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La metodología de Karl Marx, específicamente en su obra "El dieciocho brumario de Luis Bonaparte"

flor_casla35 de Junio de 2013

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Introducción

En el presente ensayo, no se pretende realizar un estudio exhaustivo sobre la metodología de Marx en El Dieciocho Brumario, se toma como pretexto esta obra para intentar un acercamiento no a la metodología, sino a algunos aspectos de la misma ahí presentes.

En el punto uno, se pretende proporcionar una especie de marco teórico-metodológico que está presente en la obra de Marx. En el segundo, se aborda brevemente la reflexión metodológica de Marx y Engels en relación al 18 Brumario. En el tercero, se sitúa la obra citada en el contexto del pensamiento gramsciano sobre el análisis de situaciones. En el cuarto, se discuten tres acepciones sobre el concepto de coyuntura derivados de la interpretación de los clásicos de la teoría socialista. En el quinto, se examina con cierto detalle tres aspectos de la metodología, que hacen a la teoría de las clases, la psicología del individuo y la problemática del tiempo, presentes en algunos escritores contemporáneos.

Finalmente, se establecen breves conclusiones.

1. Principios metodológicos o vectores en la obra de Marx

Un buen ejemplo de los problemas actuales de las ciencias sociales son los que atañen al marxismo. Tras el nombre de marxismo se presentan posiciones teórico-metodológicas diferentes.

Por una parte, se revela una teorización de la historia en su conjunto, autodefinida como científica, cuyas tesis centrales son las siguientes: 1) el motor y la clave del funcionamiento, así como de la transformación de las sociedades, es el desarrollo de las fuerzas productivas materiales, en donde existe una fuerza productiva en última instancia determinante: los medios de trabajo o instrumentos de producción; 2) las fuerzas productivas de la vida material son definidas, por una parte, como poseedoras de la virtud intrínseca de tenderse a desarrollar continuamente, progresivamente y, por el otro, como entes que no tienen determinación social, esto es, que son susceptibles de ser caracterizadas como tales fuerzas productivas, con independencia de las relaciones sociales; entre fuerzas productivas y relaciones de producción que conforman la estructura económica de una sociedad, sólo existen relaciones de correspondencia o de antagonismo, en donde destaca el carácter primordial de las primeras; sobre la base de la estructura económica de la sociedad, se levanta el edificio jurídico y político al cual corresponden formas determinadas de la conciencia social.

Una concepción de la sociedad, como la anteriormente expuesta, habría de hipotecar el futuro teórico-metodológico del marxismo, tendiendo a situarlo dentro de un enfoque rígido y dogmatizado de la estructura “invariable” de las sociedades humanas y en una concepción evolucionista seudocientífica de su dinámica histórica, supuestamente regida por leyes naturales que se cumplirían necesariamente.

Por otra parte, se despliega un elemento que despunta en la obra juvenil de Marx y reaparece constantemente en su obra madura. Se trata de aquella dimensión del pensamiento marxiano que se manifiesta ante todo como voluntad de acabar con la filosofía especulativa, proclamando que no se trata de interpretar al mundo sino de transformarlo y que es preciso superar la filosofía realizándola. Ese sesgo de la reflexión de Marx es el que se niega otorgarse de antemano la solución al problema global de la historia que hace a su sentido y se opone a proveerse de una “dialéctica” acabada e infalible, afirmando en cambio que el comunismo no es un estado ideal hacia el cual se encaminaría fatalmente la sociedad, sino el movimiento real que suprime el estado de cosas existentes.

Este ingrediente se manifiesta cuando Marx insiste sobre el hecho de que son los hombres quienes hacen su propia historia, sobre la base de condiciones dadas y declara, por tanto, que la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.

Estas otras posiciones y planteamientos de Marx no se resuelven en meras especulaciones. Por el contrario, pueden servir deguía teórico-metodológica para abordar el aspecto más importante en la obra de Marx, a saber, su análisis descriptivo y explicativo de la sociedad capitalista, tal como se expone en sus trabajos más acabados como El capital y el 18 Brumario de Luis Bonaparte.

