La Democracia

DEMOCRACIA

Estamos viviendo momentos en los que la democracia está siendo muy cuestionada; no se cuestiona los principios democráticos sino la forma en la que los políticos los aplican. La democracia ha ido evolucionando a lo largo de la historia pero su esencia sigue siendo la misma. Por eso conviene conocer qué es la democracia y las distintas formas de aplicarla, para poder entender qué es lo que falla en algunos sistemas que se autodefinen democráticos. En este trabajo voy a intentar hacer un análisis sobre estos aspectos exponiendo a la vez mi opinión personal al respecto, poniendo especial atención a la democracia en España.

El termino democracia viene del griego “demos” (pueblo) y “kratos” (gobierno), así que literalmente significa “gobierno del pueblo”. Se suele decir que la primera democracia que hubo fue en Atenas, pero hay autores como Robert Dahl, que en su artículo Democracia afirma que “el gobierno democrático, en sentido amplio, existió en varias regiones del mundo mucho antes de finales del s. V a.C.”, defendiendo que, seguramente “muchos grupos tribales se rigieron por un gobierno democrático durante los miles de años en los que los seres humanos vivieron de la caza y del acopio” y que esta forma de gobierno “bien podría haberles parecido el sistema político más natural”. Personalmente comparto la opinión de Dalh porque creo que el ser humano siempre ha buscado y busca formas de gobierno que defiendan la igualdad, la libertad y la participación de todos en el gobierno; porque eso es lo natural.

Sin embargo, el significado del término “democracia” no ha sido igual a lo largo de la historia. En la antigua Grecia, Aristóteles, en su obra Política, decía que la democracia era una desviación de la República, entendiendo que la republica es “cuando la mayoría gobierna mirando por el bien común” pero según él, la democracia no mira por el bien común, sino solo “al interés de los pobres” por eso la consideraba una forma injusta. En el s. XVIII, el concepto de democracia empezó a sufrir un gran cambio a raíz de las ideas de los Ilustrados y empieza a ser considerada como una forma de gobierno positiva, que defiende la participación de todos en el gobierno; así muchos países empezaron a democratizarse; aunque fue, sobre todo en el s. XX cuando, gracias el reconocimiento del sufragio universal y del voto femenino, la democracia adquiere su verdadero significado. Vemos pues, que el concepto ha ido evolucionando y que ha habido distintas interpretaciones, pero como decía al principio, la esencia (la idea de participación de todos en el gobierno) se ha mantenido siempre.

Actualmente, la democracia se entiende como una forma de organización del estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante la participación directa (el pueblo reunido en la asamblea, delibera y toma las decisiones, sancionando leyes) o indirecta (el pueblo se limita a elegir representantes para que estos deliberen y tomen las decisiones) que le confieren legitimidad a los representantes. A la primera se la conoce como “democracia directa” y a la segunda como “democracia representativa”. La mayoría de las democracias modernas son representativas porque dada la complejidad de los comunidades actuales es muy difícil poner en práctica una participación directa.

Ahora bien, estas democracias representativas se han ido alejando cada vez más de las características de la democracia ideal que según Dahl en su artículo Democracia son: Participación efectiva, igualdad de votos, electorado informado, control ciudadano del modo de acción, inclusión de todos los miembros y un sistema de derechos que facilite esos principios. Es cierto que el propio Dahl afirma que, ya desde los griegos, todos los filósofos políticos han afirmado que es imposible poner en práctica una democracia ideal (que estaría más cerca de la democracia directa) pero que hay que intentar aplicar una democracia real que se aproximo lo más posible a la ideal.

En España actualmente tenemos un sistema democrático, bueno mejor dicho, se dice que tenemos un sistema democrático, porque en la práctica nuestro sistema democrático se ha ido alejando cada vez más de los rasgos de la democracia ideal. Aquí tenemos una democracia representativa, es decir el pueblo elige a sus representantes; pero, según la actual ley electoral, las listas son cerradas por lo tanto son ellos los que deciden el orden y a quiénes van en la lista. Esto es un factor importantísimo de la supuesta democracia que hay en España, ya que si fueran listas abiertas seriamos nosotros, la gente del pueblo, la que decidiría quien gobernaría. En cambio así, solo podemos elegir entre los que ellos han decidido. Por otra parte, no hay mecanismos reales de control sobre las actuaciones de los políticos. Continuamente vemos denuncias de corrupción en los medios de comunicación y sin embargo, no se toman medidas serias ya que siguen ejerciendo sus cargos y no se castiga la mala gestión. A esto, hay que añadir que otro de los problemas más graves de nuestra política es la falta de transparencia.

Me resulta penoso que en el último Informe de Transparency Internacional España (ITA 2010), al analizar, por ej. el nivel de transparencia de los Ayuntamiento, se considere destacable (como si fuera algo

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