La Influencia De La TV En Los Niños En La Actualidad"
Gaquinta20 de Abril de 2013
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Tema: “la influencia de la TV en los niños en la actualidad”
Modalidad: 3° Polimodal de Humanidades y Ciencias Sociales
Materia: Lengua y Cultura Global
Profesora: Silvina Casas
Alumna: María Belén Quintanal
INTRODUCCION
La siguiente monografía trata sobre la influencia de la TV en los niños en la actualidad. La televisión influye en los niños, de manera que la información que emite, llegue por sus sentidos, o sea, su experiencia y relacionado con conceptos abstractos, sin un uso amplio del raciocinio.
¿Cómo hacen los medios de comunicación para influir tanto en los niños?
Los medios de comunicación influyen en los niños porque otras influencias han perdido presencia.
La forma de redacción que se utiliza es causa y consecuencia. Cuenta con dos capítulos, el primero trata sobre la influencia televisiva en el crecimiento y etapa de desarrollo del niño, desde la niñez hasta la adolescencia; mientras que el segundo capítulo trata más que nada sobre las diferencias de ver, y no ver televisión, desde la niñez a la adolescencia.
CAPITULO UNO
Éste capitulo trata sobre la influencia televisiva en los niños, y durante su desarrollo hasta la adolescencia, causas, consecuencias, soluciones.
La televisión, tiene influencia en el desarrollo del niño, ya que éste recibe la información que la misma emite. Un niño que problemáticamente no haya sido influido por la critica forma de ver televisión de un adulto responsable, no podrá destinguir los conceptos malos o buenos para su desarrollo; por lo tanto habrá una necesidad de que un adulto acompañe secuencialmente la relación del niño con la teñevision. ¿Por qué? Porque los niños, no tienen una idea innata de discriminar distintos conceptos que en la televisión están bien o mal vistos.
La televisión emite publicidades para que los niños demanden el producto ofrecido, como juguete, ropa, comida, etcétera, (hecho que lleva a efectos físicos como la obesidad infantil, por alimentarse de mala manera, por estar mal informados de una buena alimentación, por ejemplo. La mayoría de los comerciales, y publicidades, son destinados a niños, ya que estos funcionan como consumidores, y al ser el 35% (o 40%( de la población, según datos del INE (instituto nacional de estadística), y tener un pensamiento mas quebrante, y una capacidad instintiva para determinar lo que en realidad quieren, eligen lo que la televisión les ofrece.
A su vez, como explica Eileen McEntee, profesora del departamento de comunicación del ITESM (Instituto Tecnologico y de Estudios Superiores de Monterrey), Campus Monterrey; la televisión propaga esteriotipos, en donde sus estimulos se ven claramente, definiendo generalmente a un grupo en la sociedad. Y aunque parezca simple, esto puede afectar masivamente a los niños, por la presentación de cuerpos perfectos, modelos a seguir, lo que es para cada sexo, muñecas para las mujeres, autos para los varones, los colores y su division por genero, los dibujos animados que deben mirar. Entonces, la publicidad engañosa u errónea, se hace verdadera para los niños.
Sin la prioridad de los padres de escoger ver televisión con sus hijos, explicándoles el contenido, éstos escogerían cualquier oferta, concepto o moralidad proveniente de la misma emisión. La sociedad en la que estamos, como afirma Pilar Sordo, psicóloga y escritora chilena, en su libro “no quiero crecer”, permite que lo que antes se vivía a los 11 años, hoy se viva a los 9, eso demanda que los padres deban acelerar su relación con sus hijos, ya que estos que antes elegian quedarse en casa, hoy en su dia tienen preguntas relacionadas con su físico, cambios, emociones, es por eso que se hace dificultosa la relación con su entorno, que no ve el mundo de igual manera.
