Guzmán Campos, German. La Violencia En Colombia. Carlos Valencia Editores, 1980.

El texto expone testimonios que narran los detalles sobre la violencia en Colombia desde el año 1930 para dar contexto sobre los hechos ocurridos durante estos años y entender las razones de esta violencia. El texto se titula “La violencia en Colombia” y fue escrito por German Guzmán Campos y publicado por Carlos Valencia Editores en 1980.

La tesis que se presenta es que a causa del cambio de gobierno comenzó una racha de asesinatos y destrucción, tesis que es sustentada con varias citaciones durante todo el texto, al igual que algunos datos numéricos.

El capítulo se divide en tres partes. La primera es la etapa conflictiva de 1930 en donde uno de los antiguos ministros conservadores de Enrique Olaya Herrera explica cómo sin aparente causa después de un pacífico cambio de gobierno explota esta ola de violencia; la segunda parte es el cambio de gobierno en 1946 en donde se narra la creciente ola de huelgas y paros que se extienden por todo el país desde septiembre de ese año; la tercera parte, “el año aciago de 1948” en donde se declara en estado de sitio la región de Santander y se nombra como jefe civil y militar al General Carlos Matamoros.

Como uno de los antiguos ministros del gobierno de Olaya expresó, Enrique Olaya realizó una administración sólida y ordenada y aun así se produjeron estos inexplicables brotes de violencia en varios departamentos cuando se esperaba que se consolidara más que nunca la convivencia de los dos partidos.

La creciente oleada de huelgas y paros eran fomentadas por importantes políticos y las provisiones de armas y munición venían de Venezuela. Algunas partes del país se consideraban en estado de guerra civil y así en cada acto de la policía o de los revolucionarios se señalaban a los liberales o conservadores.

Ante la avalancha de sucesos se nombra al General Carlos Matamoros como jefe civil y militar que se posesiona el 20 de enero de 1948 y se inicia un combate entre la vereda liberal de Román y la vereda conservadora de San José de la Montaña, donde se hace notar un gran desperdicio de munición que lleva a sospechar al gobierno de la existencia de fábricas clandestinas de municiones.

Todo el texto es reforzado por citas de grandes líderes o personas que tuvieron conocimiento amplio del tema en el momento de los sucesos, algunas cifras de numero de asesinados y destrucciones que se dieron a conocer por los políticos del momento.

Según Guzmán (1980), “puede evidenciarse que no se entendería la violencia sin adentrarse en los detalles de algunos antecedentes históricos inmediatos” (p,23). El texto logra adentrar al lector en estos antecedentes y describirlos muy detalladamente pero hace esto durante todo el texto haciendo uso constante de citas y aunque es una manera eficiente de lograr explicar estos acontecimientos resulta confuso y cansa al lector de manera muy rápida. Al leer el texto no se siente que el

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