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PROTOCOLO DE KIOTO


Enviado por   •  19 de Mayo de 2014  •  1.916 Palabras (8 Páginas)  •  301 Visitas

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Alimentos transgénicos ¿Qué son? ¿Cómo librarnos de ellos?

Abril de 2011, por Cáceres | Visitas: 806

Hace más de 20 años que la sociedad más o menos informada, sabíamos lo mal que se estaban aplicando las políticas sobre transgénicos y biociencia en EEUU. Alguna publicación atrevida, en papel por supuesto, nos informó de las terribles campañas del líder internacional Monsanto, y sobre cómo se estaban arruinando los cultivadores de maíz de los Estados Unidos, gracias a unas semillas estériles que obligaban a los agricultores a invertir parte de sus ganancias del año en comprar de nuevo las semillas a las multinacionales de turno, aparte de la hibridación y contaminación genética de plantaciones adyacentes, muerte masiva de numerosas especies en contacto con el polen transgénico, como las mariposas monarca.

Pues bien, la cosa después de tanto tiempo, está absolutamente desmadrada, y los daños a la biodiversidad y a las formas de vida tradicionales se presumen ya irreparables. Este demencial sistema de control social lleva funcionando en España bastantes años, según la interesante charla impartida por Mireia Llorente, especialista en el asunto de Ecologistas en Acción, quien decía que no en vano, la actual Ministra de Ciencia e Innovación Cristina Garmendia, fue Presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), el mayor lobby pro alimentos transgénicos, en el que también se encuentra Monsanto.

España, entre otras particularidades como los toros, la paella, las sevillanas y el demencial futbolerismo y la prensa rosa que tiene anestesiada a gran parte de la población, somos los campeones en cultivos transgénicos de la UE, y también en cultivos experimentales cuyas consecuencias no se conocen aún, como tampoco se conocen las que se plantaron hace ya 20 años. O mejor dicho, y es lo peor, no se quieren dar a conocer, dada la extrema gravedad del asunto…, o el tremendo poder del arma que tienen entre manos.

Aquí es importante recordar las últimas declaraciones de Chomsky, quien afirma: “Vale la pena recordar que el secretismo de los gobiernos se trata, sustancialmente, de la defensa del gobierno contra su propia población. Y en una sociedad democrática la población tendría que saber qué está haciendo su gobierno para poder monitorearlo y —de hecho— determinar qué hace el gobierno. Ahora, hay excepciones(refiriéndose a Wikileaks) con las cuales todos están de acuerdo, pero en general el caso es así. Yo no he leído todos los cables, por supuesto, pero de lo que he visto me parece que ilustra la significancia de este punto: hay cosas en los cables que los gobiernos no quisieran que su propia población supiera.” Total, que los españoles somos las cobayas biotecnológicas de Europa, por obra y gracia de los diferentes gobiernos (cualquier parecido con demócratas es pura casualidad) que hemos…padecido. En la actualidad, y sumergidos de pleno en lo que algunos están llamando crisis, yo lo llamo ya directamentecambio sistémico hacia un lugar desconocido, batimos records en el mundo de extrema pobreza, parece ser que orquestada por gentes a quienes no les interesamos nada. Gracias a estas poderosísimas empresas y a sus políticas de marcado carácter fascista como estamos comprobando, estamos asistiendo a la mayor manipulación y demolición de la vida conocida en la historia del hombre, porque los transgénicos no están siendo usados para mejorar nuestra salud ni para paliar el hambre que amenaza a un amplio porcentaje de la humanidad como se presupone, sino para uncontrol social similar al que pretenden los regímenes totalitarios. Y ¡Vaya si lo están consiguiendo! Con respecto a la conferencia y el posterior debate con Mireia, apuntar que fue de lo más reveladora y nutritiva, no apta para mentes no pensantes. Los medios como siempre, ni estuvieron ni se les esperaba, se ve que eso de la salud pública y la ruina orquestada del campo, la biodiversidad y la agricultura no les debe interesar mucho. Pocas cosas hay más tristes y reprobables socialmente, que unos medios de comunicación, un servicio público de primer orden, en manos de unos irresponsables acostumbrados a vivir de la interesada basura propagandera servida en bandeja por los gabinetes de prensa institucionales y de los partidos políticos. El circo español está en pleno apogeo con bodas reales, con el maldito fútbol, y con los partidos mayoritarios españoles despedazando lo que queda de nuestro maltrecho Estado de Derecho.

Escalofriantes datos Quizá en las ciudades, que es donde están los grandes centros de decisión y poder, no somos aún conscientes del drama que se vive en el campo, donde más del 50% de la población mundial es campesina. Las brutales políticas sobre biodiversidad, trapicheos genéticos y especulación con las patentes están afectando a más de la mitad de la población mundial, que también abastece al otro 50% de alimentos. Y se prevén hambrunas y grandes calamidades gracias a haber dejado nuestra soberanía alimentaria en manos de unos pocos degenerados, carentes de cualquier atisbo de moral y ética social. La situación no es para tomársela a broma, y los ciudadanos debemos tomar inmediatamente cartas en el asunto. La evolución de los precios según fuentes ministeriales ha sido brutal en estos últimos años, eso sí, el precio en origen que se paga al productor apenas ha variado unas décimas. Por ejemplo, el kilo de ternera que se pagaba al productor en el año 2004 era de 3,2 euros, y el precio en el supermercado era de 10,5 euros. En 2008 el precio de la ternera en origen apenas había variado hasta un 3,2 pero ya se pagaba por entonces a 15 euros. La tendencia en estos últimos años ha sido prácticamente la misma, y para la mayoría de los productos agroalimentarios. Con lo cual nos encontramos con un sector agroganadero asfixiado por gastos e inversiones que apenas sí puede hacer frente a los gastos de sus explotaciones. Nos encontramos entonces al borde del colapso alimentario, y no nos estamos dando ni cuenta. Después de calibrar esta terrible situación, tenemos una ganadería y agricultura tradicionales donde se han perdido más del 75% de variedades vegetales, sobre todo de soja, arroz, maíz, y patata, que se cultivan extensivamente,

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