MODELO SOCIO ECONOMICO
maruja2214 de Abril de 2015
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República Bolivariana de Venezuela.
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.
Fundación Misión Sucre.
Aldea Liceo Guanipa.
INTEGRANTES
Prof.: Eurimar Mata Br. Mercy Díaz
Br. Eliza Meneses
Br. María L. González
La noción de sistema-mundo para entender la globalización y los procesos de integración
La perspectiva del sistema-mundo, también conocida como economía-mundo, o teoría, enfoque o acercamiento analítico de los sistemas-mundo es un desarrollo de la crítica post-marxista que intenta manifestar la labor de las relaciones sociales, políticas y económicas en la historia del planeta Tierra. Es una teoría historiográfica, geopolítica y geoeconómica con gran vigencia y aplicación en las relaciones internacionales.
Técnicamente hablando, la teoría o análisis sistema-mundo no es una verdadera teoría, sino más bien un fructífero planteamiento para el análisis y el cambio social. Este análisis se ha desarrollado principalmente por los siguientes autores: Samir Amin, Andre Gunder Frank, Immanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi con contribuciones importantes de Volker Bornschier, Peter Turchin, Andrey Korotayev, Janet Abu Lughod, Tom Hall, Kunibert Raffer, David Wilkinson y otros..
La teoría crítica que desarrolla el sistema-mundo recoge tanto la tradición marxista como la tradición de la Escuela de los Annales francesa, especialmente al autor Fernand Braudel quien utilizó por primera vez las expresiones "economía mundial" y "economía-mundo"
La propuesta del sistema-mundo se asienta, entre otros, en uno de los presupuestos o tesis que proponen una evolución del capitalismo en el que el imperialismo se constituiría en su culminación o máxima representación. Esta posición ha sido para el marxismo del siglo XX una constante. El imperialismo, como fase superior del capitalismo es un concepto acuñado por Lenin, quien también usó los términos periferia y centro (centro-periferia) como idea para analizar la economía y la política internacional.
Immanuel Wallerstein, uno de los más destacados autores en la teoría 'sistema-mundo' usa, básicamente, la misma terminología. Wallerstein caracteriza el 'sistema-mundo' como una serie de mecanismos que redistribuyen los recursos desde la 'periferia' al 'centro' del imperio. En esa terminología el 'centro' es el mundo desarrollado, industrializado, democrático el primer mundo, y la 'periferia', mundo subdesarrollado o tercer mundo junto con los mal denominados países en vías de desarrollo o Semi periféricos, estos últimos son los exportadores de materias primas, la parte pobre del mundo, el mercado mediante el que el centro explota a la periferia (periferia y Semi periferia). Esta tesis se enfrenta a la posición ortodoxa y tradicional de la bondad del desarrollo económico que produce necesariamente el comercio internacional y que repercutiría positivamente no solo en el centro sino también en la periferia.
Sistema-mundo (Imperio):
• Centro (Países desarrollados)
• Semi periferia (Países en vías de desarrollo)
• Periferia (Países subdesarrollados)
Wallerstein ubica el origen del régimen actual de sistema-mundo en el siglo XVI en la Europa occidental y lo define como un sistema social con sus reglas, estructuras, normas y funcionamiento propio que responde a su lógica interna
Los sistema mundo económicos en la era pre-moderna eran estructuras muy inestables que evolucionaban hacia imperios o se desintegraban. La particularidad del sistema-mundo moderno es que ha dado lugar a una economía-mundo cuya duración lleva 500 años. Aun cuando el sistema-mundo económico puede tener centros políticos, éstos no son permanentes ni hegemónicos. Es el caso de las ciudades del norte de Italia, después Ámsterdam (Holanda), Londres (Gran Bretaña) y Nueva York (EEUU) que se han sucedido como capitales del sistema-mundo económico del capitalismo en el último medio milenio. Arrighi y Silver anuncian un desplazamiento del centro hegemónico actual a corto plazo. Esta falta de centro hegemónico, según Wallerstein, es el secreto de la fuerza del sistema-mundo moderno y, a la vez, constituye el lado político de la organización económica llamada capitalismo. El éxito del capitalismo descansaría precisamente sobre esta multiplicidad de sistemas políticos que conviven simultáneamente.
