Los niños invisibles, la violencia sexual a menores en México
marialex1290Ensayo1 de Octubre de 2019
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Los niños invisibles, la violencia sexual a menores en México.
Escrito por: M G Al Guerrero.
La violencia sexual, es definida por la Organización Mundial de la Salud como… “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo” (Violencia contra la mujer: violencia de pareja y violencia sexual contra la mujer., 2011) |
La sociedad mexicana está basada en la estructura y tradición familiar y durante siglos fue el sostén que fijó las bases morales y consuetudinarias que hasta la fecha rigen el actuar común; la importancia que tiene la familia hasta nuestros días pese a los cambios radicales y que ha tenido esta estructura social primaria a lo largo de las últimas décadas en la cultura mundial actual, sigue siendo la de proveer a los niños un lugar en donde moldear los aspectos de la personalidad y las reglas básicas de convivencia en sociedad, ya que es aquí en donde los seres humanos aprenden a desenvolverse como entes sociales, adoptar una lengua, reconocer sentimientos, emular conductas y, en uno de los aspectos formativos más importante de la familia, se aprende a entablar relaciones interpersonales y a desarrollar roles dentro de la dinámica familiar que, en el futuro, cuando se llegue a la adultez, determinará aspectos conductuales y de la personalidad que acompañarán al sujeto en su actuar adulto.
El hogar familiar por lo tanto, debería ser para los niños el lugar y ambiente más sanos en donde los infantes puedan encontrar lo suficiente para desarrollarse física, mental y emocionalmente, garantizando con esto la sana convivencia futura y con ello, la supervivencia de nuestra especie. El papel que la familia tiene en la formación de los niños, es de tanta importancia que el derecho a tener una familia, al libre desarrollo, y a la felicidad de los niños, está consagrado en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2017)
La violencia sexual, es considerada ya por la Organización Mundial de la Salud, como un problema de salud pública que afecta no solo a mujeres, sino a la sociedad en general, esto, por las repercusiones físicas y sobre todo psicológicas que pueden quedarse en la víctima de forma indefinida. (Violencia contra la mujer: violencia de pareja y violencia sexual contra la mujer., 2011)
El objeto de este ensayo, es abordar un tema que desgraciadamente se vuelve más actual y común cada día en México, la violencia sexual, que ha dejado de ser un tema que afecta únicamente a las mujeres, (quienes son las víctimas más frecuentes) ya que, de forma desmedida ha aumentado en grupos vulnerables como lo son la infancia y la adolescencia.
El problema del abuso sexual a menores de edad, no es novedoso, ya que la pederastia[1] se practica desde las primeras culturas políticamente organizadas en estructuras sociales que hasta la fecha son modelo para la sociedad actual aunque, para poder hacer un estudio objetico del asunto se debe considerar el marco histórico desde el punto de vista jurídico-consuetudinario de cada época, para empezar, en la antigua Grecia, los “eromenos”, varones menores de entre 12 a 16 años, eran acogidos por “erastes”, quienes eran varones mayores de edad, con la finalidad de ser inmiscuidos en la vida política y social de la época e iniciados en la vida sexual mediante relaciones homosexuales en donde siempre debían ser los sujetos pasivos, con apego a las leyes que en eso tiempo regían a los griegos y, antes de ser considerada una agresión, era parte fundamental de la sociedad griega de la época.
Como se puede observar la edad permitida por la normatividad griega son 12 años, así que, mantener relaciones con niño menor de los doce, prepuber, era considerado como un acto delictivo. Los hijos de los esclavos, no eran considerados como sujetos de derecho, así que se encontraban en total disposición de la voluntad del amo y, el tener coito con ellos, aunque fuesen prepúberes, no constituía un delito.
Por otra parte, el abuso sexual en el entorno familiar era más frecuente entre las menores y, de hecho y a modo de prevención de este delito, existía la prohibición del incesto, mismo que era mal vista en la sociedad griega.
En Roma los fines no eran educativos ni sociales, y existieron los abusos sexuales a niños mediante el coito anal, esta práctica era considerada un delito y se le denominaba “estupro”[2].
