Modernidad Y Posmodernidad

ANGUSTIA Y ANSIEDAD

Modernidad y posmodernidad

La importancia del paso de la modernidad a la posmodernidad. La desaparición de la angustia en el hombre posmoderno, y la presencia invasora, en cambio, de la ansiedad. La angustia es conjunta al hombre y lo ha acompañado a lo largo de la historia.

Angustia y ansiedad son fenómenos casi similares. El hombre de hoy, vendría saliendo de una cultura que ha estado dinamizada por aquello llamado espíritu de la modernidad, y estaría en algo abiertamente distinto: la posmodernidad. En la modernidad se hizo principalmente presente la angustia, así como en la posmodernidad se hizo más notoria la ansiedad, se diferencian apenas por matices, pero matices que marcan preferencias.

La angustia, como se dice es un sentimiento connatural al hombre, que lo acompaña en los más variados momentos de prosperidad o fracaso, de salud o enfermedad, y que se caracteriza por un estado de inquietud intima, de alerta, de expectación, de impotencia, de no ser a ratos de dueño del gobierno de sí mismo ni de las cosas, de depender en parte del destino.

La angustia testimonia más allá de toda la teoría filosófica, la individualidad real y autónoma de los demás seres, y la consistencia tangible de nuestra individualidad. La angustia también obliga a tomar conciencia de la temporalidad.

La angustia, es la que, se hace presente ante las perdidas, los acrecentamientos reales, o las meras posibilidades pérdidas o ganadas, da consistencia al ser individual, a las otras individualides y a todo lo existencial. Es el origen más remoto de las vivencias de yo, tu, nosotros; incluso, en cuanto surge a la expectativa de que uno de esos seres este presente o ausente, hace patente al amor, pues no cabría angustia ante la posible desaparición de algo o alguien que no importa nada, que no despierta el menor interés. Lo que es amado, y que inclusive es incapaz de despertar angustia alguna al dejar de ser, pondría a la vista que tal amor nunca se dio.

Los psiquiatras están acostumbrados a encontrarse con su patología. La angustia se torna patológica de diferentes maneras; Esta lo es cuando en vez de acrecentar la existencia la ensombrece, llenándola de temores vanos y estériles, como las neurosis de ansiedad y las obsesivas o bien inundándola de repente con una sensación intensa de desagrado en potencia que expresen vivencias y conductas peculiares como ocurre en los cuadros depresivos en la esquizofrenia en ciertos equivalentes epilépticos en cuadros mentales orgánicos en esa ciudad inquietud corporal que es propia de cuadros febriles o somáticos.

La posmodernidad no cree en la división sujeto-objeto, porque ya no concibe la realidad con una estructura íntima recia maciza que va gradualmente haciéndose a sí misma y mostrándose a lo largo de las épocas históricas, sino, que sólo concibe

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