ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Lor Hornos De Hitler


Enviado por   •  1 de Mayo de 2015  •  1.857 Palabras (8 Páginas)  •  228 Visitas

Página 1 de 8

Introducción: Antes de hablar sobre el libro, creo prudente hacer mención de mi extraña afinidad y gusto excesivo sobre el tema del Holocausto, la segunda guerra mundial y Hitler, y que inicio cuando leí por primera vez este libro, de ahí en adelante he leído varios sobre estos temas, pero sin duda el que más me gusta, mi favorito y el que he leído en más de una ocasión es este. La desgarradora historia narrada por una sobreviviente al horror del holocausto es muy interesante, triste, conmovedora y me motivo a leer más al respecto, a buscar datos sobre la tragedia y sobre qué fue lo que motivo al Hitler a hacer semejante atrocidad contra el pueblo judío

El libro “Los Hornos de Hitler”, fue escrito por una mujer, una de las pocas que sobrevivieron a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau, durante la época de la segunda guerra mundial. En éste, la autora Olga Lengyel, una escritora rumana, narra su terrible experiencia, una pesadilla de horror, con lujo de detalle.

La historia trata de una bella familia, de la cual Olga Lengyel es parte, una familia próspera y feliz, conformada por los abuelos, los padres de Olga, ella y su marido y sus dos hijos. Olga y su esposo se especializaron en la medicina, ella era enfermera y su esposo, Miklos Lengyel, Doctor cirujano. Juntos atendían su propio hospital llamado Cluj-Napoca. A pesar de la grave enfermedad de su padre, Olga y su familia llevaban una vida muy feliz. Todo iba muy bien, hasta que las fechas de la Segunda Guerra Mundial se acercaban. Debido a las dificultades de la guerra y al poder que tenía Alemania en aquel momento (entonces liderada por el régimen NAZI, por Hitler), ella y su familia se vieron obligados a despojarse de todas sus pertenencias, entre ellas su hospital, propiedades, objetos de valor, etc. A su vez fueron deportados por guardias alemanes a campos de concentración en Auschwitz y Birkenau.

Durante el viaje de ida, el cual duro una semana, los deportados fueron sometidos a pasar condiciones inhumanas. La principal de ellas fue que tuvieron que meterse 96 hombres, mujeres y niños en un solo vagón, el cual era destinado para únicamente 8 caballos, entonces, se podrán imaginar que tan apretados unos con otros irían. No se les fue brindada agua ni comida, más que la suficiente para “sobrevivir” hasta llegar, aunque algunos, ni siquiera llegaron con vida. Estas personas murieron porque no pudieron aguantar el hambre y la sed, otros porque contrajeron enfermedades debido también a esto, y como todos estaban apretujados, los contagios se hicieron presentes. La falta de espacio vital, el hambre, la sed, las enfermedades y los problemas para ir al baño, fueron los que tuvieron que soportar los inocentes deportados.

Finalmente, después de mucho tiempo, al llegar a los campos, inmediatamente fueron despojados de todas sus pertenencias como comida alguna, prendas valiosas, etc. Y fueron sometidos a una “selección”, en la cual eran divididos en dos grupos, simple y sencillamente izquierda o derecha, los viejos y los niños a la izquierda, o sea, directo a la muerte (eran enviados a la cámara de gas y luego a los crematorios), y los adultos a la derecha, éstos eran destinados a trabajar en los campos como reos. Aquí, fue donde separaron a Olga de toda su familia, le quitaron a sus padres y a sus dos hijos, y mandaron a su esposo a un campo para hombres (ya que así los separaban).

Bueno, de manera resumida, tuvo por dos años que sobrevivir a condiciones verdaderamente horribles, inhumanas, inimaginables, casi indescriptibles. A diario se levantaba temprano para primero ser sometidas a una selección, en las cuales elegían a las más “inútiles”, y eran mandadas a la muerte. Después, eran obligadas a realizar trabajos extremadamente duros, pero sobre todo inútiles. Nadie ahí podía quejarse, preguntar, dar su opinión o algo parecido, porque lo que recibirían serían golpizas o hasta un tiro de revólver. A veces, las dejaban todo el día bajo el aniquilante sol arrodilladas, sin ser brindadas de la más mínima cantidad de agua. Todas morían de hambre, no sé qué era peor, la poca cantidad de comida que les daban, o la escoria que les daban de comer, que era una especie de “sopa” de un color amarillento y sabor asqueroso. Eran muy suertudas las que podían encontrar un pan tirado por ahí, un incluso una pasta dental. En la noche, tenían que meterse todas en un cuarto muy chico, en el cual ninguna tenía el espacio suficiente para moverse libremente. Dormían en una especie de camastros llamados koias, las cuales eran muy rígidas y las prisioneras debían dormir amontonadas de cuatro o cinco por camastro. Algunas caían del camastro más alto por la falta de espacio y morían al caer. Los soldados alemanes cometían muchas injusticias contra las prisioneras, entre ellas era golpearlas sin ninguna razón, obligarlas a desnudarse y tener relaciones, entre muchas otras.

Olga, después de un tiempo se había enterado de que su esposo seguía con vida, debido a los muchos rumores que pasaban de campo en campo constantemente. Esta noticia fue la que le dio un propósito a su vida, una razón por la cual vivir, una de muy pocas. Ella se propuso ver de nuevo a su esposo, cara a cara. Para conseguir esto hizo de todo, hasta que lo logró.

Más tarde, empezaron a haber conspiraciones dentro de los campos de concentración en Auschwitz y Birkenau, en los de hombres tanto como en los de mujeres.

Para aquél tiempo, las noticias externas, los “chismes”, mensajes entre los prisioneros, etc. Ya podían circular con más libertad dentro de los campos. Incluso, alguien

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11.2 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com