La Lectura Como Combate De La Ignorancia

Leer no es una acción simple. Abrir un libro y disponerse a recorrer líneas y páginas puede ser un placer o una tortura, depende de la manera en cómo queramos verlo.

Un libro es una puerta a un mundo lleno de diversidad, aventura y maravilla. Actualmente el hábito de lectura ha sido maltratado y tirado al piso por los adolescentes y niños que se quejan y van a él solo por obligación. Las redes sociales, la televisión y el cine se han encargado de presentar y atraer a este público con novedosas y diferentes propuestas, causándole daño a este género literario.

Los adolescentes que leemos constantemente estamos inmersos en un viaje sin fin, un pasatiempo educativo y relajante, un escape de la realidad. Leer no tiene que ser visto como obligación, sino como una mano amiga tendida hacia nosotros que nos brinda infinidad de conocimientos, emociones y pasión por esto.

De acuerdo con la Revista Digital Universidad de Padres, la clave para inspirar lectura en nosotros los adolescentes está en simplemente encontrar algo con lo que nos conectemos. Pienso que están completamente en lo cierto, no debemos iniciarnos en la lectura con extensas obras de complicada interpretación, pues no vamos a encontrarle gusto ni en su primer renglón, para despertar en nosotros el amor por la lectura y los libros, solo basta con leer algo que nos agrade para empezar así una larga cadena de enriquecimiento.

Estudio del Dane destaca que un 72,8% de los niños encuestados, mayores de 12 años, confesó que lee por gusto; un 40,6% para su desarrollo personal y un 37,5% por exigencia escolar.

A través de la lectura aprendemos acerca del mundo y su diversidad de cultura, desde el apasionado protagonista de novela, hasta el científico loco, reconociendo, comprendiendo y aceptando así las diferentes formas de actuar y pensar de muchas personas reflejadas en estos personajes.

Existen fundaciones a nivel mundial como “Leer es fundamental” en Argentina, que apoya y aconseja la lectura en jóvenes, permitiéndose ampliar sus horizontes a medida que aprenden acerca de las personas de todo el mundo y los problemas que enfrentan. La lectura a menudo ayuda a los adolescentes a encontrar soluciones a sus propios problemas.

Mucha razón tienen ciertos filósofos al decir que en ocasiones la lectura de un buen libro es mucho más enriquecedora que una charla cotidiana, a veces la lectura de un libro nos puede ayudar de maneras inimaginables a solucionar problemas o conflictos propios.

La conexión con los libros es mágica, y no hay nada más fortuito que leer un escrito y sentir que las palabras que lees, te las está dando una persona que incluso pudo haber vivido hace muchos años, pero tienes ese poderoso material en tus manos, y concluir que la comunicación escritor-lector es un privilegio.

Para concluir con este artìculo, me permito citar a varios

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