PENSAMIENTO POLÍTICO LATINOAMERICANO Y VENEZOLANO

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

MÉRIDA ESTADO MÉRIDA

NOMBRES: MAYELIN CECILIA

APELLIDOS: RIVAS RODRIGUEZ

1ER SEMESTRE TRAMO I

UNIDAD CURRICULAR: PENSAMIENTO POLÍTICO

LATINOAMERICANO Y VENEZOLANO

ANALISIS

Proceso de lucha e independencia de las colonias americanas, capitulo de lucha, recogiendo migajas en el patio. Sugiere Octavio Paz.

Participación de los pueblos latinoamericanos en esa labor, la modernidad en América Latina que pospuesta o retardada resulta que nuestro juicio malograda, se alcanzaron avances significativos en el proceso de humanización del hombre latinoamericano, no debemos ignorar como propulsor de los derechos humanos y la justicia social a escala universal; se quiere la sublevación de indígenas, esclavos y campesinos. En toda América se proceso independentista las sublevaciones de Tupac Amaru, Tupac Katari, Wilka en el Alto Perú y comuneros liderados por Galán en la Nueva Granada y las insurrecciones en la Sierra Madre Oriental en México, la permanente y ancestral de luchas de mapuches, pijaos y otros pueblos originarios que no se sometieron al conquistador o se enfretarón con las armas a su poder.

Luchas por la justicia social los próceres de la independencia como Miranda, Bolívar, San Martín, O´Higgins, Artigas, Hidalgo, Morelos, Martí; acompañados por miles de criollos, mestizos, negros e indios, en la lucha no solo por la independencia política sino por sus derechos y por la justicia social.

El pensamiento ilustrado parte de estas ideas, especialmente de progreso y sentido de la historia, en planos renovadores y distantes del tradicional teleologismo, es cierto que algunas interpretaciones posteriores como las de Hegel, el postivismo y hasta cuantos “marxismos” en ocasiones recurrieron a especie de socorridos mesianismos laicos.

Junto a la idea del progreso emanada de la Ilustración y que además inspiró el pensamiento independentista latinoamericano, se ponen en crisis desde fines del siglo XX, según el neoliberalismo y el postmodernismo otros conceptos colaterales más significativos como el humanismo, el socialismo, la democracia y los derechos humanos.

La indiferencia política actual de sectores populares en algunos países ante los procesos electorales que muestra cansancio de la modernidad su propia ineficiencia lo que Giovanni Sartoní llama “el agotamiento de las ideales”.

Después de dos siglos de relativa independencia política, no tan seguro independencia económica, estudiar y revitalizar los elementos más valiosos del pensamiento independentista que se planteó, las reivindicaciones de justicia social y defensa de los derechos humanos y la necesidad imperiosa de la integración latinoamericana.

La sociedad capitalista con sus etapas de afianzamiento y expansión de múltiples ingredientes no solo económicos, financieros y tecnológicos, una serie de móviles ideológicos y culturales un lado favoreciera la consolidación de una mentalidad de ciudadanos libres, el logro de niveles superiores de justicia social y derechos humanos.

Países centrales europeos el completamiento de la modernidad a agudizar muchos conflictos sociales, y delimitar los cuatro posturas ideológicas básicas, actitudes antes sus logros (conservadurismo, liberalismo, socialismo y anarquismo).

De tal manera la lucha por la independencia, limitarse a un simple cambio en los protagonismos de las élites políticas de dirección, la mayor parte de los que impulsaron dicho proyecto. los participantes en el mismo se vieron limitados en sus pretensiones emancipadoras, reduciendo la cuestión de la toma del poder político a un problema de ofrecer nuevas oportunidades a las oligarquías criollas. Las mayorías de los sectores populares, en primer lugar lógicamente los esclavos, cogestores decisivos en aquellas guerras independentistas estaban imbuidos por alcanzar no solo la independencia de la metrópoli colonial.

Esto puede apreciarse en el caso de Colombia desde la última década del siglo XIX, en 1794 se produce la conspiración criolla en la que se involucra a Francisco Antonio Zea y Luis de Rieux. Según Javier Ocampo: En estos procesos de 1794 se enfrentaron las dos tendencias políticas, características de finales del siglo XVIII: los tradicionales, partidarios de la monarquía, la Iglesia, la tradición cristiana y el orden colonial, los modernistas, simpatizantes de las nuevas ideas modernas, impulsadas por la Ilustración, defensores de los derechos del hombre, las libertades, las ideas democráticas y del laicismo contra la religiosidad.

La significación de la traducción y publicación,

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