Historia De Los Medios De Comunicacion

HISTORIA

Prensa

La prensa en Bolivia nace alrededor de 1820. El primer periódico fue Gaceta del Ejército del Perú Libertador del Sur, publicado en La Paz, antes de la independencia del país (1825). Inspirados por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, se lanzaron, en 1825, El Chuquisaqueño y La Época que ayudaron a la formación de la unidad nacional, y a los que siguieron otros de vida muy corta. El 1 mayo 1845 apareció La época, que es el primer diario del país, y en el que trabajan Domingo Oro, A. Quintela y Mitre. En la segunda mitad del siglo xix aparecen El Telégrafo (1858), El Nacional (1864) y El Comercio (1879), que más tarde cambió su nombre por el de El Comercio de Bolivia, y El Imperial (1884). A partir de 1880 empieza la importancia del periodismo boliviano. Ya en el siglo ix se crearon el liberal El Diluvio (1904), El Tiempo (1909), El Norte (1913), El Fígaro (1914), La Razón (1917) y El Hombre Libre (1918), órgano del partido radical; La Verdad, conservador; y el republicano La Patria (1933). En 1937 se editaban, en conjunto, 25 diarios, de clara influencia política, muchos de los cuales eran órganos de partidos políticos; su labor informativa pasaba a segundo plano.

Legislación de prensa. Existe una Ley de Prensa desde 1925. Oficialmente no hay control gubernamental sobre la prensa, pero se ejerce por medio de la importación y distribución del papel prensa, monopolio del Gobierno, e incluso por medio de la fuerza pública. Además, los sindicatos bajo control del gobierno (COB) se han enfrentado a los diarios no alienados y de ellos han salido las peticiones de que se cierren, especialmente durante el periodo de Víctor Paz Estenssoro. Las grandes víctimas de esta época de rigor contra la prensa fueron La Razón, de La Paz, que fue puesto bajo la tutela de la organización sindical COB, y Los Tiempos, de Cochabamba. Durante el primer mandato de Paz Estenssoro y el de Hernán Siles Suazo fueron confiscados o saqueados Antorcha y La Noche, de La Paz; Trinchera, de Trinidad; y La Patria, de Oruro. El segundo permitió algunos órganos independientes tales como el semanario comunista El Pueblo, que acusaba al Gobierno de su falta de espíritu revolucionario, y el semanario católico Presencia, que gozaba de una buena reputación de imparcialidad. Autorizó únicamente dos diarios en la capital: El Diario, gubernamental, y última Hora de la tarde, bajo control de los sindicatos. En tiempos del segundo mandato de Paz Estenssoro, la prensa evolucionó lentamente hacia una mayor libertad, hasta que en 1966 el Gobierno cerró los diarios de su propiedad y prometió indemnizar a los dueños de Los Tiempos, cuyas instalaciones habían sido destruidas. A pesar de ello, los periodistas que se encontraban en Bolivia. en 1967 y principios de 1968 han sufrido muchas restricciones a la hora de informar sobre las actividades de los guerrilleros, y en el proceso de Jules Debray algunos informadores extranjeros han sido expulsados. Bolivia no tiene ninguna agencia de noticias. Los diarios reciben las informaciones de sus propios corresponsales y por medio de un boletín oficial de la Dirección General de Información. Los principales diarios están abonados a los servicios de AP o de UPI, que tienen sus oficinas en La Paz, mientras que los demás conocen la información extranjera por medio de los grandes diarios o por la radio.

En 1956, el número de diarios era de seis y su circulación fue creciendo de tal manera que en 1959 era de 116.000 ejemplares, 32.000 más que en 1956. Hay aran dificultad para conocer las cifras verdaderas de la tirada de los diarios bolivianos, especialmente durante los últimos Gobiernos autoritarios. En 1965, el número de diarios había aumentado a nueve y su circulación había disminuido a 95.000, según los datos oficiales. También descendió el número de ejemplares por 1.000 habitantes pasando de 35 en 1957 a 26 en 1965. En 1967 aparecían 15 diarios y su circulación era poco mayor que la de 1965. Los de la capital representan el 90% de la tirada total y sus ejemplares son leídos principalmente por la población urbana del país. Los otros periódicos, semanarios y mensuales, comprenden unas 50 publicaciones, entre las cuales se encuentran numerosas revistas técnicas o especializadas, todas ellas de poca difusión. La Paz tiene 4 diarios, siendo los principales El Diario (1904), cuya tirada es de 36.000 ejemplares durante la semana y 45.000 los domingos, y última Hora (1929), con 20.000. Cochabamba (93.000 hab.) y Santa Cruz (76.000 hab.) tienen cuatro. Sucre (72.200 habitantes) y Oruro (93.000 hab.) uno. Prensa católica. Los periódicos católicos que más se han destacado en el país han sido La Verdad, diario de La Paz; La Capital, trisemanario de Sucre; La Información Católica, bisemanal de Cochabamba, y El Mensajero del Sagrado Corazón, mensual de La Paz. Actualmente, el de mayor influencia es Presencia, fundado como semanario en marzo de 1952, que pasó a diario en octubre de 1952, y ha conseguido una circulación de 20.000 ejemplares.

Radio

El número de emisoras en 1967 era de 47 de onda media y 22 de onda corta. Una de las principales fue Radio illimani. El resto de las emisoras son privadas y pertenecen, por lo general, a pequeñas empresas independientes. Su único recurso es la publicidad y dedican el 75% de sus espacios a música ligera. Ocho de ellas pertenecen a organizaciones católicas. Con las estadísticas de los receptores ocurre lo mismo que con los periódicos, las cifras son contradictorias. En 1949 eran 150.000, y en 1957 ascendían a 250.000 para descender de nuevo a 200.000 en 1961. En 1965 eran ya 525.000, y de nuevo en 1967 habían descendido a 300.000 receptores.

Televisión

En mayo de 1961, el Gobierno autorizó la creación de Televisión Boliviana (TELEVIBOL), empresa comercial habilitada para la instalación y explotación de una emisora en la capital y, más tarde, en otros puntos del país. Sin embargo, está todavía en fase experimental.

Cine

El número de salas es de 90, con una venta anual de 3.200.000 localidades. Aparte de las comerciales, existen cerca de 30 salas instaladas por sociedades mineras al servicio de su personal. Están situadas en los mismos campos mineros, en regiones montañosas y de difícil acceso. El único productor nacional es el Inst. Cinematográfico Boliviano, fundado en 1943, que realiza documentales de corto metraje y de actualidad. Las películas de largo metraje se importan, dominando las de EE. UU.; se proyectan, además, films de Argentina, México, Francia, Italia e Inglaterra. La Dirección General de Cultura del Ministerio de Educación organiza, en las escuelas y en las pequeñas poblaciones, sesiones de cine educativo y proyecciones de la United States Information Agency y del British Council.

...