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Historia de la Danza Contemporánea en Guadalajara


Enviado por   •  17 de Diciembre de 2020  •  Documentos de Investigación  •  1.943 Palabras (8 Páginas)  •  279 Visitas

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La danza contemporánea en Guadalajara ha sido una muy peculiar ya que esta llega un poco “tarde” si se puede decir, a finales de la década de 1950 – precisamente en el año 1959 – Celina López Gálvez decide presentar las primeras clases de danza moderna dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social, sin embargo, dicho proyecto no fue fructuoso y se desvaneció prontamente hasta que en 1970 llega el magistral Onésimo González.

Onésimo fue un bailarín que destacó extraordinariamente en el Distrito Federal dentro del Ballet Folklórico y el Ballet Clásico 70, y decidió abrir un taller de danza moderna en la Universidad de Guadalajara que posteriormente sería el grupo “Integración”, precedente de la danza moderna-contemporánea de Guadalajara. De manera subsecuente de la creación de dicho grupo, ciertos miembros encabezados por los hermanos Carlos y Federico Íñiguez dieron un giro al Grupo de Danza Moderna del Departamento de Bellas Artes de Jalisco, el cual nació en 1974 junto con el área de danza coordinada por la maestra Josefina Rodríguez.

La bailarina Josefina Rodríguez fue autora y creadora de la Oda Elemental A Un Pueblo, asimismo, fue heredera del Movimiento Nacionalista de Danza Moderna, la cual fue muy relevante en la Ciudad de México.

Posteriormente, se forma un nuevo grupo de danza moderna que llevaba el nombre de KAM; esta fue formada por bailarines que fueron integrantes del Departamento de Bellas Artes de Jalisco y que comenzaron su trabajo dancístico con Onésimo y su escuela ubicada en el primer piso del edificio “Corona” del centro histórico, en donde se abrieron clases para personas de nivel principiante, intermedio y avanzado.

Los bailarines que formaron dicho grupo moderno independiente fueron María Elena Íñiguez Romero, Armida Vargas, Martha Ramírez, Leticia Pérez Córdova, Georgina Díaz “La Coca”, Carlos Íñiguez y Federico Íñiguez. Los hermanos Íñiguez se encargaron de la composición de nuevas coreografías y remontar algunas piezas ya presentadas para el DBA. De los principales proyectos de este grupo fueron Purificación, Canción de los Bosques de Viena, Marte, Oración, y Él y Nosotros. Purificación fue creado por Carlos Íñiguez y plantea un aquelarre que es interrumpido por una fuerza divina la cual reestructuraba la paz, utilizando música de Mussorgsky (Una Noche en la Árida Montaña), presentando a seis bailarines; Marte está basada en la música de “Los Planetas” de Gustav Holst y representaba a los átomos mediante el ímpetu de la partitura. Canción de los Bosques de Viena fue creada por Federico Íñiguez y su sustento fue la euforia que se le provocó con la música de Dmitri Shostakovich; Oración fue compuesta con música de vivaldi y Haendel; Él y Nosotros – anteriormente Dueto I – planteaba al ser andrógino, y cómo las dos almas son unidas al inicio y separadas posteriormente para salir del paraíso y emprender el viaje del conocimiento pasando por experiencias en el planeta Tierra hasta finalmente reencontrarse. Esta última fue creada a base del Invierno de Antonio Vivaldi y se tornó en una de las coreografías más populares y bailadas desde los años setenta hasta finales de los noventa.

A partir de la segunda mitad de los setentas, el DBA decidió lanzar un programa de funciones didácticas artísticas que tomaron lugar en el Teatro Degollado y con la participación de su grupo dancístico. Su idea era formar público joven que se inspirara por los fragmentos de obras y narraciones de los coreógrafos mientras desglosaban los movimientos. A este proyecto se le dio continuidad en el salón de danza del KAM hasta 1995 ya que este cerró sus puertas por causas económicas, sin embargo, después de un año Carlos abrió el centro cultural INARS, cuya palabra es una expresión de latín que denomina “en el arte”, y continuó este trabajo.

En continuidad, en el año 1980 Onésimo deja la dirección del grupo Integración a manos de Pablo Serna con el fin de hacer carrera en Veracruz, realizando una estancia de cinco años. Serna era maestro y director del grupo, más era bailarín de igual manera. El bailarín poseía extensiones extraordinarias de piernas que le permitían destacar y decidió encaminarse hacia una estética similar a la de la Danza Butoh a pesar de no tener ningún contacto directo con esta.

A partir de 1990, Carlos Íñiguez funda el grupo de danza del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud (CODE), debutando con las coreografías Creación, la cual se basó en la música de Carlos Jiménez Mabarak, Cáritas, usando música de Cat Stevens al presentar un mundo de caos y la idea esencial de construir un tótem y destrozarlo en 45 segundos; y Diablitos, que utilizó la música de Vangelis.

Existió una transición gradual de la Danza Moderna a la Contemporánea, como sabemos, la primera ilustra la música o alguna historia de cierta manera, y en la segunda se presenta una trama (si es que existe) mediante una atmósfera e imágenes. Tanto Onésimo, como su hijo Enrique Calatayud y los hermanos Íñiguez, iniciaron una composición con lenguajes diferentes y menos ilustrativos, los cuales se convirtieron en algo común en la danza.

En cuanto a la Danza Moderna, esta decide presentar una época y una forma de expresión como en las pinturas y en las demás artes, y en oposición está la Contemporánea, presentando otras épocas y formas de expresión. Existe actualmente una idea errónea en relación a la Danza Moderna la cual la etiqueta como atrasada y pasada, queriéndola olvidar en vez de conservar ya que es en realidad patrimonio dancístico el cual aspira a la coreografía Contemporánea.

Actualmente, existen muy pocas coreografías modernas debido a que estas son efímeras y era muy complicado crear algún registro visual, de las pocas que conservamos actualmente, algunas son de Onésimo – conservadas por cintas de cine o por la memoria y los apuntes de su actual viuda Sonia Salcedo de González y sus hijos Enrique Calatayud y Elías Ajit González Arredondo-, y han sido repuestas por el bailarín y coreógrafo Rafael Carlín Hernández en algunos programas pasando el año 2000.

Una de las bailarinas coreógrafas que llegó prontamente a la composición contemporánea fue Paloma Martínez, la cual fue formada en ballet clásico por la maestra Dulce María Silvera del Callejo y en el Colorado College de Colorado Springs, con Hanya Holm. Ella fue bailarina del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández y llegó a ser participante del grupo Integración.

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