Violencia En Colombia

LA VIOLENCIA EN COLOMBIA

Orlando Fals Borda, Monseñor Germán Guzmán,

Eduardo Umaña Luna

Una cantidad de grupos militares surgen a raíz de la lucha armada, el conflicto y la violencia. Grupos que proceden en su mayoría de zonas rurales en un promedio de edad entre los 14 y 25 años y que son llevados a formar parte de esos grupos por sentimientos de venganza, odio o interés económico y aspiraciones de libertad y justicia. Estas personas presentan niveles mínimos de educación pero si ideas claras sobre la tierra, el trabajo, la autoridad, la vida, la patria, la familia, la realidad, la propiedad, la sociedad y el amor, y es así como estos campesinos desfilan por la vida de manera desventajosa, con miras a explotarlo o despreciarlo. Esta lucha no era solo de hombres, la mujer era quien hacia las labores hogareñas además de cumplir órdenes de espionaje por parte de la guerrilla, en ocasiones la mujer debió someterse al destino inexorable de la violencia, acomodándose a las circunstancias, como ocurrió en San Pablo (Tolima). Pero también así se encontraban casos de mujeres guerreras que se encontraban en estos grupos de conflicto, como el caso de una mujer llamada Elvira, amarrada a un trapiche, pide que maten al hijo recién nacido que lleva en los brazos si ella ha de morir entre las llamas. Asimismo, como no había de extrañarse, el niño se presentaba como elemento activo de la tragedia. Pequeños soldados y futuros jefes; asesinos y criminales del mañana, en ocasiones, fuerzas llevadas por las circunstancias a destruir por su cruel concepto de la vida, niños testigos, jueces y fiscales de toda clase de delitos; que crecen llevando dentro, un espantoso monstruo, como el caso de “Caporal”, el niño guerrillero; Gustavo Suarez, Luis A. Silva y el rudo caso de Jaime Urrego Montoya, entre otros.

La vereda o vecindario es la vida perfecta del campesino, vivir en armonía, humildad y serenidad y que al perderla, se crean grandes resentimientos, odios y necesidades de conservación. El campesino al verse perseguido sin causa justificada, integra un nuevo grupo que ciertamente desconoce: el de la lucha, “la guerrilla” en el que siente una gran sensación de seguridad, de refugio, donde espera encontrar parte de su región, de su gente y su seguridad social que ha perdido. Estas son las comunidades desplazadas, desconcertadas, sin recursos, grupos que luchan y que se originan por acción de la violencia, en torno a ese dolor y a esa tragedia de perder sus tierras y que se polariza en el grupo. Como el ejemplo clásico en Rioblanco, Tolima, la policía asesina en una vereda a dos ancianos y los hijos de aquellos viejos se organizan, armados y con gran ejercito para vengar la muerte de sus viejos. En este grupo hacen parte hombres, mujeres y niños. Donde los hombres forman la vanguardia de un ejército, las mujeres componen la retaguardia ocupándose en los múltiples quehaceres. Y los niños sirven de microscópicos mensajeros con facultades superdesarrolladas.

Este grupo guerrillero comprende características a resaltar como la del control social y el exterminio de ilícitos. Sus prácticas revolucionarias están guiadas por principios organizativos del Frente Democrático de Liberación Nacional de Colombia. Todo guerrillero debe cumplir los “Mandamientos del buen guerrillero” y así mismo tienen derechos, normas de control social y condiciones para ascender a grados oficiales. Todos los asuntos eran confiados a la decisión inmediata del Comandante Supremo, que en casos de especial significación se asesoraba de los Comandantes de Zona. La justicia era administrada por el elenco directivo asesorado por el Estado Mayor, como en el frente guerrillero del sur del Tolima formado por las Hermosas, Rioblanco, Limon, La profunda, Herrera, Bilbao, Campohermoso y Planadas.

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