Microeconomia Keynes Vs. Mankiw
Andre Rodríguez IbarraApuntes3 de Noviembre de 2021
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Keynes Vs. Mankiw: Diferencias en Teoría Monetaria*[pic 1][pic 2]
Keynes Vs. Mankiw: Differences in Monetary Theory
Carlos Alberto Duque Garcíaα
Resumen
Este artículo presenta una reflexión sobre las principales diferencias entre la teoría monetaria pre- sentada por John Maynard Keynes, en su Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, y el keynesianismo neoclásico, tal como se expone actualmente en el manual del profesor Gregory Mankiw. Para ello, se analiza la estructura del keynesianismo neoclásico, sus supuestos y la teoría monetaria implícita tanto en corto como en el largo plazo; para luego contrastar con las ideas mo- netarias de Keynes. Se concluye que las diferencias entre estas corrientes conducen a importantes diferencias en política monetaria, así como en las perspectivas sobre la estabilidad de las economías capitalistas y las reformas estructurales de estas.
Palabras clave
Keynes, teoría monetaria, demanda agregada, política monetaria.
Abstract
This paper discusses the main differences between monetary theory developed by John Maynard Keynes, in his General Theory of Employment, Interest, and Money, and Neoclassical Keynesianism, as outlined in Professor Gregory Mankiw´s textbook. For doing this, we analyze the structure of neoclassical Keynesianism, its assumptions and the monetary theory implicit in both the short and the long term, then we contrast this with the monetary ideas of Keynes. The central finding is that the contrast between those analytical trends leads to important differences in monetary policy, as well as to different perspectives on the stability of the market economies and the structural reforms thereof.
Key words
Keynes, Monetary Theory, Aggregate Demand, Monetary Policy.
Clasificación JEL: E12, E13, E40, E50
[pic 3]
* Artículo recibido el 05-02-2018 y aprobado el 13-07-2018.
α Magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá). Docente del Progra- ma de Economía de la Universidad Central (Bogotá) y miembro del grupo de investigación ‘Economía Política y Procesos de Desarrollo’. Correo electrónico: caaduquega@unal.edu.co.
Introducción
Con la publicación del trabajo de Ir- ving Fisher, The Purchasing Power of Money (1911), se construyó un amplio consenso sobre teoría monetaria den- tro de la ascendente escuela neoclási- ca. Esta escuela recién había surgido en la década de 1870, con los aportes de William Jevons y León Walras y ha- bía quedado sólidamente establecida tras la publicación de Principios de Economía, escrito por Alfred Marshall en 1890 (Chang, 2016). Actualmente, su núcleo duro es la teoría del equi- librio económico general. Las ideas monetarias de Fisher se difundieron rápidamente en Europa y Norteamé- rica y constituyeron la base para la organización monetaria de comienzos del siglo XX en muchos países.
Sin embargo, a partir de las grandes convulsiones de la primera mitad del siglo XX, la escuela neoclásica co- menzó a ser cuestionada en términos generales y su teoría monetaria de forma particular. La crítica de mayor impacto fue la que hizo John Maynard Keynes, en su Teoría del Empleo, el Interés y el Dinero, publicada en 1936. Tal fue la importancia de la crítica de Keynes que, a mediados de los años cuarenta y hasta los años setenta, sus ideas contribuyeron a la creación y aplicación de un nuevo paradigma
en teoría y política económica: el key- nesianismo. Así como el nacimiento de una nueva disciplina dentro de la economía: la macroeconomía.
Sin embargo, a pesar de sus simili- tudes, el keynesianismo que terminó prevaleciendo en la academia y en la política económica tenía importantes diferencias con los planteamientos originales de Keynes. Este era un keynesianismo neoclásico (KN de ahora en adelante), pues integraba algunas ideas de Keynes dentro del marco general neoclásico. Sus autores representativos fueron Hicks (1937), Modigliani (1944), Samuelson, Mun- dell, Flemming, Solow y, actualmente, Stiglitz, Akerlof, Mankiw, entre otros. Esta distinción entre Keynes y el KN ha sido señalada por Lavoie (2006) y Astarita (2009). El KN, a través de los modelos de oferta y demanda agrega- da, el IS-LM y el Mundell-Flemming, aún constituye el grueso de la forma- ción macroeconómica de los actuales economistas de pregrado.
