NUEVO MODELO SOCIO ECONOMICO
mariaalexiabrito15 de Mayo de 2014
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Diplomado en Derechos Humanos
EL NUEVO MODELO SOCIO ECONÓMICO
Integrantes:
Carmen Gómez
Guillermo Useche
María Brito
INDICE
1.- Introducción
2.- Nuevo modelo socio económico
3.- La Diversificación de la propiedad
4.- Conclusiones
5.- Bibliografía:
1.- Introducción
En el devenir de la historia económica de Venezuela se produjo una crisis del modelo rentista o capitalismo rentista, que dependió directamente de la dinámica y explotación de la industria petrolera y fue el eje de la economía (fuente de renta internacional para el Estado) y de la sociedad como actividad productiva (Incorporación del trabajo, tecnologías, equipos y maquinarias, generación de empleos y demanda bienes y servicios producidos por el país). Dentro de dicho sistema contábamos con un Estado que poseía dotes liberales (orden interno, justicia, soberanía nacional) e igualmente características del estado de bienestar (Educación, salud e inversión en infraestructura). Representó un Estado hiperactivo, realizando actividades poco usuales (Productos lácteos, gerencia de hoteles, líneas aéreas, etc.) que finalmente sólo llego a ser una fuente de ineficiencia y corrupción al igual que la administración descentralizada.
Los mecanismos que el Estado utilizó para transmitir la renta petrolera, sin mediar las consideraciones de las prioridades, costos y oportunidades, al conjunto de la sociedad y para incidir en el modelado de la misma fueron: La distribución del ingreso fiscal a través del gasto público (Sueldos y salarios o gasto corriente), la inversión pública, préstamos, subsidios que financiaron costosos “compromisos” o lastres políticos, sociales y económicos para el desempeño de la función pública, sobrevaluación del Bolívar (Adquisición de insumos y bienes, Industrialización) y finalmente bajos impuesto internos.
La administración descentralizada se amoldó a la tarea de satisfacer diversos intereses socioeconómicos e incluir sectores específicos en la formulación de la política pública, creando un sistema semicorporativo de toma de decisiones, un sistema rígido que siempre seguía la rutina de buscar dispositivos de consulta multilateral (C.T.V., Fedecámaras y funcionarios del gobierno central) para formular políticas públicas.
Sin embargo, luego de la nacionalización del petróleo se verificó un progresivo predominio de la dimensión rentística que produjo el colapso de la misma en los años 80 como fuente exclusiva de sostén del crecimiento económico, debido a la inestabilidad y tendencia al decrecimiento de los precios en el mercado petrolero, también el incremento y complejización de los compromisos económicos y sociales del Estado venezolano y el crecimiento de la población y de sus necesidades. Todo esto produjo que una reducción en las capacidades del Estado para atender diversas demandas sociales y para expandirse hacia nuevos ámbitos.
Las consecuencias de dicha dinámica económica, sociopolítica, cultural e institucional en el país fueron sido profundas, contradictorias, variadas y han tocado a toda la sociedad venezolana; desde el amoldamiento del Estado al método a incluir significativamente consideraciones de eficiencia y productividad en la asignación de los recursos. A su vez, de parte de éste modelo vemos que existió una continua y creciente limitación proveniente del principio de distribución de la riqueza y no en su creación que aunque transmitió a la sociedad niveles aceptables o altos y constantes de bienestar y desarrollo socioeconómico al bajar la renta petrolera, la incapacidad del Estado para atender las demandas de los diversos sectores sociales modificaron los supuestos del modelo sociopolítico, y en consecuencia, las reglas que lo rigen y las relaciones entre los actores. La sociedad venezolana se encuentra obligada a aceptar las ganancias de unos como las pérdidas de otros o simplemente repartir las pérdidas, lo cual hace cada vez más difícil asegurar la armonía social y política a través del ingreso petrolero y la mediación del Estado. Desde el último gobierno del Presidente Pérez y a raíz de la crisis del modelo rentista se pusieron en lenta y conflictiva marcha una serie procesos de reestructuración del sector público en todos los ámbitos, este programa trató de redefinir nuevos lineamientos, prioridades, mecanismos y reglas de acción estatal al formular políticas públicas.
