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PRESENTACION LIBRO PARA LAS FAMILIAS


Enviado por   •  19 de Enero de 2015  •  1.677 Palabras (7 Páginas)  •  258 Visitas

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La escuela y las familiar en la educación de los pequeños

La transición del ambiente familiar al ambiente escolar

Cuando ingresan a la escuela, el círculo de convivencia de los niños se amplía más allá de su familia, a sus compañeros, a su maestra y a otros niños y adultos en un ambiente totalmente distinto del de su casa.

Por ejemplo, imagine a su hijo, sus compañeros y maestra en el patio de la escuela, buscando y recolectando caracoles para conocer cómo viven, identificando el espacio ideal para ubicarlos, discutiendo sobre cómo los alimentarán y observando, conforme transcurren los días, qué sucede en ese ambiente. Imagine sus reacciones cuando descubren que nacen caracoles: ¿cuántos son?, ¿cómo son?, ¿qué tamaño tienen?, ¿qué comen?, ¿cómo los cuidan?

Realizada sí, esta experiencia permite que los niños observen, se concentren, reflexionen, hagan preguntas y elaboren explicaciones sobre lo que sucede. Aunque esto mismo puedan realizarlo en casa y con sus familias, al hacerlo en la escuela tienen la posibilidad de compartirlo con compañeros de su misma edad, de escuchar las preguntas y las explicaciones de otros, de hablar sobre ellas y contrastarlas, de colaborar y de apoyarse mientras realizan las actividades.El intercambio de ideas que se produce entre ellos enriquece sus experiencias de aprendizaje.

La maestra desempeña un papel muy importante en este periodo de transición para los niños, pues, a diferencia de los adultos con quienes conviven en la familia, la educadora elige y prepara las experiencias en las que participarán; organiza las actividades, los materiales y los espacios para que los niños aprendan; los guía, los cuestiona para que expliquen qué piensan y se esfuercen para que los demás entiendan qué dicen.

La educación de los niños es una tarea compartida. en la medida en que la escuela y la familia colaboren haciendo lo que le toca a cada quien, se lograrán mejores resultados en el aprendizaje y en el desarrollo de los pequeños. A continuación de presentan sugerencias sobre lo que se puede hacer en casa en la convivencia diaria, en las actividades que se realizan en el tiempo libre de la familia y en la relación con la escuela y con la maestra. No se trata de que las familias realicen el trabajo que corresponde a la escuela, sino de que apoyen y refuercen lo que los niños aprenden en las actividades escolares.

La convivencia en la familia

Los niños tienen derecho a expresar lo que sienten y piensan; a tener una vida segura y saludable; a ser protegidos, defendidos contra el abuso; a jugar, a divertirse y a aprender sobre cosas que les beneficien; a ser tratados con respeto. Por eso, lo primero –y lo más importante- es que las familias garanticen que los niños crezcan en un ambiente sano donde se sientan seguros, respetados, amados, cuidados y atendidos.

Los niños aprenden de las experiencias que viven. Por eso no sobra recordar que un ambiente de trato cordial, afectuoso y solidario entre los integrantes e la familia es la base para su desarrollo sano y equilibrado entre los aspectos físico, intelectual y emocional. este tipo de convivencia les muestra, entre otras cosas, que los conflictos que surgen en la convivencia diaria se resuelven a partir de conversar y surgen en la convivencia diaria se resuelven a partir de conversar y de llegar a acuerdos, y no mediante el maltrato físico o psicológico.

Evite el maltrato físico y psicológico

El maltrato físico o psicológico (que se presenta cuando se trata a alguien mediante palabras y gestos agresivos, de desprecio, burla o humillación) son actos de violencia que generan graves consecuencias en la vida de los niños. Por su tamaño, fuerza y experiencia, los niños son seres vulnerables que no pueden defenderse o encontrar opciones para eludir las agresiones. Sufren en el momento en que son lastimados, pero las consecuencias no terminan ahí: las personas que son víctimas de maltrato se vuelven temerosas, desconfiadas y –a veces- también agresivas. En los niños, el miedo y la desconfianza hacia los demás hacen que se inhiban impulsos naturales fundamentales como la curiosidad, el habla o el juego: dejan de preguntar y de explorar, prefieren guardar silencio cuando los adultos les hablan, difícilmente conversan o juegan con otros niños; en consecuencia, se limitan sus posibilidades de aprendizaje y desarrollo personal. El maltrato deja una huella difícil de borrar en los niños y sus secuelas permanecen toda la vida.

Establezca relaciones igualitarias y justas

En la familia, los niños aprenden y asumen formas de ser, de sentir y de actuar que son consideradas como femeninas o masculinas por la sociedad. En el trato que se da entre los miembros de la familia, los niños –desde muy pequeños- empiezan a apropiarse de ciertas ideas y formas de trato hacia los demás.

Si en una familia las tareas de la casa se asumen como responsabilidad de las mujeres y los adultos varones no participan de ellas, es muy probable que los niños aprendan ese comportamiento. Creerán que hacer la comida o limpiar la casa es “cosa de mujeres” y se negarán a participar en esas actividades. En este sentido, es muy importante

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