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IMPACTO SOCIAL DE LA CRISIS MIGRATORIA EN JOVENES DE LA PARROQUIA SANTA BARBARA MUNICIPIO EZEQUIEL ZAMORA ESTADO BARINAS AÑO 2017


Enviado por   •  21 de Junio de 2017  •  Prácticas o problemas  •  6.817 Palabras (28 Páginas)  •  301 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL[pic 1]

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”

VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL

PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS

SUBPROGRAMA SOCIOLOGIA DEL DESARROLLO

IMPACTO SOCIAL DE LA CRISIS MIGRATORIA EN JOVENES DE LA PARROQUIA SANTA BARBARA MUNICIPIO EZEQUIEL ZAMORA ESTADO BARINAS AÑO 2017

(Trabajo de Aplicación presentado Como requisito para optar al Título de Licenciada en Sociología Del Desarrollo).

Autor:

 Pérez Johanna  C.I. 24.360.817

Tutor:

Prof. (a) Omaira de Echenique

Docente Seminario de Tesis:

Rafael Hernández C.I. 11.794.735

SANTA BARBARA, MAYO 2017

CAPÍTULO I

El PROBLEMA

Planteamiento y formulación del problema

     El fenómeno de la migración en el mundo se presenta como un proceso que ha experimentado ciclos ascendentes y decrecientes, en las naciones desde siglos, en distintos momentos históricos, y desde diversos países, en donde se han producido éxodos importantes de población, de miles y millones de personas que viajan cada año a otros países con la esperanza de encontrar una vida mejor y nuevas oportunidades laborales. La migración ha sido un fenómeno constante en toda la historia de la humanidad, múltiples razones han motivado ese flujo de habitantes de su habitad, determinado a otro donde se presenten mejores condiciones de vida, a pesar de las leyes migratorias, siempre más estrictas y complejas se mantienen altos niveles de movilidad humana.

     No obstante, la migración conlleva a un conjunto de patrones específicos en las relaciones e interacciones del migrante, distintos a los prevalecientes en sus países de origen. El paso abrupto de un ambiente social y cultural a otro plantea serios problemas sobre la capacidad de adaptación tanto individual como colectiva del migrante.

     En efecto, este siglo XXI ha estado dominado por la capacidad de la humanidad para el desplazamiento de  las personas a ritmos acelerados, donde las migraciones internacionales nunca fueron tan masivas. Por lo tanto, es allí el grado de importancia que tiene la integración de los inmigrantes en las sociedades de los países receptores de migrantes siendo importante  la implementación de políticas públicas, incluyentes con efectos significantes sobre variables tales como el mercado de trabajo, provisión de viviendas, educación y seguridad social, al mismo tiempo que sobre las instituciones políticas y sobre aquellas instituciones culturales relacionadas con temas tales como la identidad nacional. Es así como Dávila (2015) en su estudio acerca de la inmigración en España y sus crisis económica expresa que:

Estos migrantes deciden dejar su país al que pertenecen por falta de expectativas para su porvenir personal, familiar y la situación económica que vive en él. Es así como por lo menos tres de cada migrante establecen claramente, como causa de su salida el hecho de no contar con empleo; falta de medios económicos para solventar sus necesidades básicas familiares como: alimentación, vivienda, salud, vestuario, educación; falta de políticas estatales para invertir en construcción, producción, industrialización, microempresas, artesanías.(parr.1).

     Es decir, que a medida que estos flujos migratorios aumentan indeteniblemente, los obstáculos para frenarlos también se multiplican, y las motivaciones para partir siguen siendo las mismas como la diferencia en los niveles de vida entre países, pobreza, búsqueda de mejores condiciones económicas y sociales, inestabilidad política, persecución religiosa, guerras, desastres naturales entre otros.

     En efecto, Venezuela no escapa de esta realidad; hoy día atraviesa una gran crisis económica, que afecta diversos aspectos, entre ellos el campo de trabajo, en la generación de empleos y cargos. Cabe destacar que Guerrero, Peña y Vera (2016) señalaron que  debido al cierre de empresas, la saturación de la oferta laboral en profesiones tradicionales,  reducen la posibilidad del empleo, haciendo inaplazable una formación emprendedora y a su vez  la alta tasa de estudiantes universitarios donde estudian, se gradúan y egresan en su especialidad  sin contar con un empleo satisfactorio, y ni siquiera cuentan con el estudio de estrategias que los motive y permita el autodesarrollo.

     En consecuencia, los venezolanos enfrentan un duro proceso migratorio, nunca antes visto, en estos últimos quince años, donde más de millón y medio de venezolanos se marcharon a otras naciones en busca de una mejor calidad de vida que los empuja a desprenderse de sus familias, amigos hasta de su tierra. Para tal efecto, Pérez (2014) en su estudio de la emigración venezolana expone:

     En Venezuela se habla mucho sobre el emigrar y las posibilidades y porcentajes de éxito de esa opción, esto es positivo pero además es una pérdida significativa. Venezuela está perdiendo su capital intelectual. La migración descontrolada puede generar resistencia por restarles oportunidades a los ciudadanos naturales y es allí donde se producen choques culturales y diferencias. Y eso es normal en cualquier emigración, sin embargo lo vemos ahora porque somos la novedad ante el mundo por la situación actual. (parr.1).

     Sobre las bases de la idea expuesta la reacción es exclusiva en lo que sucede con la inmensa mayoría de las notas periodísticas de nuestro país, referidas a temas como la criminalidad, la inflación o el desabastecimiento, por sólo citar algunas de las circunstancias que más afectan a la población venezolana, donde los efectos de estas dinámicas de la crisis migratoria no han sido enfrentados con políticas integrales que tomen en cuenta el espacio del fenómeno de la migración;  los costos y las oportunidades para las personas que se han ido, para aquellas que se han quedado y para las que han llegado.  

     No obstante, existen razones de este componente migratorio que se dan en distintas condiciones que hace que se arriesguen mucho dejando atrás un estilo de vida muy distinto al que encontrará en el país destino viéndose también reflejada en un fracaso, por lo que  el cambio de vida que se espera no es tan grande porque no todo país le brinda al migrante venezolano un clima de paz y estabilidad y más aun con la situación social y política que hoy nos agobia, cuando por parte de algunos migrantes cambian su lingüística de pertenencia de su país y con el crea un sentimiento de desprecio en las personas quienes emigran, iniciando una campaña mediática de desprestigio en la que denigran de su país, en este caso del pueblo venezolano, como en los últimos meses he notado en cada uno de los medios masivos de comunicación.

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