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La Prudencia


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  944 Palabras (4 Páginas)  •  399 Visitas

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El término prudencia proviene del latín prudentia, que es una cualidad que consiste en actuar o hablar con cuidado, de forma justa y adecuada, con cautela, con moderación, con previsión y reflexión, con sensatez y con precaución para evitar posibles daños, dificultades, males e inconvenientes, y respetar la vida, los sentimientos y las libertades de los demás. La prudencia requiere un buen sentido, un buen juicio, templanza, cordura, sabiduría, discernimiento, aplomo y ser precavido. Si no se tiene una buena conducta o no se actúa con prudencia, por ejemplo, conduciendo, se coloca en peligro o en riesgo la vida de otras personas y la suya propia.

BENEFICIOS DE LA PRUDENCIA

Posiblemente muchos conflictos y decisiones erradas, podrían haberse evitado si en ese momento se hubiera actuado con prudencia. El ejercicio de la prudencia permite alcanzar los objetivos que nos proponemos. La prudencia es el arte de decidir bien, e implica el dominio de las reacciones y emociones.

La prudencia, que enseña a tomar decisiones, le proporciona al ser humano el dominio de sí mismo. Ayuda también a identificar las situaciones que son convenientes y las que no lo son. Ayuda a pensar antes de actuar -autocontrol-, lo que impulsa a la persona a medir las consecuencias de las acciones. “La virtud de la prudencia es la que nos educa para reflexionar bien y así, decidir bien.” dice Francisco Cardona en uno de sus escritos.

Otra consecuencia de ser prudentes es que facilita la convivencia. Si bien todas las virtudes favorecen el trato con los demás, la prudencia es una de las protagonistas. Ser prudente es expresar las palabras que son, en los momentos que son; lo que impide hacer mella en las relaciones interpersonales. Sabemos que una determinada expresión en un instante crítico, es como una chispa en un pajar. Pero hay algo importante. La prudencia no sólo consiste en abstenerse de actuar; también es saber proceder cuando el bien así lo requiere. Por eso es equivocado calificar esta virtud de debilidad, cobardía e hipocresía.

La prudencia se relaciona con otras virtudes: tolerancia, discreción, sensatez, cautela, sabiduría, madurez, discernimiento, mesura, compostura, templanza, tacto, precaución, equilibrio, ecuanimidad, entereza, serenidad. Todas ellas facilitan el desarrollo personal y la interacción social.

Las desventajas de la imprudencia

Cuando se procede de forma imprudente, los perjuicios no tardan en aparecer, “si lo vemos bien, notaremos que la mayoría de nuestros desaciertos en las decisiones, en el trato con las personas o en la expresión de nuestras opiniones, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada información. El valor de la prudencia nos hace tener un trato justo hacia los demás y edifica una personalidad segura, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean.” *Catholic.net

En la práctica

En definitiva la prudencia debe estar presente en la relación conyugal, laboral, familiar y social. En síntesis la prudencia es:

Pensar antes de actuar. Evita la precipitación.

Dar un concepto objetivo luego de informarse a fondo. Evita las injusticias.

Ser oportunos al hablar y al actuar, ser asertivos y empáticos. Saber callar en algunos casos -llegará el momento justo-. Evita las situaciones que hieren a los demás.

Tener dominio de uno mismo, la prudencia está relacionada con la voluntad y la fortaleza. Evita tomar caminos errados y caer en tentaciones.

Enseñar a los hijos la prudencia

“Los padres pueden empezar a educar a sus hijos en la prudencia ayudándoles a pensar antes de actuar en las consecuencias de su conducta. Hay que educar a los hijos en la prudencia ante todo con el ejemplo, pero conviene ayudarles a pensar, con preguntas: ¿qué pasará si vas a esa fiesta?, ¿qué pasa si no terminas tu tarea?, ¿es bueno hacer tal o cual cosa? Luego habrá que motivarles a llevar a cabo lo decidido, reconociendo sus buenas acciones.” Explica un escrito del portal Catholic.net

Para finalizar un proverbio de Friedrich Engels: “Tanta prudencia se necesita para gobernar un imperio, como una casa”.

Para reflexionar

Decálogo de la prudencia

1. La prudencia es evidencia del camino hacia la perfección personal.

2. La virtud de la prudencia conserva la paz interna.

3. El silencio es la voz del espíritu.

4. Mucho se admira al que calla, porque su fuerza reside en el control de sí mismo.

5. El sometimiento de la lengua, da vida al entendimiento.

6. Ser imprudente es gastar nuestra energía vanamente; dañarnos a nosotros mismos.

7. Actuar imprudentemente quita el derecho y la oportunidad de acción a otros.

8. Aprende a ver y aprender de la naturaleza, evita quejarte imprudentemente.

9. Conocer y luego poder actuar; la imprudencia consiste en actuar sin saber.

10. La prudencia mantiene nuestro prestigio, la imprudencia es costosa banalidad.

Cómo se desarrolla la prudencia

COMO DESAROLLAR LA PRUDENCIA

El valor de la prudencia se desarrolla cuando:

• Aprendemos a guardar silencio; pero sobre todo a escuchar con interés.

• Consideramos que los otros también tienen su espacio y deben expresarse.

• La humildad nos invita a no considerarnos el centro del universo.

• Nos preparamos, reconociendo nuestra ignorancia en muchos aspectos.

• Damos valor al trabajo en equipo, antes que a nuestro afán de notoriedad.

Prudencia FRASES

*Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.

*No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es verdad.

*No des la felicidad de muchos años por el riesgo de una hora.

*Hay algunos obsesos de prudencia, que a fuerza de querer evitar todos los pequeños errores, hacen de su vida entera un solo error.

*No hables mal del puente hasta haber cruzado el río.

*Es cordura provechosa ahorrarse disgustos. La prudencia evita muchos.

*La prudencia es el más excelso de todos los bienes.

*Nadie prueba la profundidad del río con ambos pies.

*El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.

*Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión.

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