La Corrección de Estilo

La Corrección de Estilo:

Una vez que el material está mecanografiado completamente y revisado técnicamente por el o los especialistas y cumple todas las normas de la mecanografía editorial es que se procede a la siguiente etapa:

Corrección de Estilo: Lamentablemente muchas personas piensan que la corrección de estilo “consiste en quitar algunos puntos y comas y agregar algunas que otras palabras”. Sin embargo, y al decir del editor mexicano Enrique Reyes Pérez, el corrector de estilo “es ángel de la guarda del manuscrito”, ya que la corrección de estilo es la aplicación de las normas gramaticales y de la comunicación a un escrito, con el fin de asegurar su claridad, precisión, eufonía y sencillez.

 La Corrección de estilo garantiza que el original permanezca a salvo no sólo de erratas de tipeo, sino también de errores de redacción, de incongruencias e inconsecuencias en los contenidos.

Observación de la Mecanografía del Manuscrito. 

La corrección de estilo debe comenzar por verificar que el original se apegue a las normas mecanográficas editoriales, ya que de esta manera, tendrá los espacios interlineales y de márgenes necesarios para poder marcar las correcciones, permitirá contar con precisión el número de cuartillas, factor determinante para el cálculo del tiempo, los costos y el proceso de edición. Asegurar el apego a las normas mecanográficas evitará muchos problemas para el original en sí y para el proceso en su totalidad.

Perfil del corrector de Estilo.

La corrección editorial no se estudia en ningún instituto universitario o colegio, la única manera de aprenderla es ejerciéndola. Los buenos correctores son tan escasos como los buenos transcriptores.

El deber esencial del corrector es respetar las ideas del autor y al mismo tiempo, procurar que lo escrito sea inteligible para el lector a quien va dirigido el producto. Bajo ningún concepto la labor de corrección le otorga al corrector el derecho a deformar en esencia la producción autoral con el fin de imponer sus ideas. De ahí que cualquier modificación hecha al original debe contar con la aprobación del autor y el editor.

El corrector de estilo es sobre todas las cosas un verdadero protector del idioma, raíz y esencia de la  cultura, esa es su labor social y moral.

El corrector de estilo es un especialista que habrá de cuidar la forma en que se expresan los contenidos, será quien pula esa piedra en bruto para obtener la gema.

Etapas de la corrección de estilo: 

• Revisión preliminar del manuscrito.
• Marcación tipográfica.
• Primera corrección (lectura rápida)
• Segunda corrección (lectura minuciosa)
• Corrección de ilustraciones.
• Corrección de la bibliografía y del aparato crítico.
• Corrección de índices.

Cada corrector sigue su estilo de corrección, incluso, realiza varias etapas simultáneamente, lo cual no es recomendable para los iniciados. Al comenzar es preferible seguir, paso por paso, de manera que se alcance sistematicidad y disciplina, lo que a la larga  redundará en la calidad del original.

Revisión Preliminar: Incluye la verificación de que el material esté completo y foliado. Si no está numerado es preferible hacerlo. Aquí  se revisa la existencia del índice y si no, se procede a elaborarlo con el autor. Se revisan también los títulos, encabezamientos, equilibrios de extensión entre  encabezamientos y contenidos, etc.

Marcación tipográfico: Como vimos con anterioridad es el conjunto de instrucciones para la composición y el diseño tipográfico, las indicaciones, mediante términos editoriales, de la manera en que se deben componer las jerarquías de títulos, párrafos y diferentes secciones del original. Ej. Times New Roman  A / b, 12ptos. Negritas.

La  marcación tipográfica también incluye una serie de signos que se utilizan en la corrección de estilo y que son mas o menos semejantes en muchos países.

 Esta normalización de los signos de corrección facilita la mecanografía, la corrección y su posterior ajuste en la versión definitiva del original, además, ahorra espacio y tiempo.

En cuanto al uso de los signos de corrección es conveniente señalar que nunca se tacha por completo el texto original, a fin de que sea legible y pueda consultarse en caso de que la corrección no sea procedente.

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