LAS REDES SOCIALES CAMBIARON NUESTRA MANERA DE COMUNICARNOS, NUESTRA VIDA SOCIAL

Ensayo las redes sociales cambiaron nuestra manera de comunicarnos, nuestra vida social…

Andrés Muñoz; 2 de marzo de 2021.

Las maneras de comunicarnos con otras personas han cambiado significativamente con el pasar del tiempo, ya no hacemos uso del servicio de mensajería para querer enviar palabras gratas de afecto a nuestros seres queridos, ya desde hace unas décadas, nuestra manera de comunicarnos dejo de ser análoga, bohemia y romántica, nos entregamos al mundo tecnológico de la información y desinformación para estar en contacto con los demás al instante, y estar enterados de todo lo que pasa en nuestro alrededor. Hablando de las tecnologías de la información, las redes sociales, que para todos nosotros han sido una gran herramienta tanto para ámbito personal, como familiar, laboral y político, nos brinda un sinfín de posibilidades de abarcamiento y acaparamiento de información, que, si en algunos casos es de utilidad, por otro lado, solo sirve para incrementar la ignorancia de las personas.

Estas redes sociales, que según Cáceres (2019) define como “una manera virtual para establecer amistades, negocios y relaciones sentimentales”, sin tener contacto físico con la persona, sin duda alguna, han cambiado la visión del mundo de hoy y ha despertado las mentes de aquellas personas alejadas, olvidadas y desinteresadas sumergiéndolas en un vasto océano de información, de ocio, de empatía y malquerencia, que, sin pensarlo, han sido guiados a nuevo mundo de juicios y prejuicios que sostiene a la humanidad virtual del siglo XXI.

Algunos expertos mencionan que las ventajas o aspectos positivos de las redes sociales, sabiendo que acortar las distancias no pudo ser más fácil con la invención del teléfono móvil y haciendo uso de aplicaciones de interacción en tiempo real, van orientadas y enmarcadas hacia el marketing digital, hacia las campañas publicitarias de toda índole y la formación de nuevos empresarios. Quizás la ventaja más notable, de gran importancia y gran utilidad es para la formalización de una idea de negocio, puesto que “generan una cantidad enorme de datos acerca de los clientes en tiempo real… puedes reunir información relevante sobre tus clientes y usarla para tomar decisiones de negocios más acertadas”, refiere Coop y Rodríguez (2019).

Por otra parte, las desventajas o aspectos negativos son mayores, debido a que no existe restricción, control y límites para su uso, todo depende de nuestra capacidad de discernimiento entre lo que es privado (personal) y lo que es público (para todos). Una gran problemática es permitir el uso de éstas aplicaciones a los niños, en pocas palabras, algunos padres de familia están exponiendo a sus hijos, inocentes e indefensos, ante la maravillosa, y decadente y corrompida sociedad informativa que nos acompaña hoy día. El uso de éstas aplicaciones ha permitido que algunos niños dejen de ser niños, que maduren a temprana edad saltándose etapas que fueron importantes para todas las generaciones posteriores a la generación Z^[1]; también, que algunos jóvenes colapsen en un mar de sentimientos por ausencia de interacción física, social y afectiva, provocando niveles de estrés y depresión en la mocedad que los dirige a la triste decisión de acabar con sus vidas.

Es importante darles un buen uso a éstas redes sociales que si bien, han sido de gran ayuda para nuestro ámbito educativo y laboral, no hay que olvidar, que éstas tecnologías de la información son un medio alterno para nuestra comunicación mas no reemplaza la comunicación e interacción personal cara a cara, “no se puede sustituir la comunicación directa, con el lenguaje verbal y extraverbal que ello implica, por contactos virtuales, que están plagados de malentendidos” (Echeburúa, 2018). Darle un buen uso a esta tecnología, como lo había mencionado, depende de nosotros, y en todos los aspectos debemos ser cuidadosos, debemos saber a quién dirigir nuestra información puesto que tras una pantalla todos somos ovejas y el lobo acecha esperando una oportunidad de descuido. Cuidemos a nuestros hijos, a nuestros jóvenes, hablemos más frente a frente, expresemos emociones no de manera virtual, digamos verdades, pensamiento y opiniones personalmente. “Hay que encontrar la justa medida entre estar on y estar off, y aprender a disfrutar nuevamente de las cosas simples, como caminar y escuchar música sin el afán de saberlo todo, todo el tiempo, a toda hora.” (Cáceres, 2019)

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