El capitalismo dispone de varias opciones para operar en un sistema-mundo de este tipo. En primer lugar, les ofrece a los capitalistas una estructura sobre la cual pueden moverse con mucha libertad. Esta noción es tomada de Braudel, que considera que las operaciones capitalistas y sus agentes son básicamente especulativas y financieras. Mientras que la producción requiere de la protección de una clase o Estado, las finanzas necesitan plena libertad para moverse sin restricciones. En segundo lugar, el sistema-mundo le permite al capitalismo expandirse territorialmente en diversas direcciones, a diferentes ritmos sin enfrentar restricciones políticas.
El sistema-mundo capitalista tendría un centro que dirige y acumula la riqueza global. Al mismo tiempo, se expandiría sobre una periferia que es objeto de una explotación sistemática. En el medio, como un colchón amortiguador, se ubica una Semi periferia que serviría de estadio promotor de nuevos centros. En el caso de América latina, su posición dentro del sistema-mundo capitalista, desde su aparición hace 500 años ha sido periférica. En algunos casos y para tiempos limitados algunos países de la región habrían alcanzado el nivel de Semi periferia: Argentina, Uruguay, Cuba.
El sistema mundo y, en este caso, el sistema-mundo capitalista operan sobre la base de un conjunto de reglas. Las mismas se reflejan en los ritmos cíclicos y en sus tendencias seculares.
Como todos los sistemas, la proyección lineal de sus tendencias encuentra ciertos límites, después de lo cual el sistema se encuentra a sí mismo lejos del equilibrio y comienza a bifurcarse. A partir de este punto, podemos decir que el sistema está en crisis, y que transita a través de un período caótico en el cual busca estabilizar un nuevo y diferente orden, es decir, que realiza la transición desde un sistema a otro. Qué es lo que este nuevo orden será, y cuándo se estabilizará, es algo imposible de predecir, pero también es algo que se encuentra fuertemente impactado por las acciones de todos los actores que participan en toda esta transición. Y es exactamente la situación en la que estamos ahora.
La ''globalización'' estimula la concentración de la riqueza y la centralización de las políticas. Pero ''el mundo sin fronteras'', motor ideológico concebido por el capital financiero para esconder sus tesoros, no es nuevo. Para Braudel así como para Wallerstein la acumulación es la marca del capitalismo como forma de operación dentro del sistema-mundo moderno. Donde Wallerstein se encuentra con Marx es a nivel de la economía: instancia donde la fuerza de trabajo produce la riqueza.
Capitalismo como sistema global: La economía mundo
Vivimos en una economía global que se caracteriza no sólo por el libre comercio de bienes y servicios sino más aún, por la libre circulación de capitales. Los tipos de interés, los tipos de cambio y las cotizaciones bursátiles en diversos países están íntimamente interrelacionados y los mercados financieros globales ejercen una gran influencia sobre las condiciones económicas. Dado el decisivo papel que desempeña el capital financiero internacional en la fortuna de algunos países, no es inoportuno hablar de un sistema capitalista global.
El sistema es muy favorable al capital financiero, que es libre de ir allí donde obtenga mayores recompensas, lo que a su vez a conducido al rápido crecimiento de mercados financieros globales. El resultado es un gigantesco sistema circulatorio que toma capital en los mercados financieros y las instituciones financieras del centro y después lo bombea a la periferia directamente en forma de créditos e inversiones de cartera o indirectamente a través de corporaciones multinacionales. En tanto en cuanto el sistema financiero sea vigoroso, se impone a la mayoría de las demás influencias. El capital reporta muchos beneficios, no sólo el aumento de la capacidad productiva sino también mejoras en los métodos de producción y otras innovaciones; no sólo un aumento en la riqueza sino también un aumento en la libertad. Así pues, los países compiten por atraer y retener el capital, y preparar condiciones atractivas para el capital tiene prioridad sobre otros objetivos sociales.
Pero el sistema está profundamente viciado. Mientras el capitalismo continúe triunfante, la búsqueda de dinero anula todas las demás consideraciones sociales. Los mecanismos económicos y políticos quedan desbaratados. El desarrollo de una economía global no ha ido a la par que el desarrollo de una sociedad global. La unidad básica de la vida política y social sigue siendo el
Estado
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