LOS ORÍGENES DEL ATRASO

LOS ORÍGENES DEL ATRASO

JOHN H. COATSWORTH

Hasta 1800 (siglo XIX), México producía más de la mitad de los bienes y servicios de los Estados Unidos. En 1877, México sólo produjo un 2% de la producción que salía de las fábricas, granjas y depósitos de E.U., y solo 5% del total de la producción británica. El aumento de la población explica en gran parte la diferencia entre México y estas dos economías industriales. Después de 1890 México atrajo a muy pocos inmigrantes, en comparación a E.U y Brasil, donde recibieron grandes masas de inmigrantes.

Aspectos de comparación del atraso de México en el siglo XIX:

1. Diferencia entre las economías de México y E.U. a comienzos del siglo.

2. Medida en que la brecha entre E.U. y los países industrializados se ensancho entre 1800 y el último cuarto de siglo.

Tres obstáculos principales al desarrollo económico según los historiadores:

1. El Colonismo Español

2. Tenencia de la tierras

3. Iglesia

El Colonismo Español

El ingreso de México no aumento espectacularmente porque la Independencia tuvo resultados económicos adversos.

Tenencia de las tierras

Principales factores:

• Las grandes haciendas del periodo colonial y también las del siglo XIX estaban ineficientemente organizadas y eran mal administradas.

• La concentración de propiedad de la tierra causo despilfarro y mala asignación de los recursos.

A finales del siglo XIX, la mayor disponibilidad de nuevos transportes y tecnologías de producción volvió ineficiente a la ya tradicional división del trabajo entre agricultura de hacienda y la de otro tipo. En 1800, entre el 70 y 80% de la fuerza laboral mexicana trabajaba en la agricultura.

Iglesia

Argumentos

1. Diezmo

2. Préstamos hipotecarios

3. Propiedad de bienes de manos muertas

El diezmo fue abolido hasta 1833 y donde el efecto mas imporante del diezmo fue de distribución: la iglesia y los pueblos de indios conservaron una mayor parte de la tierra de la que habrían conseguido si no hubiera aplicado el diezmo. Asimismo, la iglesia disipo una decima parte de la producción económica en nuevas construcciones religiosas o en la paga de sacerdotes.

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