En la época de la republica romana, se escribe la Lex Scantina[3] y las Lex Iulia[4], misma que sanciona las relaciones entre pederastas y menores de 17 años, pero, así como en Grecia, estas leyes no consideraban como sujetos de derecho a los esclavos, mismos que eran expuestos no solo a la voluntad de sus amos, sino que, con ello, se generaba uno de los negocios más prolíferos hasta la actualidad, la explotación sexual infantil, de hecho, desde entonces ya existía el turismo sexual, ya que Pompeya era una ciudad conocida por ofrecer a niños y niñas como sexoservidores en sus lujosas fincas y baños, de hecho estos jóvenes y niños fueron llamados “putanos”[5] (Española, 2018), término que quiere decir joven o amante joven, y hasta la fecha, dentro de nuestro lenguaje común, usamos esta palabra para referirnos a las mujeres que practican la prostitución como oficio.
De igual forma que en Grecia y gracias a la poca importancia que se le daba a la figura femenina dentro de sus culturas, solo se preveía el abuso intrafamiliar, motivo por el cual se sancionaba el incesto, prohibiéndolo hasta en tercer grado de consanguinidad.
Es hasta el Cristianismo que se empiezan a repudiar este tipo de prácticas debido a la influencia Judeocristiana, y surgen nuevas leyes que castigan y aborrecen el abuso sexual infantil, y, con la leyes de Justiniano, se castiga el estupro, y cualquier tipo de proposición indecorosa dirigida a cualquier menor de edad.
En el México prehispánico las prácticas sexuales estaban íntimamente a la religión, como todos los aspectos que regían esta sociedad. Es sabido por la poca información existente en códices y los relatos de los conquistadores y frailes que ayudaron en a conquista teológica, que su religión estaba basada en la dualidad y no podía existir el cosmos sin el equilibrio de esta y, es por ello, que la sexualidad debía estar cargado de estos dos elementos de la dualidad femenina y masculina, algunos casos documentados de actos homosexuales, infidelidades, incesto y violación, se especifica que estos actos sexuales delictivos para esta sociedad eran castigados con penas de muerte.
A pesar de haber una notoria diferencia social entre hombres y mujeres, los delitos sexuales a menores eran igualmente aborrecidos ya que los niños, eran la parte más amada y protegida dentro de la estructura social azteca sin importar el género, ya que estos aseguraban la continuidad de su cultura. (Lucena, 1992)
Durante la conquista, los españoles utilizaron el terror como estrategia para lograr que los Indigenas se rindieran y las violaciones fueron un recurso frecuente, en 1533, el emperador Carlos V promulgó una ordenanza en donde se imponía la pena capital por el delito de violación aunque no se garantizaban derechos o protecciones especiales a los menores ni mucho menos a los que ostentaban la calidad de esclavos (Caballos, 2017).
Posteriormente, a lo largo de la historia del México colonizado, independiente, y hasta la época Juarisa, los casos más comunes de violencia sexual a menores se dio en el seno familiar y por clérigos, quienes gozaban de total impunidad ya que la sexualidad era un tabú y para en la dinámica de la sociedad Novohispana y posteriormente en el México Independiente, la virtud de las doncellas y la virilidad de los varones era un aspecto de fundamental relevancia para asegurar la honra de la familia .
Debido a los movimientos revolucionarios y de posterior acomodo político, fue muy frecuente que las niñas desde los doce años contrajeran matrimonio, considerándose esta practica normal, hasta que se empieza a criminalizar esta practica y perer esta costumbre, esperando a la mayoría de edad de estas hasta los 18 años.
El factor común que hay en los periodos anteriormente descritos, es el de la pobreza. Los pobres tenían menor acceso a la información, mayor propensión a la violencia y explotación sexual de los más indefensos, los niños.
En la actualidad En México, el turismo sexual, el tráfico de infantes, trata de blancas, (los delitos antes mencionados son más frecuentes gracias al mercado prospero del fácil y barato acceso a nuestros niños para extranjeros y en general, quien pueda pagarlo), la pornografía infantil y las agresiones sexuales a menores de edad en el núcleo familiar, y entornos de convivencia cotidiana como lo son escuelas e iglesias, ha aumentado de forma tal y con cifras tan alarmantes que, se considera que un 40% de la población entre 3 a 18 años, han tenido experiencias sexuales violentas y, en nuestros hospitales tres de cada 10 alumbramientos son de niñas de entre 10 a 13 años.(Secretaría de Salud)
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