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La participación democrática


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2020  •  Informes  •  1.639 Palabras (7 Páginas)  •  133 Visitas

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En la actualidad el hablar de “virtud” parece algo obsoleto, pero en los últimos años se ha empezado a darle una nueva vida a este concepto del apoyo con dos corrientes que son el comunitario y republicanismo, que se oponen al liberalismo criticando sus propuestas y como puede desencadenar que las personas hagan un mal uso de la libertad. Pero ¿qué es la virtud?, encontraremos el sentido del concepto primero en la Grecia clásica, que era conocida como areté, es decir que era aquello para lograr alcanzar la “excelencia” o el fin que tenía cada hombre.         Que ha de formarse con la educación y está estrechamente ligada al carácter. Para Aristóteles era “el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y por el cual realiza su función”. Este término se relaciona con los “hábitos” y “costumbres” ya que una persona se vuelve virtuosa a medida de como adquiere los hábitos. Mientras más van pasando los años el concepto “virtud” ha atravesado cambios en su sentido, en la percepción de este término, solo manteniendo algunas características. Pero ya en la época moderna se convierte en algo obsoleto. Pero ya en el siglo XX empieza a revitalizarse con debido algunas insuficiencias, que no refuerza las sociedades democráticas. Con ello aparece el comunitarismo quien propone regresar a ser pequeñas comunidades y así sea más fácil crear ese sentimiento de pertenencia porque con ello ven que se puede construir una identidad moral que los individuos y su comunidad necesitan. En cambio, el republicanismo, menciona que no es necesario tener que regresar a lo dicho por el comunitarismo, porque se puede recuperar las virtudes cívicas a pesar de la pluralidad existente en la actualidad. Todo esto se puede difundir con la educación, se debe acatar los objetivos que debería de perseguir los sujetos demócratas sirviendo no solo a intereses privados sino también a los públicos. Pero entre todas estas virtudes la que se destaca dentro del texto es la participación, que hace una referencia a la libertad del individuo.

La participación es un componente dentro de la definición de ciudadanía. Y es en Grecia donde fue considerada como categoría principal y actualmente está resaltado dentro del republicanismo. Dentro de este modelo la participación, es considerar a la ciudadanía como un estatus político, mas no la expresión etnocultural. Este modelo del republicanismo no ha triunfado en el mundo contemporáneo mas bien fue el ganador el modelo liberal, que otorga una concepción liberal de la ciudadanía, volviéndola “pasiva”. La defensa de una ciudadanía activa ha recibido diversos ataques fundamentado primero en su carácter, anacrónico, es decir fuera de época, asimismo por el tamaño de las sociedades actuales. El segundo es el grado de virtud cibica, debido a que en la actualidad la mayoría muestra un desinterés en los temas políticos. Cabe resaltar que la democracia es un fracaso si no existe la participación de los ciudadanos, pero ¿Por qué el ciudadano debe participar en el campo político?, esto se divide en 3 categorías la primera, que es una vía por excelencia para la autorrealización individual; segunda, es garantía de los derechos propios y la autonomía; tercero, la ciudadanía radica en la capacidad de alcanzar como derecho las condiciones de una vida digna.

La participación democrática es de todos los ciudadanos y ciudadanas. Los argumentos que defienden esta postura son: primero, que alude al reconocimiento de ellos dentro de una ciudadanía igualitaria e incluyente; segundo, la búsqueda de interese comunes en la sociedad, ya que todos podrán opinar y se lograra las condiciones para que la participación sea de calidad; tercero, que favorecerá la calidad normativa aparte los ciudadanos se sentirán mas comprometidos ya que han participado en las decisiones políticas. Se debe de mejorar la educación cívico-política debido a que esto hará que se desarrolle virtudes, precisando que las virtudes se aprenden.

La participación que reclama la democracia debe de cualificada, se debe de conocer, aunque en la actualidad se corre el riesgo de sustituir el conocimiento con la información. Para diferenciarlos, la información se encuadra al nivel de entendimiento, se trata de “prender”; mientras que el conocimiento es más reflexionar sobre la información, es decir, “aprender”. Entonces se resalta que, para interesarnos en algo, en este caso la política, se debe primero comprender.  Y por ende para poder responder preguntas tan técnicas es necesario que el ciudadano tenga un compromiso real con el tema, político, valiéndose de tiempo, información y alicientes. El problema actual dentro de este aspecto, para comprender el tema, es el exceso de información, la cual se es muy complicado clasificar, seleccionar y utilizar de manera adecuada, así como determinar la viabilidad de la misma. El ciudadano debido a todo el modelo actual, se ve impotente e insignificante en estos asuntos. Por ello es importante recalcar las palabras de José Saramago quien menciona: “es importante la participación de todos para logra grandes cambios”, y a pesar de la existencia de dependencia de diversas organizaciones, también se puede trabajar en hacer alianzas estratégicas.

La participación en la comunidad es importante para que la persona se sienta ciudadana, porque es así como se desarrolla competencias, habilidades, valores y actitudes ciudadanas. Creando diversos vínculos afectivos que generen dentro de los individuos ese sentimiento de pertenencia. Para ello es importante la intervención de diversos elementos, una de mayor importancia viene a ser el educativo. Que tendría como objetivo introducir una formación en ciudadanía activa tanto en el ámbito formal como en cualquier otro espacio. Es aquí donde toma fuerza el concepto de “ciudad educadora”, que acoge e interrelaciona procesos educativos formales, no formales e informales. Tomando en cuenta este concepto se crea el “Proyecto educativo de la red de Ciudades Educadoras” que es más un instrumento generador de un proceso de participación ciudadana. Asumiendo que la formación es posible desde distintos ámbitos debido ya que las personas aprenden y se educan en el transcurso de toda su vida y que la ciudad pasa a convertirse en un agente educador. Aprender la ciudad consiste en organizar y dar profundidad al conocimiento informal que ayudara a identificar a la ciudad como “nuestra ciudad” y así lograr alcanzar mayores condiciones del ambiente urbano.

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