MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD
DANNY189325 de Octubre de 2013
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"La posmodernidad y la muerte de la política un indulto brasileño"
El texto comienza argumentando que la teoría social contemporánea se encuentra en crisis, a causa de las nuevas perspectivas posmodernas que ponen en tela de juicio a los que antes fueron procedimientos aceptados, cayendo en un relativismo ético y en un nihilismo burgués. Así el discurso posmoderno deriva hacia la imposibilidad de una interpretación de la verdad, falto de moral firme, ética y raíces políticas.
El termino posmodernidad se refiere a nuevos desarrollos de la teoría social (el estructuralismo, el deconstruccionismo, etc.) en el contexto de su rechazo de la historia y ausencia de un proyecto político definido, adoleciendo así de una consistente teoría del sujeto sin la cual es imposible promover discursos de cambio social (imposibilidad de pensar en términos de utopía), preocupándose mas en la comprensión del por que las cosas son como son y no en que debe hacerse para cambiarlas.
En este lugar comienza la pedagogía radical en contraposición con ideas posmodernas, apunta a como las escuelas reproducen los discursos, valores, y privilegios de las elites existentes. Aunque carece de una base sustentable, tanto teórica como social y política desde la cual poder moverse hacia una nueva formulación colectiva de metas nuevas y estrategias para construir en base a los imperativos de libertad y democracia. Por esta razón la pedagogía radical debe continuar la búsqueda del lenguaje crítico que haga hincapié en una política de emancipación.
La pedagogía dialógica de freire constituye una contribución importante para la pedagogía ética, por el éxito de llevar la teoría a la práctica con base en apuntalamientos culturales, tradicionalistas, y especial importancia del desarrollo colectivo en la construcción del conocimiento. Enlaza conceptos de cultura y poder a las categorías de historia, política, etc. Probando su éxito en la liberación de las vidas de generaciones privadas de su derechos. Este es el lenguaje de esperaza que Giroux llama “lenguaje de posibilidad”, buscando la concientización auténtica.
Para Freire, discurso y lenguaje siempre existen dentro de un contexto social, generando conciencia crítica y análisis de la vida cotidiana, un proceso que proviene de la praxis y genera nuevas praxis (acción con reflexión).
La educación con la conciencia crítica conduce a la política revolucionaria. Integra cultura y política a la pedagogía radical, así mismo su concepto de cultura nunca es despolitizada, siempre recuerda los nexos con las relaciones sociales y de clase que la conforman, llevando tanto un leguaje de critica como de posibilidad-concientización reconociendo el mundo no como un mundo dado, sino como un mundo dinámicamente en el haciendo. Convirtiendo de esta manera a sujetos que provienen de una cultura de silencio a comprometerse con un proyecto revolucionario en lucha contra la opresión y las estructuras deshumanizantes, formar parte de una práctica a la que refiere como utopía.
El carácter utópico toma como punto de partida a los actores colectivos en sus varias posiciones históricas y la particularidad de sus problemas y formas de opresión, teniendo específica fe en los seres humanos y en la necesidad de lucha permanente. La alfabetización asume una forma de acción cultural para la liberación, con énfasis en el diálogo humano y comunitario.
La practica auténticamente revolucionaria es utópica por naturaleza, lo que quiere decir que es dinámica, armónica, creativa y reflexiva y dialógica.
El proyecto fundamental utópico de Freire se constituye de un contradiscurso a través de sus intentos contestatarios y sus intereses de subversión. En este sentido, el contradiscurso se convierte en nuestra necesaria esperanza. Reemplazar el discurso melancólico y desanimado
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