En la llamada acumulación originaria y a todo lo largo del 18 Brumario, por ejemplo, Marx describe un complejo proceso económico, social, político, jurídico e ideológico, donde la imaginación, los deseos, los objetivos y, por tanto, la práctica de los sujetos sociales desempeñan un papel creador decisivo tanto para la emergencia y consolidación del capitalismo, en el largo plazo, como para la creación de la forma bonapartista de Estado, en el corto plazo.

2. La reflexión metodológica de Marx en el 18 Brumario

En rigor, elanálisis sobre su propia metodología utilizada en el 18 Brumario, es casi inexistente y contradictoria. Quizás, es el único lugar de la obra en donde Marx expone su concepción metodológica, estaría dado por el siguiente pasaje: “Sobre las diversas formas de propiedad, sobre las condiciones sociales de existencia, se levanta toda una superestructura de sentimientos, ilusiones, modos de pensar y concepciones de vida diversos y plasmados de un modo peculiar. La clase entera los crea y los plasma derivándolos de sus bases materiales y de las relaciones sociales correspondientes”, concepción posteriormente canonizada por el ya célebre fragmento del Prólogo de la contribución a la crítica de la economía política: “El resultado general al que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social” (2).

La metáfora del edificio, la base y la superestructura integrado por los niveles económico, jurídico-político e ideológico, donde la superestructura se da como una derivación de la base y las propias clases sociales están determinadas por la estructura económica, parecería no corresponder con la realidad examinada y descrita, pues a despecho del propio autor, como diría Althusser, “la determinación económica en última instancia, nunca aparece”.

Lo escasamente descrito por Marx en relación a su mitología, ciertamente se revela contradictorio con todo lo que hace en el conjunto de El Dieciocho Brumario, Federico Engels, tomó al pie de la letra lo escrito por Marx y le dio un sentido aún más economicista y evolucionista, seudocientífico, cuando en el prólogo a la tercera edición, sentencia: “Fue precisamente Marx el primero que descubrió la gran ley que rige la marcha de la historia, la ley según la cual todas las luchas históricas ya se desarrollan en el terreno político, en el religioso, en el filosófico o en otro terreno ideológico cualquiera, no son, en realidad, más que la expresión más o menos clara de luchas entre clases sociales, y que la existencia, y por tanto también los choques de estas clases, están condicionados, a su vez, por el grado de desarrollo de su situación económica, por el modo de su producción y de su cambio, condicionado por ésta”. (3)

Por lo demás, Engels se refiere a un aspecto importante de la reflexión metodológica deMarx en el 18 Brumario y que tiene que ver con su capacidad para comprender “la historia viva del momento” y su penetración profunda “en los acontecimientos al mismo tiempo que se producen”. La problemática del tiempo momentáneo dará lugar a lo que posteriormente será llamado análisis de coyuntura. Sin embargo, la problemática del tiempo breve en Marx, estaba estrechamente vinculada a la cuestión del tiempo permanente, como el propio Engels pone de manifiesto: “He aquí por qué Marx no solo estudiaba von especial predilección la historia pasada de Francia sino qua seguía también en todos sus detalles la historia contemporánea, reuniendo los materiales para emplearlos ulteriormente, razón por la cual nunca le sorprendían los acontecimientos”.

3. El análisis de situaciones en Gramsci

Lenin definiría la coyuntura como “análisis concreto de la situación concreta” y en términos de la relación estructura-coyuntura. En cambio, para Gramsci es el problema de las relaciones entre estructura y superestructura al que es necesario plantear y resolver con precisión para llegar a un análisis justo de las fuerzas que actúan en la historia de un periodo determinado.

Como el propio Marx, Gramsci toma como punto de partida dos principios metodológicos postulados por el primero en el ya mencionado Prólogo: 1) ninguna sociedad se propone tareas para cuya solución no existan ya las condiciones necesarias o suficientes o no estén al menos, en vías de aparición y de desarrollo: 2) ninguna sociedad desaparece y puede ser sustituida si antes no desarrolla todas las formas de vida que están implícitas en sus relaciones.

Para Antonio Gramsci, a partir de la reflexión sobre esos dos cánones metodológicos sepuede llegar al desarrollo de toda una serie de otros principios de metodología histórica. Sin embargo, señala en sus Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre el estado moderno, “en el estudio de una estructura es necesario distinguir los movimientos orgánicos (relativamente permanentes) de los movimientos que se

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