Los jóvenes ante el terrorismo

“Hay palabras que con el simple hecho de recordarlas y pronunciarlas, producen llagas en la lengua”.

A mí la palabra “terrorismo” no solo produce llagas en mi lengua….también en el corazón.

Honorables miembros que integran la mesa del jurado calificador, compañeros participantes, y demás personal aquí presente, mi nombre es: Daneli Sebastián Roque, y represento a la escuela secundaria técnica “16 de octubre” ubicada en Ometepec, en este certamen de oratoria con el tema:

“los jóvenes ante el terrorismo”

Los valores universales y humanos se han ido perdiendo:

Sentimientos tan antiguos como la misma humanidad tienden a desaparecerse transformándose en conceptos: la tolerancia, el respeto y la solidaridad, prácticamente desaparecieron: la solidaridad, la justicia, y la razón dependen más que nada de los intereses económicos que tenga. El mundo civilizado está cediendo paso a poco a poco paso a la barbarie, el salvajismo y la intolerancia.

Todos fuimos testigos de los trágicos acontecimientos sucedidos en la ciudad de nueva york, por mencionar solo un caso, ya que esto solo se da en cualquier parte del mundo como consecuencia de las diferencias políticas, económicas o religiosas de manera indirecta los jóvenes sufrimos también las persecuciones de tan lamentables actos .

No hay distancia suficiente para no verse afectados por tales hechos, no hay rincón alguno al que no lleguen imágenes de cuerpos lesionados por el odio y la intolerancia de los hombres.

El más inteligente de los seres que habita esta tierra utiliza su cerebro para idear acciones que dañan y destruyen a seres de su misma especie, con la finalidad de obtener algún beneficio personal o colectivo.

¿Valdrá la pena derramar sangre inocente? ¿Por qué no utilizar su inteligencia para creas algo que haga que son se lastime o mutile a otras personas por el simple hecho de pensar de otra manera, creer en algo distinto o ser diferente? inventar algo que nos permita tener el criterio suficiente para aceptar a los demás como son.

Desconozco los nombres de las personas que realizan estos actos, desconozco también los nombres de quienes clavaron a Cristo en la cruz, pero sí recuerdo el nombre de Pilatos, el que se lavo las manos y se mantuvo al margen de los acontecimientos.

No quiero permanecer callada entre esta situación, en la que los jóvenes como yo, como tu, como ustedes, resulten lastimados, perdiendo alguna extremidad o incluso la vida. Quiero que hagamos conciencia, de que existen otros métodos para resolver nuestras diferencias.

Si hubo ferocidad en los verdugos de Cristo, mayor hazaña hubo en los jueces, en Pilatos solo hubo

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