2.- Nuevo modelo socio económico:
Para poder entender la necesidad de crear un nuevo modelo socio económico, debemos empezar por entender la crisis del modelo socioeconómico y de las expectativas sociales que dieron origen al mismo ya que inicialmente la democracia en Venezuela se dio en una situación de precariedad institucional y de carencia de prácticas y hábitos pluralistas, por eso gran parte de su apoyo se desarrolló en forma de mecanismos utilitarios de integración al régimen político como fórmula para generara respaldo al mismo y crecimiento socioeconómico a la población, generándose así una cerrada correspondencia entre la democracia política y el bienestar social y económico. Se argumentaba que al democratizar los canales de acceso al Estado se democratizarían las políticas económicas y sociales a través de abundantes recursos fiscales, además se pensaba que en la medida que la democracia fuera capaz de demostrar su superioridad al generar mayor riqueza social y bienestar a la población, sería preferido y más confiable ante opciones autoritarias. No obstante éste carácter utilitario debería transformarse una vez demostradas las ventajas de la democracia.
El Estado desempeñó un gran papel en el diseño y puesta en práctica de políticas sociales que antes de buscar la eficiencia en el uso de los recursos, buscaba generar adhesión al modelo socioeconómico, su legitimidad, actores y procesos claves. A su vez las políticas sociales aunque ofrecidas en el ámbito desigual en magnitud, cobertura y calidad, y manteniendo las brechas entre los sectores hicieron que se elevaran los niveles de vida y socioeconómicos de los grupos más pobres. Se generaron modificaciones de status en sentido positivo y ampliaciones de las expectativas acerca de la potencialidad del modelo socioeconómico y su marcha hacia el bienestar colectivo.
Sin embargo al combinarse la reducción en los recursos fiscales, ajustes en el mercado, ineficiencias en el uso de voluminosos recursos y el uso de la política social a favor sólo de y gremios en los años 80 hizo que durante los años 90 derivaran en estancamientos y/o decrecimientos en los principales indicadores socioeconómicos y sociobiológicos (Pobreza) fundamentales de la población. Finalmente se demostraron las fragilidades y limitaciones de los mecanismos y modelos utilizados por el Estado para transmitir y asegurar eficazmente recursos a la sociedad y niveles adecuados de bienestar al pueblo y luego la vulnerabilidad del vínculo entre las condiciones socioeconómicas y la integración sociopolítica.
En fin, aún cuándo el declive se hizo evidente durante los años 80, los gobiernos de la época no emprendieron programas serios y sistemáticos de ajuste económico, y la población seguía respaldando y confiando en la democracia y sus principales gestores (AD y COPEI). Sin embargo, cuándo el presidente Pérez planteó el programa de ajustes y sus modificaciones a la política social, el deterioro acumulado en las condiciones de vida de la población gestó una poderosa desafección respecto a la democracia, provocando los estallidos sociales e intentos de golpe de estado que ya conocemos, lo cual fue una gran señal de peligro para la estabilidad democrática. En conclusión aunque las relaciones entre la economía y la política no son lineales ni inmediatas, estas existen y se encuentran estrechamente unidas de modo que lo que afecta a una afecta a la otra por eso el decaimiento económico afecta tan seriamente la creencia democrática de una nación.
En el modelo rentista basado en la economía capitalista, fabricas y maquinas, que son los medios de producción, están manejadas colectivamente por trabajadores, que sirven para toda la sociedad y el pueblo. En este sentido, aunque los medios de producción ya tienen un carácter social, no están bajo la propiedad social, sino poseídos por capitalista particulares que dan motivo a funcionar fabricas y la economía en busca de grandes ganancias, no por el deseo de servir para los intereses públicos.
La socialización de los medios de producción resuelve esta contradicción. Las fabricas y maquinas, que son los medios de producción, que en realidad están manejados colectivamente por trabajadores en toda la sociedad, deben estar bajo la propiedad social. Este concepto pretende promover el desarrollo racional del sistema económico de la sociedad y constituye la esencia del socialismo. Ilich Ulianov lo planteo como “socialista es aquella sociedad donde está asegurado el derecho al trabajo propio y negado el derecho de apropiación de trabajo ajeno”.
Según la ONU “los bienes totales poseídos por las 358 personas más ricas en el mundo tienen un valor neto equivalente al ingreso anual combinado de 2,3 mil millones de los más pobres”, en el cual la diferencia entre los ricos y los pobres ha ensanchado a un punto intolerable. Un artículo escrito en el Washington
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