La mujer en la historia del arte

El papel de la mujer en la historia del arte

Por Andrea Castillo Contreras

Me causa curiosidad saber qué se piensa en la actualidad sobre el papel de la mujer en la historia del arte. Se cree, lamentablemente, que éste queda restringido a papeles pasivos, como por ejemplo: de modelo, de musa, etc. Sin embargo, ¿acaso no han habido mujeres relevantes que jugaron un papel fundamental, o simplemente se las ha desprestigiado por el mero hecho de ser mujeres?

Ejemplo de mujeres excepcionales existen a cantidad. No obstante, la historia nos demuestra que, desde tiempos inmemorables, a la hora de juzgar una obra de arte se tomaba más en cuenta si estaba hecha o interpretada por un hombre o una mujer más que por la calidad de la obra. Incluso, debido a este hecho, han habido innumerables casos de mujeres que estaban condenadas a renunciar al mérito artístico o literario para cederlo a su marido o para esconderlo mediante un pseudónimo.

El último caso más famoso en el cual se utilizó un pseudónimo se dio en 1990 por la escritora de la saga de Harry Potter, JK Rowling. ¿Todavía una mujer tiene que recurrir a un pseudónimo para sentirse segura de ser evaluada con los mismos criterios con los que se le evaluaría a un hombre? Puede que la VISIÓN del papel de la mujer en el arte este cambiando positivamente en la actualidad, y pruebas de eso son desde la reconocida artista Frida Kahlo hasta la famosa actriz Scarlett Johansson. Sin embargo, hay un problema interno que no se puede visualizar a simple vista.

A pesar de tantos ejemplos de mujeres ilustres, no puedo evitar preguntarme cómo es que, según diversos estudios, las mujeres artistas más cotizadas tienen un valor hasta 10 veces menor que los de sus compañeros varones. Leer estas cifras me descoloca y me hace cuestionarme seriamente si estaría dispuesta a aceptar un salario menor al de un hombre que hace el mismo trabajo que yo. Y la respuesta es NO. Pienso además que debo ponerme a trabajar en cambiar esto. Ahora que conozco la brecha salarial, no puedo quedarme de brazos cruzados esperando que alguien más cambie aquello que también me afecta a mí. Al contrario, es hora de empezar a idear una solución a este problema.

Desprestigio de la mujer en el arte

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