo y la tierra)” (Sanchez, 1999, pág. 29), sin embargo para el autor Olivera interpreta que la economía de mercado se adapta velozmente  al progreso tecnológico, por ello alude que no se debe confundir:

 “Entre la economía de mercado y el sistema capitalista. Mientras la economía de mercado atañe a la forma en que se coordinan las decisiones de las unidades económicas, el capitalismo concierne la modo como se distribuyen los resultados patrimoniales de esas decisiones” (Olivera, 2003, pág. 25).

Se alude por parte de Polanyi la distinción entre la economía sustantiva y la economía formal argumentado la presencia de las diferentes formas de organización de la economía y de la sociedad contrario a la organización de la economía de mercado.

La economía formal se basa en la relacion ente los medios y los fines en base al ahorro, “señalan a la economía como la ciencia de la escasez, en la que el fin justifica los medios y la naturaleza es vista como un recurso a ser explotado, preceptos asumidos por los economistas positivistas, así como por los llamados formalistas” (Jimenez, 2016, pág. 105), la economía formal llega a desenvolverse al convertirse en economía sustantiva, vinculados y consolidados en las prácticas sociales.

La economía sustantiva se basa en el requerimiento del entorno físico o territorio “ hablar de territorio va más allá, es el lugar donde se conjuga una serie de elementos que permiten a las personas y a los grupos que habitan en ellos satisfacer sus necesidades, cumplir sus aspiraciones y fomentar la identidad” (Jimenez, 2016, pág. 118).

Ahora bien aclarado los significados, valga la suerte de aludir en contraste, los conceptos sustantivitas da origen a la economía solidaria “relacionada con el “oikos”, en el cual los marcos sociales, históricos y culturales son parte de las decisiones económicas” (Jimenez, 2016, pág. 105).

CAPITULO II

1. Circuitos Económicos Solidarios Interculturales (CESI)

La construcción del CESI fue “una herramienta metodológica política para el fomento de sistemas económicos solidarios que promuevan la reproducción ampliada de la vida, en búsqueda del sumak ally kawsay (Buen Vivir)” (Jimenez, 2016, pág. 101), es decir es el mecanismo o instrumento de articulación de la economía solidaria junto a sus especificidades de reciprocidad, distribución, y el cuidado de la naturaleza o medio ambiente conjuntamente de la autonomía de la política, la cultura y lo social.

Los Circuitos Económicos Solidarios Interculturales se pueden expandir y fomentar cuando los principios de convivencias sean cotidianos, impulsando las sociabilidades, por la razón que es base de principios de la economía solidaria “la reciprocidad fomenta los circuitos solidarios ya que fortalecen las articulaciones que se generan en los actos de intercambio, produciéndose encuentros horizontales y simétricos” (Jimenez, 2016, pág. 114), conjuntamente con la distribución uno de los principios del sector de la política pública, permite la satisfacción del ser humano de lo que necesitan, tiende a la igualdad y a la equidad “partiendo del principio que todos los bienes son de todos, es decir, comunitarios” (Jimenez, 2016, pág. 115).

Otro principio de los CESI, la vincularidad,  “clave para el fomento de la vida, no solo con las personas, sino con los seres que forma parte de la naturaleza” (Jimenez, 2016, pág. 115), en contexto al marco del capitalismo donde cada emprendimiento tiende a la visión de ganancia o rentabilidad, es decir “el fin justifica los medios” , en donde el ser humano busca cumplir su fin por cualquier medio pero sin poner atención al deterioro que genera en su entorno a lo contrario de la economía solidaria quien desarrolla la búsqueda del aprendizaje, el descanso, la autonomía, es decir fomenta su propia convicción de cada ser humano sin precedente y  factores externos siendo un desafío el principio de los CESI construir la autonomía.

En el caso ecuatoriano apuesta la Economía Solidaria por el desarrollo de los CESI, a partir del año 2001, donde se debe aludir que “existe una historia y una cultura de reciprocidad y solidaridad, que está unida al trabajo desarrollado por las organizaciones de la sociedad civil (…) tenemos una cultura arraigada de trabajo comunitario que aprovechar y potenciar” (Jimenez, 2016, pág. 117).

Los CESI parten de los territorios que comprenden “la tierra, el agua, la biodiversidad, los saberes, las costumbres, cosmovisiones, imaginario, visiones, relaciones, sueños y esperanzas” (Jimenez, 2016, pág. 118), para satisfacer las necesidades de la comunidades promoviendo las practicas productivas que impulse al cuidado del medio ambiente, la equidad social y el consumo, al contrario de las cadenas productivas “se refiere a todas las etapas comprendidas en la elaboración, distribución de un bien o servicio hasta su consumo final” (Mance, 2002, pág. 1).

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