A pesar de su exitosa divulgación, la interpretación neoclásica de Keynes dejó de lado algunos de los elemen- tos más críticos y originales de este autor. Aquellos elementos que eran incompatibles con el paradigma neo- clásico. En el presente artículo se analizan precisamente cuáles fueron
esos elementos en materia monetaria. Para hacerlo, se compara la teoría general con el manual del profesor Mankiw (2006), uno de los manuales de macroeconomía más usados en el mundo y principal referente del KN contemporáneo.
A continuación, se expone brevemen- te la estructura teórica de Mankiw, a partir del modelo de oferta-demanda agregada, se muestran sus supuestos y cuál es la teoría monetaria implícita en el modelo, para contrastarla luego con las ideas monetarias de Keynes. Por último, se presentan las impli- caciones de política monetaria y las conclusiones.
Teoría monetaria en Mankiw y
Keynes
El modelo básico de Mankiw es un modelo de oferta y demanda agrega- das que se analiza en dos situaciones diferentes: “el largo plazo” y el “corto plazo”. En el largo plazo, como se verá más adelante, se encuentra la teoría cuantitativa del dinero. En el corto plazo, una versión muy particular de la teoría de Keynes. Mankiw plantea que, en el corto plazo, hay condiciones bajo las cuales el dinero es no neutral pero que, en el largo plazo, hay neu- tralidad del dinero. En el Cuadro 1 se presentan ambas aproximaciones, así
como la propuesta por Keynes en su teoría general.
Mankiw: largo plazo
En la segunda parte de su manual, Mankiw expone la teoría macroeconó- mica del largo plazo. En ese horizonte temporal y analítico, los precios de las mercancías, incluyendo los factores de producción, son flexibles. Esa flexibilidad en los precios garantizaría igualdad en la oferta y demanda de todos los mercados; así como pleno empleo en el mercado de trabajo e igualdad entre inversión y ahorro en el mercado de capitales. En palabras de Mankiw: “A largo plazo, los precios son flexibles y pueden responder a las variaciones de la oferta o de la de- manda […] los precios se ajustan para garantizar la igualdad de la cantidad demandada de producción y oferta” (Mankiw, 2006, p. 387).
La razón para suponer que precios flexibles garantizarán igualdad de las ofertas y demandas, está en la teoría del equilibrio económico general wal- rasiano. Según dicha teoría, partiendo de las preferencias de los consumi- dores, la tecnología y las dotaciones, el mercado competitivo alcanzará un vector de precios relativos de equilibrio que iguale las ofertas y demandas en todos los mercados (Starr, 2011). Para
Cuadro 1. Características del keynesianismo neoclásico y Keynes.
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Fuente: elaboración propia.
alcanzar este equilibrio general no se necesitaría dinero, bastarían solamen- te variables reales. Así, al introducirse el dinero, este no tendría efectos reales, sino únicamente nominales, como lo plantea la dicotomía clásica (Mankiw, 2006).
Todo esto le permite a Mankiw plan- tear que, en el largo plazo, la curva de oferta agregada (que relaciona producción real con nivel de precios) sería inelástica. La producción real de la economía dependería exclusiva-
mente de factores reales (tecnología y factores de producción) y no del nivel de precios (o de la cantidad de dinero en la economía). La oferta agregada estaría dada por una función de pro- ducción agregada de la forma:
[pic 5] (1)
Además, si se consideran como dados el stock social de factores y la tecno- logía, la oferta agregada se puede considerar fija y en su nivel de pleno empleo:
[pic 6] (2)
Así, como Mankiw muestra en su capítulo 3, la producción determina el ingreso nacional y, este, a su vez, el gasto. Todo el ingreso se consume.
En consecuencia, en el espacio cartesiano que relaciona nivel de precios y producción real, la oferta agregada tendría pendiente vertical. Los desplazamientos en la demanda agregada ocasionados por variaciones de la oferta monetaria solo tendrían efectos nominales (variaciones en el nivel de precios) y ningún efecto real. Ni siquiera la inversión se modificaría, pues estaría determinada por la tasa de interés real (de equilibrio) que, por efecto Fisher, no se modificaría con variaciones en el nivel de precios, tal como explica Mankiw en el capítulo 4 de su manual (Mankiw, 2006).
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