La Realidad de la Docencia como Actividad Profesional

La  Realidad de la Docencia como Actividad Profesional

Las crecientes demandas sociales a los Sistemas Educativos en toda su extensión y ámbitos, plantean permanentemente la necesidad de elevar la calidad de los resultados formativos y educativos en la enseñanza.

Es de reconocimiento unánime que un elemento clave dentro de cualquier Sistema Educativo para garantizar la satisfacción de esas demandas recae en la formación del personal docente, la cual es una actividad principal de la profesión, de ser Educador. La preparación efectiva del personal docente se determina por el grado de profesionalidad que éste alcance durante el transcurso de su vida laboral. Es por ese motivo que cada vez se plantea con más insistencia el problema de ¿cómo alcanzar el nivel de desarrollo profesional del docente, adecuados a cada contexto sociocultural e institucional?

La propia denominación de desarrollo profesional del docente implica la idea de que se trata de un proceso que ha de pasar por diferentes momentos de cambios y que este proceso constituye en sí mismo un problema verdaderamente complejo.

 Los docentes del Departamento de Itapúa están involucrados a numerosos problemas tales como: el hecho de que los docentes transitan por diferentes fases en su formación: Mayoritariamente los profesores no tienen una formación inicial pedagógica y ésta deben lograrla a través de su trayectoria laboral; en las evaluaciones profesorales se exige cada vez más un vínculo más estrecho entre formación docente y competencias profesionales; se evidencian la interrelación entre el desarrollo profesional del docente, las relaciones institucionales y las de su entorno sociocultural; la necesidad de formular una comprensión más integral de la formación profesional desde el punto de vista psicológico, sociológico, pedagógico y sociocultural.

Enseñar es una tarea que dignifica a la persona, el logro de una enseñanza capaz de proporcionar a los estudiantes la posibilidad de aprender a aprender, adquiere una importancia de primer orden.

El alumno no aprende solo, sino con la actividad auto estructurante del sujeto que estará mediada por la influencia de los otros, y por ello el aprendizaje es en realidad una actividad de reconstrucción de los saberes de una cultura.

El rol central del docente es el de actuar como mediador o intermediario entre los contenidos del aprendizaje y la actividad constructiva que desarrollan los alumnos para asimilarlos.

Sin dejar de reconocer que la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir a cada alumno a trabajar con independencia y a su propio ritmo, también es importante promover la colaboración y el trabajo grupal.

El docente como facilitador entre el alumno y el aprendizaje debe estar preparado para dimensionar la labor que realiza, por lo tanto, el resultado obtenido dependerá de la eficacia empleada mediante el saber que tiene el docente de ¿cómo aprenden los estudiante?, cuyo aprendizaje se ha de guiar, y sobre todo manejar bien los medios y técnicas de enseñanza; que se adecuen de la mejor manera a cada educando. El alumno necesita aprender a resolver problemas, analizar la realidad críticamente y transformarla, aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir y por último aprender a descubrir el conocimiento de una manera amena, interesante y motivadora.

Sabiendo que el docente es un profesional, debe contemplar ciertos requisitos y cualidades éticas y morales que se exigen para ejercer honestamente su profesión.

El objeto de la ética profesional es mucho más amplio de lo que comúnmente se supone. No es otra cosa que preguntarse como docente, profesor, pedagogo, licenciado, frente a sus alumnos, a la sociedad y al país "¿estoy haciendo con mi trabajo lo propio que beneficia a estos alumnos, lo necesario que beneficia a la sociedad donde estoy inserto, lo trascendente para mi país?"

Es por ello que el profesional docente no sólo debe ejercer su trabajo, sino que debe profesar de la mejor manera, ya que éste tiene un fin social, que consiste en atender adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe satisfacer, para contribuir así al bien común.

Otra realidad que aborda la actividad profesional del docente en el Departamento de Itapúa, es la formación del educando, estamos pensando en un profesor que se encuentra ya en pleno ejercicio profesional, por lo que los programas formativos deberían considerar las propiedades de lo que en otros niveles educativos se denomina programas de desarrollo profesional. La denominación de este ámbito de la carrera profesional del docente que tiene varias acepciones: perfeccionamiento del profesorado; formación continua; formación permanente del profesorado; entrenamiento, perfeccionamiento o formación en servicio, etc. De todas, la más importante y por tanto la que más se está utilizando en Itapúa es la de "desarrollo profesional", donde se globaliza en él, la formación pedagógica inicial y permanente del docente.

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