Inclusión de los jóvenes discapacitados al sistema educativo.

Más adelante en 1990 con la LOGSE se introdujeron los principios del sistema educativo y en las leyes posteriores, que son la LOCE (2002), la LOE (2006) y la LOMCE (2014) se han centrado en implantar principios para la inclusión. Porque para la consecución de la universalidad del derecho a la educación es importante una educación inclusiva.

Para facilitar la inclusión de los jóvenes discapacitados al sistema educativo que está formado por varios niveles que son: la enseñanza infantil, primaria, secundaria, bachillerato, educación superior o formación profesional; las Comunidades Autónomas facilitan ayudas y becas para que las familias puedan afrontar los gastos de los materiales que necesiten para la formación de sus hijos. En la mayoría de escuelas españolas estos niños y niñas que presentan alguna discapacidad tienen una clase aparte de los demás, los responsables de estos colegios y los educadores justifican esta acción con la excusa de que ellos necesitan unas atenciones especiales cuando lo único que hacen es construir un muro entre los niños que tienen discapacidad y los que no.

Se debería de promover actividades conjuntas para que mientras todos aprenden y se forman puedan convivir juntos en el horario escolar, forjar amistad y así aprender a valorar que todos pueden hacer las mismas cosas, unos con más dificultad que otros pero al fin y al cabo lo realizan.

En España, los últimos estudios realizados han reflejado que el número de personas con discapacidad que actualmente se encuentran realizando sus estudios universitarios es muy bajo, solo de un 1,1% y el porcentaje sigue bajando si se habla de posgrados o master. Sólo hay que ver que el porcentaje de personas discapacitadas que han terminado sus estudios es de un 5 o 6%, lo que refleja que a las universidades les queda pendiente esta materia, donde se busca la integración, diversidad y accesibilidad de estas personas con sus necesidades especiales[pic 1]

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