Jóvenes: comunicación e identidad.

Jóvenes: comunicación e identidad

El artículo “Jóvenes: comunicación e identidad”, publicado en la revista Pensar Iberoamérica en el año 2002, escrito por el filósofo y antropólogo Jesús Martín-Barbero, expone algunas de las cuestiones que disminuyen la calidad de investigación, debate y políticas que involucran a los adolescentes en la sociedad. Así mismo, el autor plantea que los jóvenes han experimentado una diferenciación cultural y social con la expansión de la comunicación en el mundo.  

Martín-Barbero toma palabra de la antropóloga estadounidense Margaret Mead, quien establece un mapa y ubica tres tipos de culturas presentes en la sociedad: una Postfigurativa, heredada de los abuelos; otra Cofigurativa, modificada en la relación de padres e hijos; y una Prefigurativa, que toma su base en la relación de los jóvenes con sus comunes y compañeros. En esta última, Mead hace énfasis en que nace una concentración denominada comunidad mundial que comparte idealismos y permite el surgimiento de un nuevo mundo tecno-cultural. Consecuente al tema, el antropólogo cita al profesor Joshua Meyrowitz el cual afirma en su trabajo que los jóvenes y la televisión han hecho lazos, donde ésta última mencionada desplaza fronteras y desordena la cultura permitiendo así que los adolescentes presencien la vida adulta.

Por otra parte, el autor describe a las Comunidades Hermenéuticas como los grupos de jóvenes que encuentran maneras de expresión más profundas y significativas en los medios audiovisuales, es decir imágenes, música e idiomas, que además, personalizan con rasgos propios de su determinada nación. De igual forma, Martín-Barbero explica que la experiencia tecnológica avanzó al punto de permitir espacios de interconexión dejando a un lado la reunión de personas en puntos físicos, pero que a su vez, dio lugar al nacimiento de tribus urbanas que comparten un estilo de vida común. Con base en lo anterior, el antropólogo utiliza como metáfora los Palimpsestos, que simbolizan la elasticidad cultural juvenil demostrando que se conserva un poco de todo lo que los adolescentes han adquirido a lo largo de sus cambios y transformaciones en la sociedad. Además, Jesús Martín-Barbero hace énfasis en que las nuevas tecnologías comunicativas e informacionales, se manifiestan en nuevos lenguajes y escrituras de los jóvenes que se diferencian notoriamente del percibir y sentir de los adultos, y que a su vez da pie a la aparición de un entorno educacional descentralizado el cual permite que el saber y el conocimiento fluyan por fuera de la escuela y los libros.

El antropólogo menciona al chileno Martín Hopenhayn, quien establece los códigos de modernidad en objetivos tales como formar recursos humanos, construir ciudadanos y desarrollar sujetos autónomos. De igual manera, Martín-Barbero considera importante que las escuelas cambien su modelo educativo a uno en donde se interactúe con las tecnologías informáticas, a la par que se utilice el palimpsesto el cual conserva memorias importantes y el hipertexto que conlleva a la enciclopedia y transforma la lectura en escritura. Finalmente, el autor concluye que la sociedad pide al sistema educativo ciudadanos con mentes capaces de contrarrestar los intereses de los medios masivos y las modas que se establecen a su alrededor, así teniendo una autoridad en el desarrollo de sus propios cambios culturales y de identidad que generen resultados positivos para la sociedad.

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