LA EVALUACIÓN COMO UNA DECISIÓN POLITICA

Luego de haber leído la resolución de la DGCyE de la Provincia de Buenos Aires en relación a la evaluación en el nivel primario, puedo dilucidar ciertas cuestiones:

Para comenzar, no se suprimen los aplazos – como lo afirman algunas notas periodísticas: “Desde 2015, las escuelas de la provincia no tendrán más aplazos” – sino que se utilizarán notas conceptuales (Regular) en el ciclo inferior (1º, 2º año) y las numéricas, 4, 5 o 6, en el ciclo superior (4°, 5°, 6° año) que indicarán que el alumno no cumplió con los objetivos previstos para “X” asignatura. Es decir, solo se suprime la calificación con 1, 2 o 3 pero no hay cambio en relación al sistema actual, pues la desaprobación existe.

Por televisión se ha dicho que es injusto este sistema porque los exámenes en blanco tendrán un 4, al igual que los que estén incompletos. Esto es imposible de dilucidar, puesto que la evaluación no es única y nunca lo podrá ser. No me refiero solo a la cuestión del uso de técnicas diversas sino, fundamentalmente, a que es una decisión que el docente emite sobre el alumno como sujeto particular. Aquí hay un factor clave que, a mi opinión, no tiene en cuenta la resolución: la evaluación como un juicio hecho por el docente, ya que será quien tenga en sus manos la promoción o repitencia, la aprobación o desaprobación de un alumno.

La resolución tampoco tiene en cuenta la evaluación en relación con las diferentes asignaturas. Aparece planteada, a mi punto de vista, como un método único que no tiene en cuenta cómo se debe evaluar según cada campo disciplinar. En lo que respecta a Cs. Sociales por ejemplo, ciertos contenidos no son correlativos con otros, pero en Matemática sucede lo contrario, se van integrando los contenidos previos a los actuales para profundizar el conocimiento. Entonces, serán distintas las formas de evaluar y las consideraciones que tendrá el docente para hacerlo.

Otro aspecto es que, a pesar de la búsqueda de la inclusión, el trabajo en conjunto de escuelas, docentes y alumnos, la aplicación de un “maestro especial” para aquellos alumnos que deban materias y el seguimiento a alumnos con sobreedad escolar, no se denota que la evaluación tenga en cuenta aspectos ajenos a los conocimientos disciplinares, tales como: el esfuerzo, la participación, el aprendizaje en valores, la relación entre pares, la relación con el docente, etcétera. Asimismo, también se pueden tener en cuenta las condiciones económicas o el entorno social de los alumnos para evaluar. La evaluación es un proceso completamente subjetivo que, a mi criterio, nunca una resolución va a poder reglamentar porque el docente tiene un margen de autonomía en el aula.

Particularmente creo que si la resolución busca una mejora o un cambio en el sistema de evaluación, se necesita capacitación docente para que ambos polos (docentes y la DGCyE) coincidan en cómo, qué y

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