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La homologación de criterios que rigen los casos de indemnización en caso de fallecimiento en los que estén involucrados usuarios de las unidades de Autotransporte Federal de pasajeros, bridará certeza y seguridad jurídica para los usuarios de dicho


Enviado por   •  6 de Agosto de 2019  •  Tesinas  •  2.465 Palabras (10 Páginas)  •  99 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En los últimos años han muerto en las carreteras por accidentes de tránsito más personas que las que han fallecido por temas de violencia o de lo que conocemos como inseguridad. Las muertes derivadas de accidentes de tránsito son silenciosas, no llegan al grueso de la sociedad.

Si tenemos en cuenta que cada ser humano suele tener cinco seres queridos de media (entre pareja, padres, hijos o hermanos), cada año más de cien mil personas lloran la muerte de uno de los suyos. Para los grandes medios no suele ser noticia: nadie les cortó la cabeza, ni murieron en una balacera. Llaman poco la atención.

Además, hay otro factor que entra en juego: se consideran muertes inevitables o dentro de las posibilidades numéricas del destino. El razonamiento es muy simple, si existen millones de desplazamientos por carretera cada año, es normal que, por estadística, algunos acaben en tragedia. Sí, es cierto, mientras haya tantas personas y autos, seguirá habiendo muertos en carretera, pero se calcula que el 90% de los accidentes podrían evitarse.

En España, por ejemplo, cuyo parque vehicular tiene un tamaño parecido al de México. En ese país mueren en accidentes de tránsito la mitad del número de los que pierden la vida en nuestro país, y esa cifra se considera allá excesiva en comparación con la de otros países europeos.

Es necesario un gigantesco esfuerzo de toda la sociedad para conseguirlo y ser perseverante con la estrategia a seguir. Un problema de esta magnitud no se resuelve en semanas ni en meses, hay que trabajar con visión de futuro para que generación a generación, esa vergonzosa cifra vaya disminuyendo y llegue a un límite “aceptable” (sabemos que es odioso emplear ese término, pero el que todos nos movamos en auto tiene un precio).

En este porcentaje nos hemos basado en las cifras de accidentes más fiables que se publican en nuestro país, como es la estadística de Accidentes de Tránsito Terrestres en Zonas Urbanas y Suburbanas (ATUS), publicada por el INEGI[1]. Ateniéndonos a ellas, los accidentes de tráfico suponen la muerte de más de cinco mil personas al año en los últimos dos años, cuando en 2013 llegó casi a ocho mil fallecidos por esa causa. [2]

No debe atenderse únicamente a las muertes por dicho motivo, ya que no debemos de perder de vista a las que son hospitalizadas y que, como consecuencia de dicho percance, sufren alguna incapacidad o lesiones que dejan trastornos graves, más los daños materiales que éstos producen. No solamente es el impacto social de éstas tragedias enormes, el económico también tales como los gastos, derivados directa e indirectamente de este tipo de contingencias, equivalen a un porcentaje considerable del PIB[3] del país, entre daños materiales (automóviles e infraestructura), por atención a heridos graves, más la atención a heridos leves o lo que dejan de producir quienes quedan con alguna discapacidad (temporal o definitiva) y los decesos ya comentados. Desde ese punto de vista es que se necesita analizar los conceptos de Responsabilidad Civil Objetiva previstos por las fuentes del Derecho Mexicano, así como su evolución histórica.

El principal factor de la causa de accidentes es el consumo de alcohol, presente en la mitad de los siniestros. El CONAPRA[4]  tiene como meta reducir en un 40 por ciento en los próximos cinco años la cifra de accidentes en el país.

No hay que dejar de lado la importancia que tiene para los aspectos de la movilidad urbana el autotransporte de pasajeros a través de líneas de autobuses, ya que según datos de la Dirección General de Autotransporte Federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a diciembre de 2013, el 97% de los viajes de pasajeros por vías generales de comunicación (Carreteras Federales o Estatales) se hacían a bordo de algún autobús del servicio de Autotransporte Federal de Pasajeros[5]. Aunado a lo anterior, no perdamos de vista el hecho de que se incrementa el factor de los vehículos particulares que puedan tener un accidente con alguno de las unidades del servicio de Autotransporte Federal de Pasajeros. Como referencia de lo anterior, se registraron durante el primer semestre de 2014 los siguientes datos de conformidad al INEGI, a través de consulta realizada en el Banco de Información Estadística en línea[6]:

  • Registro de vehículos por tipo e ingresos en Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos > Caminos > Vehículos Automóviles a/ (Miles de unidades): 1’344,305.
  • Registro de vehículos por tipo e ingresos en Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos > Caminos > Vehículos Autobuses a/ (Miles de unidades): 149,266.
  • Registro de vehículos por tipo e ingresos en Caminos y Puentes  Federales de Ingresos y Servicios Conexos > Caminos > Vehículos Camiones de carga a/ (Miles de unidades): 549,778.

De los datos señalados, se desprende una proporción de dos vehículos automóviles por cada unidad del servicio de Autotransporte Federal en Carreteras. Aunado al número de pasajeros promedio que viajan en cada unidad de las anteriormente señaladas; en el entendido de que un autobús de pasajeros en promedio traslada hasta 40 pasajeros a diferencia de los Vehículos Automóviles que es de 2 pasajeros (en el mejor de los casos).

Debido a la importancia de la materia, se destaca que hay diversos organismos públicos y privados que trabajan en la materia de seguridad vial en México, empezando por la Policía Federal, autoridad encargada de brindar seguridad, apoyo y logística en casos de emergencia en los tramos carreteros de su jurisdicción. Entre sus atribuciones se ubica la de vigilar e impresionar, para fines de seguridad pública, la zona terrestre de las vías generales de comunicación y los medios de transporte que operen en ellas, así como levantar las infracciones correspondientes en caso de incurrir en un alguna causa que lo amerite.

Por su parte, la Dirección General de Desarrollo Carretero[7],  elabora planes maestros para el ordenamiento del desarrollo de autopistas existentes, incluyendo mejoras físicas, operativas, de seguridad y gestión del tránsito. También verifica el estado físico de los caminos y puentes concesionados, emitiendo disposiciones relativas a su conservación y mantenimiento.

Otro organismo muy importante, el ya mencionado CONAPRA, es la responsable de dirigir la política nacional en materia de prevención de lesiones ocasionadas por accidentes. Asimismo, gestiona las acciones necesarias ante las instancias públicas, privadas y sociales involucradas en el tema de accidentes y coordina la implementación de estrategias y acciones tendientes a disminuir la mortalidad consecuencia de las lesiones accidentales.

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