LA EFICIENCIA EN EL INTERCAMBIO

LA EFICIENCIA EN EL INTERCAMBIO

         Para poder examinar este contexto y en sus derivaciones, comenzaremos con una explicación de la eficiencia en el intercambio, se puede decir que es la conducta de dos consumidores que tienen la facilidad de realizar el intercambio de dos bienes, esto aplica para el comercio no solo personal sino también a nivel país.

         Teniendo en cuenta esto, ahora vamos a asumir que los dos productos bases que se asignan a cada consumidor tiende a mejorar su bienestar si se comercia entre sí, a esto se le conoce como asignación inicial de bienes es económicamente ineficiente. Pero, como son las asignaciones eficientes, según Vilfredo Pareto: “Una asignación eficiente de los bienes, no es posible mejorar el bienestar de ninguna persona sin empeorar el de alguna otra”. (Pindyck, 2009). Con esta afirmación se comienza a utilizar el término de eficiencia en el sentido de Pareto, la cual por medio de ciertas derivaciones se pueden lograr los intercambios mutuamente beneficiosos.

         De acuerdo con la lectura de Amartya Sen, las desventuras de un pobre en el mundo económico, podemos conectar estas dos narraciones. En un mundo surreal vive un joven con su familia, en un pequeño pueblo donde la pobreza y la violencia precedía. Un día, el joven sufre la pérdida de su padre lo cual hace que él y su familia con miedo a la incertidumbre de aquellas tierras deciden abandonarlas. Después de mucho caminar y visitar lugares inhóspitos, encuentran una pequeña comunidad donde la mayoría de sus habitantes eran desplazados de varias regiones. Dada a la cantidad la gran cantidad de habitantes situada en aquella localidad, el joven analizando las circunstancias y las oportunidades de mantenerse en ese lugar, expandió la mente de aquel joven el cual, con sus grandes conocimientos y experiencias en el tema de la economía, comienza a plantearse en cómo puede transmitir eso en la nueva sociedad. Recordó varios aportes de los primeros marginalistas, continuó con algunos de las bases neoclásicas, pero descartó estas ideas, hasta que evocó a los teóricos Francis Edgeworth y Vilfredo Pareto. Del primero pensó poner en práctica sus conocimientos; la maximización del bienestar, aunque lo tomo con buenos argumentos, si se llegará al caso extremo solo un individuo recibiera todos los recursos; con Pareto, se podía obtener una función social de utilidad, con las curvas de indiferencia, pero las cuales dejan juicios económicos. Dichos juicios, se ven solucionados con la economía del bienestar la cual es “una determinada configuración económica es óptima cuando resulta imposible mejorar el bienestar de un individuo sin que empeore el de otro”. (Screpanti, y Zamagni, 1997, p. 217). Con esto se encontró con un estado social que sea Pareto-Óptimo que es un equilibrio competitivo y lo que buscaba era el bienestar social sin tener que entrar a comparaciones interpersonales de utilidad. Aunque el joven no estando muy agusto con esta regla ya que carecía de una moral, pues significa una disminución del bienestar de varios individuos, pero los efectos adversos a esta regla, tienden hacer comparaciones interpersonales y que son arbitrarias y de una poca utilidad sostenible.

        Podemos concluir que independientemente de la razón ideológica que utilicemos o tratemos de llevar a cabo basándonos de alguna escuela o teoría, siempre debemos ver el bien común que no el individual y determinar los factores que nos pueden afectar o de lo contrario nos sirva para generar un bienestar social estable y equitativo para todos los individuos.

LA EQUIDAD Y LA EFICIENCIA 

La pobreza y la inequidad que hay en el mundo es un problema o condición que se podría decir a existido desde siempre; es habitual observar las distinciones o clases dentro de una sociedad y por supuesto no es posible mejorar el bienestar de una persona o comunidad sin empeorar el de otra y no muchas veces la gente está dispuesta a cambiar su bienestar y comodidades por otros. 

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