LA CRISIS DEL MUNDO ACTUAL Y LA PÉRDIDA DEL SENTIDO DE LO SAGRADO PARECEN SER LOS PEORES TIEMPOS PARA EL EFÍMERO SIGLO XXI.

LA CRISIS DEL MUNDO ACTUAL Y LA PÉRDIDA DEL SENTIDO DE LO SAGRADO PARECEN SER LOS PEORES TIEMPOS PARA EL EFÍMERO SIGLO XXI...

El mundo ha ido cambiando con los pasos del tiempo, las guerras, el avance tecnológico, así como otras muchas situaciones que se dan en los pueblos, han dado a lugar a que las personas en su mayoría los jóvenes estén perdiendo el sentido de lo sagrado, haciendo que este tiempo no sea el mejor.

Según Garland-Barrón “Parecen ser los peores tiempos para el efímero siglo XXI. ¡Qué lejanos se perciben los esperanzados días en que se presagiaba la paz y el progreso para el milenio aveniente, tras el llamado «corto y violento siglo XX” (párr. 1).

Se puede decir que el siglo XX fue el más terrible y violento que vivió la humanidad. En los años 1914 y 1939 se da el comienzo de la I y II Guerra Mundial respectivamente, pudiéndose decir que la segunda superó ampliamente a la primera en duración y magnitud, guerras que causaron millones de muertes de niños, jóvenes y adultos inocentes.

Debido a estas guerras, surgieron crisis en la religión, donde el cristianismo y la Iglesia vivieron en un estado de opresión, que aún persiste en la actualidad, esto debido a la persecución religiosa que peregrina en muchos países donde el fin primordial es la extinción del cristianismo y de la Iglesia. pero que muchos servidores de la fe han sido sus defensores.

Es evidente que las devastadoras guerras que se dieron en el siglo XX, hayan dado a lugar a la crisis de la religión que se vive en nuestros días, donde la perdida de la fe se ve aumentada día con día, donde personas dan parte a la secularización, desvinculación con la Iglesia que afecta al conjunto de la sociedad, rechazando todo vínculo fuerte, toda obligación que le confiere a la religión.

Con todo lo anterior, según Garland-Barrón, se cree que “más bien la humanidad parece haber ingresado en un vértice de turbulencia. El Papa Francisco expresaba que «el mundo está en una guerra a trozos (...) El mundo ha perdido la paz». Pero, a diferencia de otras percepciones, el Santo Padre juzgaba que «no es una guerra de religiones; es una guerra de intereses” (párr. 5).

        En definitiva, el mundo ha perdido la paz, dando lugar a las guerras, que se puede decir que es el acto más despiadado que pueda existir, donde los derechos humanos son casi nulos, grandes potencias que pelean por intereses, como lo son el dinero, los recursos naturales y el dominio de los pueblos, sin pensar que, con los bombardeos dañan a inocentes, generando enfermedades, sufrimientos y destrucción.

        Estas guerras hacen que un país todos los sistemas colapsen, se ve afectada la educación de los niños, que no pueden asistir a las escuelas, los suministros de medicinas, víveres y agua se ven escaseados, muchas viviendas son destruidas dejando a muchas personas a la intemperie sin un lugar digno en donde vivir y protegerse del peligro.

        Hay guerras que pueden durar muchos años creando que los derechos de las personas se vean afectados a largo plazo, dando a lugar al desplazamiento de estos individuos de sus hogares a otros territorios, teniendo que pasar hambre, frío y otras series de adversidades, las cuales pueden causar hasta la muerte, solamente por llegar a un lugar donde los refugien de todos los problemas que están viviendo en sus países.

Pero, además de las guerras, también existen otros elementos que han sido participes en la crisis de la perdida de lo sagrado que se vive hoy en día. Garland-Barrón expresa que “La tecnología de las comunicaciones que prima en el siglo XXI había logrado que las personas puedan colaborar en formas antes impensadas. Friedman avizoraba un “mundo plano”, interconectado por las nuevas tecnologías que ayudarían a acortar distancias y soslayar diferencias.” (párr.3).

        La tecnología de la comunicación en el siglo XXI es algo que forma parte de nuestras vidas, diariamente nos comunicamos con familiares, amigos, compañeros por medio del celular, correo electrónico, redes sociales, ayudándonos a desenvolvernos de mejor manera en el medio, haciendo que ya no exista tanta distancia entre las personas.

Pero, así como estás tecnologías tienen ventajas, también existen desventajas, los medios de comunicación han hecho que el espacio y el tiempo para la práctica de la religión sean irrelevantes, para los jóvenes de hoy, cualquier momento es propicio para un mensaje de voz, una imagen por Messenger o WhatsApp con mensajes positivos, un posteo en las redes sociales que inspira un instante de recogimiento; en fin, ese espacio sagrado o estímulo religioso se hacen presentes a través de los medios digitales.

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