Los sueños que nunca mueren

Los sueños que nunca mueren

Mis recuerdos se remotan a los 7 años de edad   que un día mientras jugaba en mi habitación escuché que tocaron la puerta tan fuerte como un trueno mi madre salía a recibir  a unos familiares con los cuales empezaron a platicar yo era muy pequeña para entender lo que pasaba porque solo comprendía lo que era comer y jugar   pero escuche que hablaban acerca de mejores oportunidades para mis padres, para mis hermanos y para mi pasaron los días como una estrella fugaz muy rápido  y algo raro sucedió mi madre empezó a  guardar mis cosas en maletas, cajas y  bolsas gigantes como el cielo  los días transcurrieron  y de repente   un automóvil muy grande se parqueo fuera de mi pequeño hogar   y  nuestros allegados entraron a casa  todos estaban muy tristes y hasta lloraban, nos abrazaban y al subirme al automóvil sentí como mi pupila se nublaba y mis lágrimas caían  como gotas de agua con  tristeza mire por la ventana y mis abuelitos se quedaban observándonos mientras nos alejábamos poco a poco  con su rostro lleno de tristeza.

 Fue un largo  viaje pero llegamos mis padres me decían que era otro país  llamado Ecuador, en Cayambe para ser exactos fui creciendo y con el tiempo, fui comprendiendo muchas cosas entre ellas que había salido de mi país natal Colombia y llegué a otro país donde me esperaban nuevas experiencias, nuevas costumbres y nuevas personas por conocer pasaron los años y mi yo de niña que  ya no era tan niña  creció.

Estudie mi educación básica en la escuela fiscal mixta Ayacucho ubicada en Cayambe en la cual me destaque en mis estudios tenía una buena memoria, luego empecé una nueva etapa  y una nueva aventura empecé  la secundaria en la unidad educativa Cayambe conocí nuevas personas y empecé nuevas experiencias en la cual también fui una chica muy destacada en mis calificaciones pasaron los años y así fue como el tiempo voló sobre mi.  Llegó un día muy esperado donde los luceros de mi rostro brillaban más que nunca me gradué de la secundaria con la positividad de emprender un gran sueño,  pero algo que no esperaba sucedió y fue en ese momento donde mi vida dio un giro de  360° a mis 19 años quedé embarazada finalice una etapa para empezar una nueva tal vez un poco más difícil claro no estaba en mis planes,  pero estaba consiente que desde el 27 de octubre del 2016  alguien más dependía de mí, en mi vientre crecía el amor de mi vida la cual al verla por primera vez me robo una sonrisa y es la luz que ilumina mis días  ella actualmente  tiene seis años y yo 25 años.

 Empecé a trabajar en una empresa florícola  de flor preservada  dónde se elaboran cosas maravillosas, postergue mis estudios por casi siete años sorprendente verdad  pero a lo largo de este tiempo  llegaron personas a mi vida  que me motivaron a cumplir mis sueños así como luces en la obscuridad , a cumplir esta meta porque a pesar que pase el tiempo nunca he perdido la esperanza de ser una gran profesional por eso tome está decisión estudiar la carrera de derecho una carrera que además de tener una gran proyección laboral aporta con el cumplimiento de las leyes y los derechos que poseemos desde el momento de nacer  aunque soy consciente de que a lo largo de la carrera se toparan casos muy injustos pero de eso se trata el Derecho  de comprenderlo y ser yo la encargada de hacer cumplir la leyes de la manera más justa.

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