Redes sociales Idealización y doble vida

Redes sociales

Idealización y doble vida

En la actualidad es muy común la acción de encender algún dispositivo y navegar dentro del internet, de hecho, es algo a lo cual estamos ya acostumbrados y hasta es un hábito en nuestra vida diaria, ¿Qué es lo primero que haces al despertar?, si tu respuesta fue revisar el celular quiere decir que estas tan inmerso en la tecnología como la mayoría hoy en día.

Sin duda alguna la tecnología ha llegado para resolver cada vez mas problemas y hacer nuestra vida cada vez mas sencilla en términos como son la comunicación, acceso a información y una apertura mas amplia en el comercio, sin embargo, también resulta ser un arma de doble filo al querer salir al mundo real, nos dan un golpe de realidad y muchas veces no resulta tan fascinante como la vida que llevamos en redes sociales. La idealización de una realidad no física nos puede llevar a una decepción de la realidad entre otros conflictos que pueden poner en riesgo nuestra integridad emocional como física. Por eso es muy importante tener en cuenta que el mundo virtual, aunque ya sea muy común y otra realidad alterna a la que vivimos no es del todo real y muchas veces tendemos a confundir lugares, estilos de vida, personas, bien pudiera ahorita mismo ser algún cuarentón que vive con su madre de este lado del monitor, pero en la red pudiera ser un adolescente en busca de otras adolescentes para intercambiar información relevante.

Siempre nos ha encantado ese arte de idealizar o tener un consuelo o una esperanza en la vida, desde siempre ha sido nuestra necesidad disfrazar nuestra realidad para sobrellevarla mejor o aparentar vivir una vida que simplemente no podemos tener aún, ese sentido de ubicuidad que se ha ido perdiendo debido a las redes sociales, el querer aparentar estatus sociales ya sea por los lugares que visitas, la comida que consumes, los dispositivos que usas, la marca de ropa que presumes en historias de Instagram o Facebook, que pudieron haberte costado meses de trabajo pero en la red social solo se ve tu Starbucks y tu Mac lo cual todos piensan que tienes un buen trabajo y la vida te sonríe, aunque el trasfondo sea que estás lleno de deudas.

Lo que conocemos como realidad se ha partido en dos y ahora vivimos dos vidas, vemos ese lugar que es el internet como un lugar seguro en el cual podemos llevar la vida que usualmente no tenemos, es nuestro lugar seguro en el cual nadie puede saber 100 por ciento lo que sientes o sabes pero si pueden opinar sobre cualquier tema aun sin tener conocimiento, es un vertedero de opiniones de todo tipo, infundada, puede ser que alguien tenga un punto pero se pierde en el mar de comentarios e intercambio de ideas e ideologías que es difícil saber que es verdadero, bueno o malo.

En el libro de Juan Rulfo “Pedro Páramo” nos da un viaje a un pueblo lleno de idealización, rencor, venganza, entre otros problemas que si lo comparamos con nuestra actualidad podremos hallar una similitud ya que la mayoría de los personajes estaban sujetos a una ilusión a una esperanza, a que sus vidas fueran diferentes y talvez no tenían una red social para huir y solo pudieron huir de ellos dentro de sus pensamientos y colgados de una esperanza así perdieron la vida siempre añorando una realidad que nunca iba a llegar y que solo estaba en su mente así como nuestros deseos ahora cuelgan de una red social y la aceptación que esta nos trae con ella.

La historia nos pone en lugar de Juan preciado un joven el cual acaba de perder a su madre y nunca conoció a su padre, antes de morir la madre le encarga a Juan que busque a su padre para exigirle todo lo que no les dio y reclamarle su abandono. Rulfo (1955) Vine a cómala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo, mi madre me lo dijo.

En un principio la madre describe el lugar donde conoció al famoso Pedro Paramo el padre de Juan. Podemos darnos cuenta que la madre de Juan se quedó enamorada tanto de Pedro como de Cómala pues describe el pueblo como un lugar bonito, cálido y acogedor, le hace recordad la época en la que fue feliz talvez, a lado, de Pedro, aunque este no haya reconocido su matrimonio y su embarazo. Eso genera un rencor muy marcado en la madre de Juan y termina yéndose de Cómala y cría a su hijo lejos de ese pueblo y de Pedro.

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