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LA ACUMULACIÓN ORIGINARIA DE CAPITAL, EL DESPOJO Y LA RUINA DE LOS PRODUCTORES DIRECTOS. EL MERCADO MUNDIAL


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  1.416 Palabras (6 Páginas)  •  877 Visitas

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LA ACUMULACIÓN ORIGINARIA DE CAPITAL, EL DESPOJO Y LA RUINA DE LOS PRODUCTORES DIRECTOS. EL MERCADO MUNDIAL, LAS MANUFACTURAS, EL MERCANTILISMO DE LOS ESTADOS ABSOLUTISTAS.

En tiempos muy remotos había una minoría trabajadora, inteligente y sobre todo ahorrativa, y otra una haragana, que derrochadora. La leyenda del pecado original teológico nos dice que el hombre fue condenado a ganar el pan con el sudor de su frente; pero la historia del pecado original económico nos revela por qué hay gente que no necesita sudar para comer. Así explica que mientras los primeros acumulaban riqueza, los segundos acabaron por no tener qué vender más que su mano de obra. De esto arranca la pobreza de la gran mayoría, que hoy, a pesar de lo mucho que trabajan, no tienen nada que vender más que sus personas, y la riqueza de una minoría que no cesa de crecer, aunque haya ya muchísimo tiempo que sus propietarios han dejado de trabajar. Sabido es que en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el asesinato.

Ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, tampoco los medios de producción ni los artículos de consumo. Necesitan convertirse, para ello han de concurrir una serie de circunstancias: han de enfrentarse y entrar en contacto dos clases: los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo y los obreros libres.

Obreros libres, que no figuran directamente entre los medios de producción, ni cuentan tampoco con medios de producción propios; vendedores de su propia fuerza de trabajo. Con esta polarización del mercado de mercancías, se dan las dos condiciones fundamentales de la producción capitalista.

El régimen del capital presupone el divorcio entre los obreros y la propiedad, además convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados.

La llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Se le llama “originaria” porque forma la prehistoria del capital y del régimen capitalista de producción.

La estructura económica de la sociedad capitalista brotó de la estructura económica de la sociedad feudal.

• El despojo y la ruina de los productores directos. El productor directo, el obrero, no pudo disponer de su persona hasta que no dejó de ser esclavo o siervo de otra persona. Un movimiento histórico que convirtió a los productores en obreros asalariados, fue  la liberación de la servidumbre y la coacción gremial, sin embargo, vemos que éstos sólo pueden convertirse en vendedores de sí mismos, una vez que se ven despojados de todos sus medios de producción y de todas las garantías de vida que las viejas instituciones feudales les aseguraban.

El proceso de donde salieron el obrero asalariado y el capitalista, tuvo como punto de partida la esclavización del obrero. Ésta esclavización no hizo más que cambiar de forma: la explotación feudal se convirtió en explotación capitalista.

Aunque los primeros indicios de producción capitalista se presentan ya, esporádicamente, en algunas ciudades del Mediterráneo durante los siglos XIV y XV, la era capitalista sólo data, en realidad, del siglo XVI.

En la historia de la acumulación originaria hacen época sobre todo los momentos en que grandes masas de hombres se ven despojadas repentina y violentamente de sus medios de producción para ser lanzadas al mercado de trabajo como proletarios libres. Sirve de base de todo este proceso la expropiación que priva de su tierra al productor rural

•El mercado mundial. Fueron numerosas e importantes las consecuencias de los descubrimientos geográficos y la colonización. Una de ellas es que se desplaza el comercio del Mediterráneo hacia el Atlántico. Por ello las ciudades mediterráneas entran en decadencia en tanto se inicia el auge para aquellas con vistas al Atlántico. Las potencias ahora serán Portugal, España, Holanda, Francia e Inglaterra.

Además, las naves europeas circunnavegando el cabo de Buena Esperanza como el descubrimiento y la conquista de América hicieron que Lisboa, Sevilla, Cádiz y otros puertos españoles y portugueses adquirieron una importancia creciente y en ellas se establecieron comerciantes y banqueros italianos, alemanes y flamencos.

Fue así como las potencias con acceso al océano Atlántico, asumieron el liderazgo de la expansión europea de ultramar a lo largo del primer orden económico mundial.

Se crean nuevos mercados que impulsaron el comercio y naturalmente refuerza a la clase burguesa. De esta manera las grandes riquezas acumuladas serán un elemento importante en la formación de la industria moderna a finales del siglo XVIII.

Los portugueses tuvieron durante un tiempo el control sobre las costas africanas y la ruta hacia Oriente; así dominaron el comercio oriental de especias y otros productos, además inician el inhumano comercio de esclavos negros.

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