La Familia En La Historia

La Familia en la historia:

Al mirar alrededor, observamos a personas unidas, que poseen la misma especie de sangre y que conviven diariamente, hasta que pasan los años y se alejan. Pero aún así se mantienen unidos, por sobre toda adversidad, problema o situación. Eso seria lo que comúnmente llamamos familia.

Existe una gran gama y variedad de familias; organizadas, tranquilas, disfuncionales, religiosas entre otras, pero que, de todos modos, forman parte de una comunidad, o hablando más ampliamente, de un país. Esta pequeña institución, como se le podría denominar, ha sido considerada muy importante tanto en rasgos sociales, culturales, económicos e incluso políticos ya que se ha encontrado presente continuamente en la historia de la humanidad. Nos toparemos conque a medida que transcurre el tiempo, la familia ha ido teniendo diferentes características y se ha transformado, lo que se apreciará dependiendo de la época donde se le quiera analizar.

Si remontamos al tiempo en que se desarrollaba la cultura griega, veremos que la familia no tenia más importancia que la de traer nuevos ciudadanos a la vida. Luego que un hombre y una mujer se unían en matrimonio, el primero asumía el control de esta. Cuando nacía un hijo, al padre le estaba permitido rechazarlo o aceptarlo, dependiendo de su voluntad. Era muy común, en esta etapa de la historia, ver unidos a familiares cercanos, como primos o tío y sobrina. En roma, la situación de la familia era muy similar ya que también estaba sometida a la voluntad del hombre; éste poseía lo llamado patria potestas que le otorgaba autoridad total sobre la mujer y sus hijos, además de sus nietos, esclavos y clientes. La patria potestas le daba el derecho de decidir el destino de sus descendientes, tanto si aquel merecía vivir o morir. Este derecho otorgado al hombre también le permitía ser el único dueño de la propiedad familiar, además de poder vender y comprar bienes.

Si bien ya estaba establecida en este periodo de la historia, la familia, no sobresalía como tal, pues solo se consideraba al hombre por sobre todo los demás miembros, sin tomar a esta institucionalidad como un todo, donde existía también esposa e hijos, y que cada uno de ellos como ser independiente, poseía un pensamiento e ideología diferente al del pater familias; una situación bastante diferente a la que observamos hoy en día, donde una familia no es regida por un solo miembro de ella.

Si vamos avanzando un poco más adelante, posterior a la cultura grecorromana, a la multifacética edad media, nos encontraremos con que la estructuración de la familia medieval, nos hará recordar un poco a la que se encontraba en Grecia y Roma, pero que sin embargo tiene también sus propias características significativas. Si bien en el medioevo aún nos encontramos con que la familia esta bajo el dominio de un varón, este debía velar por la protección de sus miembros.

Los integrantes de familia tenían derechos, que si hoy en día fueran considerados vigentes para los miembros que conforman esta institución, provocaría más de una controversia. Entregar a un pariente en pago por alguna deuda era muy común por este trazo de historia llamado edad media, ya que era una ventaja que poseían aquellos que formaban parte de una familia; se estaba permitido renunciar, si ya no se quería formar más parte de ella, pero eso si, perdiendo las ventajas poseídas.

Si bien no se podría hacer un correcto análisis diciendo que en la edad media, la familia avanzó significativamente, desde ya e incluso desde antes, podemos admirarnos de como ésta, tiene una determinada organización interna. Es admirable realmente, que desde tiempos inimaginables, una institución que a veces se toma como ordinaria y sin importancia, haya pasado por tantas modificaciones hasta llegar a ser como se le conoce hoy en día.

Si seguimos con el recorrido temporal, nos toparemos con la llamada edad moderna, donde hay sorprendentes cambios en la institución familiar. Uno de ellos es que pasa de ser lineal a ser nuclear, es decir, ya no pertenecen a ella personas con relación lejana. También se observa la aparición de algo maravilloso, el amor paterno-filial: los hijos ya no son solo para traer nuevos seres humanos a la vida, sino que los padres asumen el rol como tal y así transforman la casa en un cálido lugar que recibe el nombre de hogar. En este periodo, los matrimonios son atrasados, las mujeres ya no se casaban a los 14 a 15 años, como ocurría anteriormente en la edad media, si no que comienzan a hacerlo desde los 20 en adelante. Sin embargo, en este alcance de historia, el hombre aún es la fuente de poder que dirige la familia, pero ya no se admira severo y sin razonamiento, ya que como fue mencionado, las relaciones interpersonales entre padres e hijos cambiaron, gracias a la aparición del amor fraternal.

Posteriormente, nos reuniremos con una etapa histórica que aun no se ha establecido su fin, y es en aquella donde nos encontramos: la edad contemporánea.

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