Los monopolios.
MeddinaEnsayo22 de Abril de 2016
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Desde el punto de vista interno, una empresa monopolista es como cualquier otra; está sujeta a la ley de la proporción de los factores: su crecimiento está determinado por la ley del rendimiento según sea la escala de su planta, y sus costos se expresan con juegos de curvas. En el presente documento, hablaremos sobre las empresas monopolistas, donde podremos aprender sobre uno de los tipos de Mercado más importante, y del impacto que éste tiene en la sociedad, ya que muchos de nosotros somos demandantes de éste tipo de empresas y deberíamos saber más acerca de cierto tema.
Monopolio es aquel único productor en su industria, donde no existen otras que produzcan sustitutos cercanos, surge cuando hay barreras de entradas muy sólidas que protegen al único participe, con el fin de impedir la entrada a nuevos competidores. Al igual que en el mercado competitivo, trata de maximizar su beneficio, por lo cual decidirá producir siempre y cuando el ingreso marginal (el de la última unidad producida) sea mayor que su coste marginal. Como bien sabemos, el monopolio puede fijar el precio del producto, y es de ello que nos hablan en el Articulo Yo, Naranja; Esos "jugadores dominantes" hacen -con la anuencia de funcionarios débiles o cómplices- básicamente lo que se les da la gana. Controlan, coluden, abusan, expolian, exprimen (Dresser, Denise, 2010)., es decir…nosotros somos quienes damos el poder a quien está arriba, ¿Por qué permitimos que se nos venda Pan Industrializado por una sola empresa? Cuando podemos consumir productos hechos por las manos de un obrero, de calidad, con sabor real, y a un precio más “humano”. Nosotros compramos marcas, no siempre producto, haciendo que estas empresas oligopolistas crezcan cada día más, y por ende…adquiriendo cada vez un campo más grande aún.
(Garay, Álvaro de, 2010) La presencia de estructuras monopólicas y oligopólicas en la economía es resultado de la interacción de factores económicos, políticos y legales. Los empresarios no crean las condiciones del entorno ni tampoco las reglas del juego, lo que hacen es operar en el marco de las restricciones existentes, sean severas o laxas, justas o injustas.
Cierto, los empresarios no son quienes forjan las leyes que nos rigen, pero… en nuestro pueblo inquisitorial, siendo realistas, no tenemos una norma que nos ayude a terminar con esas barreras naturales (aquellas que surgen debido a las características tecnológicas de la industria) y/o artificiales (las que dependen de las instituciones sociales y políticas; patentes, concesiones o licencias administrativas), para con ello, poder innovar, competir contra el monopolio, podríamos terminar de una vez por todas con aquellos oligopolistas que abundan como plaga con sus productos tan ahora ya comerciales, pues si vendemos algo de calidad, a un precio justo, poco a poco podríamos ir minorando la demanda hacia esas empresas que día con día básicamente nos obligan a trabajarles y consumirles aun con la pésima garantía y calidad que estas nos ofrecen.
Si todo fuese más justo, competitivo, legal, razonable y sin egoísmos, podríamos terminar de una buena vez con la pobreza que hoy en día nos acecha y rodea, pues no se trata de exprimir naranjas, se trata de regular los medios de servicio que consumimos. Precios al alcance de la sociedad, productos y productores buenos, honestos.
En conclusión; El monopolista puede utilizar su poder de mercado con objeto de apropiarse de todo o parte del excedente del consumidor y esto se debe a que es un simple vendedor quien no tiene rivales, este tipo de empresas NO están aseguradas de tener altos ingresos debido a los desperdicios e ineficiencias que se puedan presentar, además que la demanda permite al monopolista libertades de las que no disfruta el vendedor en competencia pura, como son las formas de atender el mercado: fijar el precio, o fijar la cantidad que pone la venta… Por lo cual, le podemos enfrentar a través una buena inversión, mentes honestas que estén políticamente bien trabajadas, es decir, exigir leyes que promuevan, apoyen y regularicen la competencia en beneficio no solo de los consumidores, sino también a sus productores.
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