Kim RyeoWook

Vivir lejos de tu país natal puede ser duro para quienes conserven recuerdos allí, pero para Kim RyeoWook no.

Él nació en Corea del Sur y no pudo crear una linda infancia con amigos de su mismo país por cuestiones de trabajo de sus padres, quienes ocupan el puesto de CEO de varias cadenas de restaurantes a nivel internacional, llamada "Family Kim", esta cadena de restaurantes se encarga de juntar dos culturas. Un ejemplo sería en México, allí juntan los tacos con kimchi ¡o en Francia! Allí juntan galletas simples de Corea con aligot*, también en España combinan la paella* con patas de cerdo, y así sucesivamente con otros países.

Pero no hablemos de comida que nos dará hambre. Prosigo.

Los padres de nuestro protagonista deseaban expandir su cultura más allá y finalmente la idea de centrarse en América del Sur se le ocurrió a la señora Kim dos días antes de enterarse de que estaba embarazada. Cuando el señor Kim recibió la noticia, no pudo evitar llorar de emoción y alegría de ser padre, por lo que él mismo decidió detener la expansión de su restaurante y dedicarse a cuidar a su esposa y futuro hijo. La mujer no quería detenerse y menos cuando estaban por cumplir su sueño de llenar al mundo con su restaurante, con algo que empezaron juntos, pero el señor Kim le dijo que aún tienen todo el tiempo del mundo para cumplirlo, que un descanso no vendría mal. La mujer quería negarse, pero la mirada de su esposo la obligó a acatar las normas con la condición deque la mantendría al tanto de todo lo que estuviera pasando, su esposo aceptó. Lo que más le preocupaba al señor Kim era que algo le ocurriera a su esposa y a su bebé.

Con el tiempo, el señor Kim intentaba llegar temprano del trabajo con uno que otro detalle para su esposa y al enterarse que era un niño, las rosas y golosinas fueron reemplazados por ropa de niño, juguetes para niños y una espaciosa habitación de azul para su ansiado varón. Cada vez el día se acercaba más y el señor Kim se sentía emocionado, mientras que la señora Kim se sentía como una vaca de lo gorda que estaba por el embarazo, estaba tan sensible que comía llorando, se bañaba llorando, hacía algunas revisiones llorando, tomaba café llorando y le hablaba a su bebé de cualquier maravilla llorando. El señor Kim fue fuerte al soportar a su mujer durante nueve meses.

Finalmente el ansiado día llegó y de esa llorona, pero fantástica mujer dio a luz a un bebé de 3,4 kilos con una altura de 50,3 centímetros, como todos ya sabemos es nuestro querido Wook, un lindo bebé que nació y al instante abrió los ojos como si estuviera al pendiente de todo; como ya mencioné al principio, RyeoWook nació en Corea del Sur y con tan sólo ocho meses sus padres retomaron los planes de expandirse más allá y como no podían vivir sin su Wookie, decidieron llevárselo con ellos. Durante el embarazo el señor Kim se encargó de expandir el negocio hacia América del Sur, y les quedaba un país por conocer su cultura y terminaron estableciéndose en ella. Primero hicieron una parada en Estados Unidos y luego siguieron su rumbo, doce largas horas sentados en esas sillas sin hacer nada, el señor Kim prácticamente estaba jugando con el dormilón de Wook y la señora Kim se informaba sobre el país al cual emigraban por un tiempo; finalmente el altavoz anunció su llegada.

—Señores pasajeros, me complace anunciarles que hemos llegado a su destino.—sonrió muy amable —¡Sean todos bienvenidos a Venezuela!

Venezuela. Un país hermoso como cualquier otro, lleno de personas amables y enriquecido de cultura, justo lo que los señores Kim estaban buscando, el pequeño se veía confundido ante el repentino cambio a su alrededor, las personas no se veían igual a sus padres, pero estaba feliz si estaba con ellos.

—¿Qué

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