Cada vez se conversa menos en las familias, con la excusa de que tenemos poco tiempo; pero no creo que eso sea cierto. La verdadera razón es que tenemos otras prioridades. Si hoy dedicamos una hora para ver las noticias por televisión, entonces tenemos lo mismo, una hora para estar en familia. Y si estuviéramos una hora en familia, todos los días, todos juntos, tendríamos claramente otra construcción familiar. Hemos elegido ver las noticias, hemos escogido ver una teleserie, jugar un videojuego o ver un programa de TV…¡Y no compartir con el otro!. Lo que intenta decir Pilar Sordo, es que los adolescentes, pierden el interés por socializarse dentro de la familia, ya que es ésta quién no procede a incluirlos, y deja que los adolescentes interactúen más con la televisión, que con una charla familiar. El adolescente se digna a ser lo que es con una búsqueda vaga de sus metas y sueños, porque desde pequeño aprende (o mal aprende) a apreciar modelos que ya realizaron, por asi decir, sus sueños, limitándolo solamente a admirar, y no realizarse por si mismo, sino hasta la etapa de “busquerda de sueños”, denominada por Pilar Sordo, que va desde entre los 15 y 18 años y se concluye a los 24, con la realización por cumplir metas, o por frustración de no poder cumplirlas.
A su vez, los niños que miran televisión, de manera prolongada, pierden su capacidad de abstracción, y su atención, entre otras cosas, como la forma en la que se desenvuelven en horario escolar. Estos puntos marcarán ciertas dificultades cuando el niño madure por completo, procede la adolescencia, y llegue la adultez, puede aprender en el camino los conceptos que no aprendió de chico, pero no los manejará al igual que otro individuo que no creció viendo televisión. Probablemente, las consecuencias de estos casos en particular tengan secuelas videntes a partir de los 7 años.
Por otro lado es característico que los niños prefieren la televisión como entretenimiento, a una actividad creativa, desarrollen diferente la capacidad de relacionarse, pensar, etcétera. Esto se debe simplemente a que la televisión, tanto como la computadora, establece un tipo de entretención rápida, gustosa, que atrae a los niños, y se acostumbran a tener entretenimiento rápido, seguro, que los aliene durante un tiempo determinado para liberarlos de “tensiones” de esa edad, cuando la realidad es que el entorno en el cuál viven no es tan acelerado, genera entonces que sean impacientes. ¿Debido a qué? A que los niños, como están en su etapa cognitiva temprana, más relacionada al instinto, admiren imágenes, y no se dan cuenta de la forma en que la televisión apela a su sentimentalismo, no haciendo que razonen demasiado, entonces el niño dirá: “es muy aburrido, no lo miro”, esto quita rasgos y elimina la magnitud del tiempo, por lo que pueden pasar horas frente al televisor, sin percatarse de realizar los deberes del hogar menores, o actividades extra-escolares. El niño también buscará en su entorno, interactuar sobre los mismos temas, es probable que esto suceda en el colegio, entonces su atención en el estudio será afectada por el simple hecho de compartir una charla con algún compañero.
Hay varias soluciones que pueden ser ejecutadas para que lo anterior explicado no suceda a grandes rasgos, como:
-Mirar programas con los hijos, (o si tenés un hermano chico, ayudarlo a entender): El padre (o madre), tiene más desarrollado su carácter crítico, por lo tanto, puede ayudar a su hijo a explicarle lo ficcional, lo real, lo que está bien y mal pero no generalmente, sino de manera particular, con cada programa que ve, con el tiempo que lo ve, con quien lo ve, y por ultimo qué entiende de lo que vió.
-Elegir qué mirar: ahí es donde otra vez la figura de los padres, tiene que ubicar la edad de su hijo en cierto patrón de canales, donde él pueda ver su entorno, por ejemplo, no va a mirar algún programa que no esté apto para él, en donde el horario no sea para él, el lenguaje, las imágenes, sino un programa educativo en cuanto a sus preguntas diarias, donde él pueda encontrar el por qué a sus cosas, sin la inmensa necesidad de explicarle todo.
-Apagar la televisión cuando se reúnen en familia (por ejemplo en la mesa): la televisión, es un centro de atención, hay momentos en los que nos encontramos solos, y no queremos mirar televisión, pero necesitamos que este prendida, solo por saber que está prendida, porque inconscientemente estamos acostumbrados a tenerla prendida. Por lo tanto, algo viable para hacer es establecer una comunicación más directa en los horarios de encuentros familiares, en donde se puedan contar anécdotas, entretenerse de manera distinta, o equilibrar conceptos, ideas de alguien con el otro (intercambiar opiniones sobre un tema determinado).
-Relacionar:
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