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LA MUERTE: UN AMANECER ELISABETH KUBLER-ROSS


Enviado por   •  19 de Febrero de 2016  •  Tareas  •  2.801 Palabras (12 Páginas)  •  693 Visitas

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LA MUERTE: UN AMANECER

ELISABETH KUBLER-ROSS

Este libro lo comenzó a escribir debido a una experiencia personal que la indujo a permanecer con los enfermos terminales para que pudieran prepararse en el momento de la muerte de manera digna, gracias a sus conocimientos permite que hoy muchos médicos, enfermeras y personas en el mundo, estén científicamente preparadas para entender, acompañar y ayudar a cualquier ser humano en los momentos difíciles que anteceden su muerte. Es originaria de suiza con varios títulos de honoris caus, debido a que permaneció muchas horas con los enfermos moribundos, anoto sus comportamientos y así descubrió que estos pasaban por cinco fases. También escribió sus propias experiencias del más allá, de las cuales pensaban que tenía problemas psicológicos pero a pesar de esto, el único objetivo que tubo fue el ayudar al lector a entender la muerte. Para ella nuestro cuerpo físico solo representa una parte de nuestra existencia global, después de la vida hay algo mas allá de la muerte, nos relata las experiencias de personas que han muerto y regresado a la vida.

VIVIR Y MORIR

Hay mucha gente que pensaba que la Doctora Ross se estaba volviendo rara por haber visto demasiados moribundos, pero ella dice lo siguiente: “la opinión que las personas tienen de ti es problema suyo no tuyo”, cuando se pasa mucho tiempo con personas a punto de morir, de alguna manera se percibe que ellos ya saben que la muerte se aproxima, algunos se despiden y después de esto, se queda la sensación de que fuiste la primer persona en atender seriamente sus palabras. Se estudiaron veinte mil casos donde personas que fallecieron, regresaban a la vida después de una reanimación o por si solas, la experiencia de la muerte es como la del nacimiento, algo natural, un nacimiento a otra existencia, esto es mas que las creencias en las cosas del más allá. En el momento de la muerte hay tres etapas, somos como una mariposa en su capullo, cuando nuestro capullo de seda se deteriora ya sea por una enfermedad, suicidio u homicidio, el capullo se rompe y libera la mariposa, esta representa nuestra alma, esta es la primera etapa, cuando aun tenemos energía física; la segunda etapa es cuando la mariposa abandona el cuerpo, cuando las funciones básicas no permiten mas mediciones, aquí el capullo se rompe y la mariposa se encuentra libre, solo contamos con energía psíquica, estas energías son las únicas que podemos manipular. Por tanto nosotros tenemos la capacidad de elegir la forma de utilizarlas, de manera positiva o negativa, en el momento que el alma libera el cuerpo, somos capaces de ver todo lo que sucede en el lugar donde se encuentra nuestro cuerpo. Nosotros no podemos distinguir un alma que ha abandonado un cuerpo; a veces las personas abandonan su cuerpo estando en una cirugía y observa dicha intervención, por esto no debemos hablar de mas cuando estemos presentes, ni en pacientes moribundos ya que estos aunque estén en coma, son capaces de escucharnos, así que nunca es tarde para disculparse o despedirse de estas personas, aunque sea después de fallecidas, no importa si fue ciego, sordo o mudo, aun nos escuchan. Muchos se mantienen escépticos, pero son los mismos casos en donde personas en silla de ruedas tienen una experiencia extracorporal y vuelve, platican que podían bailar, o personas que perdieron el pelo a causa de las quimioterapias o alguna parte de su cuerpo, se encontraban intactas, a las únicas personas que les creen es a los ciegos, porque al volver platican de sus joyas y los colores que estos tenían. Si alguien no quiere admitir un hecho, encontrara mil argumentos para negarlo, no trates de convencerlos, ellos cuando mueran sabrán de lo que hablabas. En esta segunda etapa nos daremos cuenta de que nadie puede morir solo, cuando se abandona el cuerpo, ya no existe el tiempo ni la distancia, así que si una persona muere pensando en algún familiar o ser amado, la fuerza de su pensamiento hace que se manifieste con esa persona y como no se puede morir solo, si tenias un hijo que murió  a los 20 años y tu mueres a los 99, te lo volverás a encontrar como estaba porque para el fallecido un minuto es para nosotros cien años de nuestro tiempo, es por eso que cada ser esta acompañado de seres espirituales desde su nacimiento hasta su muerte, somos esperados por las personas que amamos y siempre la encontraremos en primer lugar.  En el caso de los niños donde sus familiares aun no han fallecido, tienen un encuentro distinto, los niños católicos son recibidos por Jesús u otro personaje religioso, los niños son recibidos por personajes que para ellos fueron de gran importancia, después de esto, se toma conciencia de que la muerte es otra forma de vida. Cuando ya se ha abandonado las formas físicas y antes de tomar la forma que se tendrá en la eternidad, se pasara por una transición marcada por factores terrestres, como un túnel, un puente, después de realizar este pasaje una luz brilla al final, en este lugar nos sentiremos llenos de amor, cuando uno muere definitivamente, se hace el contacto entre la mariposa y el capullo, nombrado  cordón de plata, el cual se rompe, frente a esta luz te darás cuenta de lo que pudiste ser, aquí hay comprensión sin juicios y un amor indescriptible, en este lugar entenderás que la vida aquí abajo es como una escuela donde debes aprender y pasar ciertos exámenes, cuando los apruebes podrás entrar. Muchos preguntan de los niños que mueren, la respuesta es que estos niños aprendieron lo que debían aprender en un tiempo más corto, se dice que todos tenemos algo que aprender antes de entrar a este lugar. Una vez que estamos en la luz, dios, Jesús o como le llamemos a ese ser supremo, miraremos toda nuestra vida desde el nacimiento hasta el día de nuestra muerte, se verá como una revisión nuestra vida propia y aquí se encontrara la tercera etapa, aquí tendremos conocimiento de todo lo que hicimos, dijimos y pensamos, aquí nos daremos cuenta que nuestro propio enemigo somos nosotros mismos y que cada hecho que sucedió en el transcurso de nuestra vida, era una oportunidad para crecer, crecer en comprensión, en amor  y en todo aquello que debemos aprender. Morir no significa padecer dolor, actualmente hay medicamentos que ayudan a disminuir el dolor, así que cuando un paciente este sufriendo, con estos medicamentos, atención y amor, no habrá la necesidad de que pidan terminar con su vida, ningún moribundo pedirá una inyección si lo cuidas con amor y le ayudas a arreglar sus problemas pendientes. Comparte tus riquezas y en las tempestades serán un regalo que reconocerás como tal puesto que se nos enseñaran cosas que no aprenderíamos de otra manera. Se debe tomar como regale el poder estar al lado de un moribundo y el hecho de que este fallezca no debe ser algo triste necesariamente, se puede encontrar ternura en el acto si se puede transmitir a conocidos lo que aprendimos de ello.

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